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Maestros Distinguidos 1980 – 2014 – IX
IX
PURA IRENE ESCALANTE DE CANTILLO
(1905-1997)
Maestro Distinguido 1987
Maestra como tú no tiene ocaso,
en tu obra hay siempre juvenil destello.
En las generaciones que has forjado
con tu sapiencia y tu bondad unidas,
tu recuerdo grabado
sin marchitarse vivirá en mil vidas.
A rendirte homenaje en este día
con nuestra gratitud a ti llegamos,
y queremos decirte que te amamos
como se ama a una madre.
El ilustre poeta y pedagogo Humberto Lara y Lara, integrante de la plantilla de profesores de la Escuela Secundaria núm. 1 Agustín Vadillo Cicero, escribió y dedicó estos versos en el aniversario magisterial de la distinguida profesora Pura Irene Escalante de Cantillo, mujer que supo educar con amor y comprensión a la juventud de su época.
La profesora Purita, como le decían de cariño, nació en Valladolid el 4 de mayo de 1905. Ahí realizó sus primeros estudios, sobresaliendo como una de las mejores estudiantes. En 1915, al llegar al gobierno de Yucatán el Gral. Salvador Alvarado, se generaron grandes cambios en el sector educativo. Para entonces Purita contaba con 10 años de edad, vivía con su familia en la ciudad de Mérida y era discípula de la Profra. Porfiria Ávila presidenta del Centro Educativo República Escolar y amiga del gobernador. En una de sus acostumbradas visitas escolares, el Gral. Alvarado asistió a la escuela que funcionaba a un costado de la iglesia del barrio de San Cristóbal, donde estudiaba. Ese día fue inolvidable para la futura profesora, pues fue elegida para recibir de manos del gobernador los bilimbiques (billetes emitidos durante la Revolución) que se encontraban fuera de circulación y que serían quemados en el evento. Recibió de él afectuosas palmadas, acompañadas de la frase “muy bien, niñita, muy bien” (1).
Con el fuerte deseo de servir y educar en el futuro, principalmente a la niñez, inició su preparación en la Escuela Normal Mixta de Profesores del Estado, al mismo tiempo que impartió algunas cátedras en el colegio de la Profra. Josefa Sánchez Brito. Concluyó sus estudios y sustentó los exámenes correspondientes en el auditorio de la Normal los días 27 y 28 de julio de 1921. Una vez titulada como profesora, el 17 de septiembre de 1921 recibió su primer nombramiento para impartir las cátedras de física y química de sexto grado de la primaria superior anexa a la Escuela Normal Mixta de Profesores. Posteriormente impartió las mismas asignaturas en la Primaria Josefa Ortiz de Domínguez, escuela de reconocido prestigio.
En 1931, al fundarse la Secundaria Estatal núm. 1 Agustín Vadillo Cicero, la profesora Purita, en compañía de Dr. Luis Peniche Vallado y el Prof. Fernando Cantillo Güemes –con quien había contraído nupcias–, apoyó en la organización de dicha secundaria, ubicada en el centro de la ciudad, donde hoy se encuentra el edificio del Nacional Monte de Piedad. Cantillo Güemes fungió como secretario general de la secundaria, cargo que asumió con responsabilidad hasta su fallecimiento en 1940. Entonces Luis Peniche Vallado, quien era el director, designó a la profesora Purita como secretaria general, cargo que asumió con fortaleza. A finales de la década de los 30 la escuela fue trasladada a un local del barrio de Santiago, donde funcionó por algún tiempo el Cinema 59 (2). En la secundaria impartió las cátedras de geografía y botánica, y se hizo cargo del taller de labores domésticas. Al ser nombrado Peniche Vallado jefe del departamento de Educación en 1956, éste la designó como directora de la secundaria Vadillo Cicero, decisión tomada con base en el trabajo arduo y el compromiso demostrado por la educadora. En 1962 la secundaria obtuvo del industrial libanés don Cabalán Macari Tayum la donación de los terrenos que actualmente ocupa, los cuales fueron alguna vez una pista aérea conocida como El Fénix y posteriormente transformada en “Ciudad Industrial” (3).
Gracias a la orientación y el buen mando de la profesora Purita, la secundaria continuó siendo tan reconocida como en los tiempos del Dr. Luis Peniche Vallado: los alumnos seguían cosechando triunfos cívicos y académicos, aunque fue en los deportes donde lograron mayor competitividad a nivel regional y nacional (4). En aquellos años fue invitada a aceptar el cargo de tesorera de la recién fundada Escuela Normal Superior de Yucatán (ENSY).
En septiembre de 1972, durante la celebración de sus bodas de oro magisteriales, fue inaugurado el teatro que lleva su nombre, ubicado al centro de la secundaria Vadillo Cicero; asimismo, en la población de Santa Elena hay una secundaria con el nombre de tan destacada docente (5). Años después, con 60 años de servicio, fue invitada a colaborar con un cargo en el Departamento de Educación del Ayuntamiento de Mérida y otro en el Sindicato de Maestros. No obstante, la profesora Purita declinó ambos proyectos para continuar dedicándose a la educación en las aulas. Por cuestiones de salud y de un merecido descanso, obtuvo su jubilación en 1981, apartándose así del cargo de directora tras 60 años de servicio magisterial.
En 1958 el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) le entregó un reconocimiento por su labor en el magisterio. En septiembre de 1971 el gobernador Carlos Loret de Mola le entregó la Medalla Yucatán, siendo la primera mujer en recibirla. En mayo de 1972 recibió las medallas Pablo Moreno Triay e Ignacio Manuel Altamirano; como las fechas coincidieron, la profesora solo pudo asistir a la ceremonia de la segunda, en el Estado de Querétaro, donde recibió la presea de manos del Presidente de la República, Lic. Luis Echeverría Álvarez (6). En 1980 el Ayuntamiento de Mérida la designó Hija Predilecta. En 1987 la Secretaría de Educación del Estado le otorgó el nombramiento de Maestra Distinguida, siendo la primera vez que se entregaba a alguien en vida. En el evento, la profesora develó la placa alusiva junto con el gobernador Víctor Cervera Pacheco; en ella está grabada la frase “Todo maestro que sabe tratar con dulzura a sus alumnos se gana el amor filial de ellos”.
La profesora Purita falleció en Mérida el 4 de enero de 1997. Alumnos, exalumnos, compañeros y profesores asistieron a la secundaria Vadillo Cicero para despedirse de ella y rendirle los honores fúnebres.
De aquel sentimiento de admiración y agradecimiento hacia su querida maestra surgió de exalumnos integrar desde entonces la Asociación de Egresados Vadillistas Purita Escalante de Cantillo y, siguiendo su ejemplo, ha apoyado a la escuela en obras de restauración y la entrega de reconocimientos a exalumnos que han destacado en los campos de la educación, la política, la investigación, la cultura y las artes. Tal es el caso de la Medalla “Purita Escalante de Cantillo” que ha sido conferida a personalidades como el astrónomo Arcadio Poveda Ricalde, el dirigente sindical Nerio Torres Ortiz, el antropólogo Salvador Rodríguez Losa, el periodista Luis Rivas, la profesora Alba Isela Aguilar de Marrufo, la profesora Candelaria Souza Escalante, el profesor Carlos Cantillo Escalante, el abogado Renán Solís Avilés y al doctor Raúl Godoy Montañéz (7).
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(1) Sousa de Fernández, Candelaria. “Independencia y Revolución”, en suplemento cultural Unicornio del diario Por Esto!, en www.poresto.net, consultado 2 de septiembre de 2013.
(2) Pérez y Pérez, Carlos Alberto. “Escuela Secundaria Estatal núm. 1 Agustín Vadillo Cicero”, en las Escuelas secundarias, Colección Mi Escuela en el Centenario, SEGEY, Casa de la Historia de la Educación de Yucatán, 2012, p. 64.
(3) Ibid., p. 69
(4) Ibid., p. 91
(5) Ibid., p. 90
(6) Ibid., p. 72
(7) Ibid., p. 91
MARION GUADALUPE GARRIDO MAY
Continuará la próxima semana…
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