Sufragio Efectivo, No Reelección – ¿Letra Muerta?

By on febrero 3, 2017

Editorial

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Sufragio Efectivo, No Reelección – ¿Letra Muerta?

El domingo 5 de febrero, porque así lo indica el calendario cívico nacional, se conmemora el centésimo aniversario de la Constitución Política de México que, en una fecha igual de 1917, surgió a la luz, que no a la vigencia plena, para intentar poner orden, organizar la vida ciudadana y determinar un tipo de gobierno popular, que concediera derechos a la educación gratuita, al trabajo, a la posesión de tierras para hacerlas producir, a obtener salarios justos por el trabajo que se desempeñase, etc.

Todo muy hermoso, un trabajo admirable de los Constituyentes, pero…

Por principio, los cien años cumplidos por la Constitución nos dan la imagen de un documento caduco, agotado, lleno de parches, cuyos textos no se conocen o no se practican, se modifican, adicionan, varían, pero carecen de un conocimiento pleno y una aplicación correcta. Por cada letra del documento original, ya se adicionaron otras dos para adaptarla o “perfeccionarla”.

Nuestro recorrido político en la centuria anterior ha estado plagado de intrigas, asesinatos, entreguismo al extranjero y recuperación de antiguos espacios de las élites, que han prohijado vicios y descendencia familiar que en estos momentos tienen al país en medio de una grave crisis política, económica y social, matizada por un remolino de violencia, crímenes, desapariciones, miseria, desilusión popular y frustración ante una situación caótica y desordenada que nos sacude todos los días.

Una vuelta de 180° está en marcha contra el documento original: Si por ley se determinó constitucionalmente el sufragio efectivo y la no reelección, ahora la reelección es un hecho jurídico y político, en tanto el sufragio es cautivo de manejos oscuros entre partidos y gobiernos en turno.

Entre los grupos del poder político y económico surgen los candidatos; no es propiamente la voluntad popular ni el voto libre quienes deciden. Las personas e individuos que se manejan en el llamado “capitalismo salvaje” tienen voracidad por más riquezas, cimentadas en alianzas con políticos corruptos que tienen nombres y apellidos, pero también relaciones y socios que se suman a tan selecto grupo de plutócratas, ostentosos ejemplares de la nueva nobleza(?) mexicana.

¿Y la Constitución? Bien, gracias. Continúa siendo un documento valioso, poco leído y difundido. Conocido pero inaplicado en México. Puesto en uso mediante interpretaciones sesgadas. Se le cita, mas no se le obedece cabalmente.

Por ello, abundan las conductas deshonestas, la incapacidad, el saqueo de las arcas públicas, la dejadez de un pueblo presa del agobio y la frustración que cada vez ve más lejana la figura de la justicia social, de la democracia, el bienestar, y el orgullo de vivir en México y sentirse mexicano.

La gran Patria Mexicana, madre amorosa de millones de ciudadanos, adormecida por una fatiga acumulada de los siglos infaustos, aguarda aún el momento en que el sol de la igualdad y la justicia social brille sobre todos sus hijos.

Así sea.

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