La Aventura Musical de Coki Navarro – XLII

By on enero 28, 2021

XLII

Continuación…

Me avisaron que se está organizando un festival para recaudar fondos que se entregarían a “Pepe” Gómez. Trovador, compositor fino que desgranaba canciones y engarzaba luceros para prenderlos en las ventanas de las novias de Mérida… de Yucatán. Pepe Gómez, quien años antes también hacía llorar su guitarra junto con Palmerín, Pepe Domínguez y Lauro Santamaría. Pues así, con motivo de esa amargura que ya de por sí es el organizar un festival de caridad en estas circunstancias, o en cualquier otra, formamos “Los Churumbeles de Santa Ana”, grupo integrado por Fernando “Chicles” Cervera, Medardo, su cuñado, José Pacheco, Idelfonso Sierra “Sierrita”, un moreno guapachoso y entusiasta que le apodábamos “Resortes”, y yo como requinto.

¡Qué tragedia! ¡Se está muriendo Pepe Gómez! Se está muriendo de tristeza y olvido, más que de muerte. Maldición para los yucatecos que presumieron de su trova y hoy lo dejan morir como lo hicieron con Palmerín y otros más. Su desgraciada enfermedad no le permite hablar con claridad. Me doy cuenta de su mal cuidado cuando converso con él, entre bambalinas en el teatro del STIC, donde esa noche se llevaría a cabo “su función” de beneficio. Las cuerdas cantoras de su garganta van enmudeciendo junto con las de su lira. La muerte lo sigue de cerca. Función de beneficio… Ignominia y luto para la trova.

Ejemplo para los que tanto damos (hasta yo, ¿por qué no?) y tanto olvido recibimos al final. Me lo llevo a un rincón para poder nutrirme de sus últimas palabras que apenas afloran de sus labios. Me cuenta su triste final. Con media voz me dice que nadie lo quiere ayudar cuando necesitaba ese auxilio para atender su enfermedad maldita… pero tan maldita es la enfermedad que lo persigue como los malnacidos quienes lo dejaron con las manos tendidas y vacías; esas manos que tantas melodías hicieron brotar de una guitarra para esparcimiento de los que hoy las dejan en el aire. Ahora ya nada se puede hacer, como no sea pedir esta caridad para enterrarlo.

No te aflijas “Pepe”, es todo lo que puedo decirle, te ruego que te animes, todo se compondrá. Palabras de más que ya ni él escucha ni le interesan. Su carne y su alma se debilitan. Su poca voz se pierde entre los aplausos. Su tragedia está presente junto con el público que le brinda el último aplauso a este gran trovador. El auditorio asistente no sabe que ha pagado para enterrar a “Pepe” Gómez, no para hacerlo vivir. YO SI LO SÉ Y ME RECONTRA JODE HASTA LO MÁS PROFUNDO DE MI SENTIR.

Réquiem para un gran trovero:

Ábrete reja de oro, bajo una luna de plata; ADIÓS “PEPE” GÓMEZ. Salud y una canción para ti, como despedida de este “principiante” que se siente orgulloso de haberte conocido.

SE CIERRA UN TRISTE CAPÍTULO DE OTRO COMPOSITOR, DE OTRO ARTISTA. SE ABRE UNO MÁS DE VERGÜENZA PARA LOS YUCATECOS QUE “amando” nuestras canciones DEJAN MORIR IGNOMINIOSAMENTE A SUS CREADORES.

Los infames que no ayudaron a “Pepe”, tengo la seguridad de que cuando mueran van a ir a un lugar muy caliente y con olor a azufre.

ME AZOTA EN EL CEREBRO UN PENSAMIENTO FUTURISTA. ¿Será que la misma suerte vaya a correr nuestro coloso “Chispas” Padrón?… Porque he visto muy de cerca la tragedia que silenciosamente está envolviendo su destino. Se le tiene abandonado, triste y sólo en su hogar.

Casi está viviendo de la “ayuda” que le pasan de alguien o alguna institución… No me ha sabido explicar bien, pues ya nuestro viejo y cansado “Chispas” se ha vuelto introvertido… TIENE RAZÓN. Él me dice que es “ayuda”, pero yo pienso que es apenas UNA CARIDAD BARATA Y QUE APENAS ALCANZA A CUBRIR UN CENTÍMETRO DE SU GLORIA, de esa gloria que es nuestra, de su “Rayito de Sol”, de su “Miedo de Amar”, de Para olvidarte a ti que no supiste comprender las ternuras de mi alma, es necesario recobrar la calma que el corazón perdió cuando te fuiste. Esas chispas de “Chispas” Padrón están convirtiéndose en cenizas, se están apagando, SE ESTÁN APAGANDO, “señores yucatecos”.

Eso sí, apenas se muera se gastarán en homenajes lo que tanta falta le está haciendo para terminar sus años con un poco de reposo económico. ¿Dónde están los amigos de Ermilo? El que se considere su amigo, que venga y me explique en qué consiste esa amistad que tiene y siente por él. Que se acerquen a mí, para que yo los mande ya saben a dónde. Para ser amigo de “Chispas” hay que ser primeramente ENEMIGO DE SU SITUACIÓN, DE SU POBREZA, DE SU DESAMPARO. Hay que ayudarlo (aunque él no lo esté pidiendo), pero hay que socorrerlo sin demagogia, sin predicarlo, sin ofrecerle un mendrugo y hacer alarde de nuestro buen corazón, SIN ADORNOS. Hay que brindarle nuestra mano amiga y “trovera”, pero como Dios manda que se efectúen las grandes acciones de bondad: ANÓNIMAMENTE… Sin publicidad ni vedetismos.

Perdóname, querido “Chispas”, por estas líneas, pero no podía pasar por alto lo que te está sucediendo. Regáñame si quieres, como lo has hecho siempre. Amonéstame con tu recondenado pero singular carácter que siempre te ha colerizado entre nosotros y ha sido la original distinción de tu elegante figura. Por algo te apodaron “Chispas”… Regáñame, viejo, yo te aguanto por tu historia, por tu alma soñadora, por tu arte y tu prosa, por tu sombrero y por tener la dicha de que me has dejado ser TU AMIGO.

Coki Navarro

Continuará la próxima semana…

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.