Tiempo de Reflexión

By on junio 17, 2022

Editorial

Los detractores de obras ajenas, ayunos de obras propias, exhiben en sus frágiles argumentos viscerales la natural falta de objetividad de sus mentalidades cerradas a la razón y los análisis ponderados.

Todo escritor debería saber que la perfección gramatical puede alcanzarse, mas la espiritual requiere del desarrollo de capacidades de conocimiento, madurez mental y síquica, acompañadas de reflexión y rectitud que favorezcan el contenido de sus palabras y conceptos, apartándolo del halago barato o de las censuras inmerecidas a los autores de los temas y escritos.

Un comentario honesto es piedra para construir una mejor casa común, un mejor mundo. Por el contrario, las palabras insustanciales, pero vestidas con la sonoridad de su contexto, resultan una depreciación del concepto de comunidad que se espera de la raza humana.

No es que todos debamos expresarnos de la misma manera, con las mismas palabras, ideas y conceptos. Hay palabras y textos para todo, para todos, así como para los lugares, tiempos y circunstancias.

El lenguaje debe ser usado para su fin supremo: comunicar. Hacer lo contrario es una acción contra natura.

Si así fuera, ese sólo hecho bastaría para relegarnos en nuestro papel histórico de eje en la vida organizada de la humanidad.

Así pues, es tiempo y momento de reflexionar sobre estos temas, aparentemente intrascendentes. La paz mundial y la coexistencia pacífica dependen de ello. Menos verborrea y más frases positivas, es lo que las sociedades humanas de este mundo anhelamos.

¡¡Escúchennos!!

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