La Ignorancia

By on julio 11, 2019

LXXXIII

 

LA IGNORANCIA

Como hay aves que no ven

a la clara luz del día

y sólo se encuentran bien

en su covacha sombría,

hay espíritus también.

No dan adelante un paso;

duermen en el torpe exceso

de la inercia y del atraso;

no conocen el progreso

y viven ¡ay! al acaso.

Como el cárabo escondido

en las grietas del convento,

huyen de la luz y hundido

en la noche el pensamiento,

vegetan en torpe olvido.

Encuéntranse bien con todo

lo que es letargo y clausura:

en la sombra o el recodo

hallan la paz, la aventura,

y no les importa el lodo.

Hay almas que ciegas nacen

en la lucha de este mundo;

su jornada ciegas hacen;

son momias que en lo profundo

de los subterráneos yacen.

Mas tú, si apóstol naciste

y vas del bien por la senda,

niño, ¡a la ignorancia triste

quita la tupida venda!

¡Del siglo la voz escucha!

¡Acoje sus ideales!

¡No más cárabos sociales!

¡Instruye! ¡Trabaja! ¡Lucha!

Rodolfo Menéndez

Continuará la próxima semana…

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