Lic. José María Pino Suárez, Liberal Revolucionario (1869-1913) – VIII

By on marzo 13, 2020

VIII

GOBERNADOR DE YUCATÁN

El Lic. Pino Suárez fue gobernador de Yucatán en dos ocasiones: primero en calidad de interino, de 5 de junio al 8 de agosto de 1911, y segundo, constitucionalmente electo para un período de cuatro años que finalizaría en 1914. De ese tiempo fijado, sólo gobernó en el lapso del 7 de octubre al 13 de noviembre de ese mismo año. Un total de 102 días en que se propuso cumplir un proyecto liberal acorde a sus convicciones.

En la fase del interinato, sustituyó al militar general Luis del Carmen Curiel, designado por el dictador Díaz, debido a que el gobernador electo Enrique Muñoz Arístegui había solicitado licencia, presionado por los sucesos de Valladolid del 4 de junio de 1910. La impresión de este hecho y de las elecciones impugnadas por la oposición abrió por un momento otra alternativa para los hacendados que militaban en el “Centro Electoral Independiente”.

El presidente del Centro Electoral, Lic. Alfonso Cámara y Cámara, pensó que la solución estaría en aceptar los hechos revolucionarios, condicionados a las propias propuestas, una maniobra para alcanzar el poder político regional tan largamente ambicionado. Conociendo que al triunfo de la revolución el gobernador sería destituido, surgió el nombre del Lic. Delio Moreno Cantón, es decir, se apoyaba, pero con una condición impuesta. Era la vieja práctica de los hacendados y comerciantes regionales “en que se buscaba la sombra del magnate del día, porque sólo contaba eso para el logro del gobierno.” (31)

Al conocerse la designación del Lic. Pino Suárez para ocupar el interinato gubernamental, los ánimos se caldearon entre los grupos tradicionales: liberales y conservadores, éstos últimos integrados por los terratenientes y ricos comerciantes concentrados en Mérida. De inmediato, el problema electoral se presentó como el más difícil para Pino Suárez al hacerse cargo del gobierno el 5 de junio de 1911. Solamente duró en el cargo 65 días, y a lo último, el 9 de agosto, rindió un informe acerca de su gestión administrativa. El documento es interesante porque revela que su autor entrevió en Yucatán la violencia de la lucha de clases, y que el intento de modificarla comenzó a poner en práctica sus ideas liberales y justicieras.

Pino Suárez informa que llegó al cargo de gobernador por la revolución, designado para restaurar la democracia civilista conculcada por más de treinta años de dictadura; agradece al Congreso del Estado su designación y que sus primeras acciones se encaminaron a restablecer la tranquilidad pública. Condena las actividades de los grupos conservadores, clara alusión al Centro Electoral Independiente, por la propaganda que realiza en contra de la revolución, incitando a los “jornaleros” a la rebelión, con el propósito de mantener los privilegios de los mismos que los desorientan.

Hace saber que su gobierno no es un instrumento para fines distintos al programa social revolucionario, y rechaza posibles comparaciones con los gobiernos anteriores –alusión a Enrique Muñoz Arístegui, pelele de don Olegario Molina–, mencionando por su nombre al general Curiel, nombrado por don Porfirio para “remediar el entuerto del fraude electoral” que fue causa inmediata de la rebelión en Valladolid.

Para un gobierno que duró solamente un poco más de dos meses, las realizaciones tenían que ser mínimas y pueden ser concretadas en las siguientes:

  • Mejorar las condiciones de salario de los trabajadores del campo –jornaleros los llama Pino Suárez– para lo que fijó un salario mínimo de 75 centavos diarios, el doble de lo que recibían antes.
  • Iniciativa que aprobó el Congreso del Estado de reformar la tenencia de la tierra, continuar el fraccionamiento de los ejidos de los pueblos, creando una comisión respectiva que vigilara su cumplimiento y evitara los abusos que la desvirtuasen.
  • Corrección y modificación del Código Penal de 1906, considerado de naturaleza draconiana y contraria a la población por su dureza, que favorecía los procedimientos arbitrarios y dictatoriales.
  • Reforma de la Ley de Impuestos en el Municipio de Mérida.
  • Creación de los juzgados de primera instancia de Ticul y Valladolid.

El informe de gobierno mencionó también lo que se quedó en propósitos loables, en proyectos de un liberal que soñaba en convertirse en un constructor social. Esos fueron: establecer el Banco Agrícola Hipotecario; se adelantó a Alvarado en el proyecto de construir el Puerto de Progreso y en establecer la educación rural para promover por medio de la acción educativa la transformación de los trabajadores. Confiaba en que esta iniciativa tendría “resultados para el futuro de Yucatán, así en lo económico como en lo social, como en el político, serán de una extraordinaria trascendencia.” (32)

Notas:

(31) Acereto, Albino. Historia Política desde el descubrimiento europeo hasta 1920. Pág. 361 – 362. Enciclopedia Yucatanense. Tomo III, México, 1977.

(32) Pino Suárez, José María. Breve Informe al pueblo yucateco. Pág. 9. Mérida, Yuc. 1911.

Fidelio Quintal Martín

Continuará la próxima semana…

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