La gloria de la raza – XX

By on diciembre 10, 2020

XX

Juegos prohibidos

La práctica de los juegos de azar, tan arraigada en la cultura china, fue vista con suspicacia por un segmento de la sociedad yucateca, pues parecía desencadenar un impulso irrefrenable y envolvente en los ciudadanos de procedencia asiática. Por ello tuvieron problemas con las autoridades dedicadas a perseguir esas acciones cuando se extendían al terreno de lo ilícito,

En el milenario país oriental, sus habitantes aprendían desde la infancia a jugar con dados y a intervenir en apuestas en las que, aportando minúsculas cantidades de dinero, lograban obtener, si la suerte los favorecía, golosinas o sencillos premios. Más o menos en la adolescencia tomaban conocimiento del dominó para, en su edad adulta, concurrir asiduamente a las casas de juego y adquirir billetes de lotería. Si bien en los tiempos de los emperadores el juego era calificado como un delito, se incurría en él de manera clandestina y su castigo se podía evitar al plegarse convenientemente a las redes de corrupción oficial en boga durante esos días.

Cuando muchos de los emigrados chinos abandonaron las plantaciones de henequén para desplazarse a Mérida y a otros asentamientos, dejaron aflorar su pasión por el juego en sus distintas modalidades. Se efectuaba tanto en domicilios particulares como en establecimientos dedicados formalmente a su ejercicio. No tardaron en realizarse aprehensiones masivas cuando los asistentes a esos lugares contravenían las normas vigentes, lo que daba como consecuencia la clausura de los sitios de juego que no lograban acreditar la legalidad de sus actividades.

Un caso representativo de ese fenómeno fue el del famoso “Casino Chino”, que experimentó numerosos cierres temporales desde los primeros años de la Revolución institucionalizada. Fue tan polémico que sus propietarios llegaron a ser acusados por compatriotas suyos de cometer escandalosos fraudes en perjuicio de sus clientes, quienes la mayoría de las veces no se percataron de la situación real a la que eran sometidos.

Las casas de juego eran señaladas con insistencia de amparar disimuladamente la venta y consumo de opio, versión que parecía confirmarse durante los arrestos, cuando entre los objetos decomisados, que incluían naipes, dados, fichas y billetes de la lotería china, figuraban pipas y cantidades regulares de la sustancia indicada. Se decía también que los garitos cometían impunemente múltiples irregularidades, pues contaban con la protección oficial a cambio de desembolsar cuantiosas sumas en calidad de soborno.

La detención de jugadores sorprendidos en flagrante delito involucró ocasionalmente a los distintos órdenes de gobierno, pues los afectados alegaban ser víctimas de actos arbitrarios y pedían la intervención de otras autoridades que pudiesen rectificar los hechos que daban origen a su inconformidad. Así se convirtieron en noticia que, al pervivir en los repositorios hemerográficos y documentales, constituye una fuente valiosa para conocer la conducta de los chinos al integrarse a la población urbana de ese tiempo.

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“La vida en China”, La Revista de Mérida, año XXIV, núm. 2363, 7 de abril de 1892, p. 2.

“Jugadores chinos sorprendidos” El peninsular, Mérida, año III, núm. 835, 12 de noviembre de 1906, p. 2.

“Grave denuncia contra el Casino Chino de Mérida. Es una casa donde se despoja a los incautos”, La Revista de Yucatán, Mérida, tomo XI, año III, núm. 958, 17 de octubre de 1918, p. 7.

“La denuncia contra el Casino chino”, La Revista de Yucatán Mérida, tomo XIII, año IV, núm. 1150, 27 de abril de 1919, p. 3.

“Clausura del garito chino”, El correo, Mérida, tercera época, número 490, 3 de marzo de 1920, pp. 1, 4.

“Se abrirá nuevamente el Casino Chino”, El correo, Mérida, tercera época, núm. 496, 10 de marzo de 1920, p. 1.

“Un garito de chinos sorprendido por la policía”, El Correo, tercera época, año III, núm. 755, 18 de enero de 1921, p. 2.

“Continúa funcionando el garito chino de la calle 56”, El Correo, tercera época, año III, núm. 755, 18 de enero de 1921, p. 2.

“El funcionamiento de los garitos chinos en esta capital”, El Correo, Mérida, tercera época, año IV, núm. 1103, 7 de marzo de 1922, pp. 1, 4.

Memorial de Fernando Chi dirigido al gobernador del Estado, 18 de Enero de 1922, Archivo General del Estado de Yucatán, Fondo Poder Ejecutivo, Sección Gobernación, Serie Correspondencia, Año 1922, Caja Num. 756.

Juan José Cervera

Continuará la próxima semana…

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