Presentar un libro

By on junio 18, 2020

Adán Echeverría

Una presentación de un libro es una invitación a la lectura. No es una presentación en sociedad; no es una fiesta de quince años a la que debemos ir con nuestra mejor ropa, tener padrinos de ambigú, contratar a un maestro de ceremonias, poner flores en todas las sillas, contratar un cuarteto de cuerdas para que toque mientras el autor camina, iluminado por un reflector, hasta llegar a su lugar en la mesa de lectura; no se necesita de una alfombra roja, como se estila en la entrega de los premios Oscar, o los MTV. Los asistentes no van como invitados a un bautizo, no van a darle el abrazo al novio o a la novia, no llevan regalos ni ramos de flores. No se trata de un evento social, ni de una gala de ballet.

Una presentación de libro es una invitación a la lectura. Es compartir el deseo por leer con los asistentes, aun cuando los asistentes sean los tíos, tías, primos, hijos, sobrinos, papás de los escritores, ni siquiera sus amantes que, por lo general, casi nunca son grandes lectores.

¿De qué te sirve la venta de tu libro entre los No Lectores que son familia, empleados, amigos, novios, amantes que solo te están comprando un ejemplar para «apoyar el hobby» de escritor? Con esa mentalidad entonces no parece una presentación de libro, sino una sesión para vender artículos de Avon, Mary Kay o de Tupperware.

—¡Le compré su libro porque, pobre, invirtió tanto en él! ¡Hay que apoyarlo! ¡Deberías ver qué feliz se pone cuando le compran sus libritos!

—¿Y los lees?

—Claro que no. No soy aficionada a la lectura. Solo lo apoyo porque lo quiero mucho.

En una presentación, lo más importante, como todo en la literatura, es la obra, no los autores ni el autor. La obra. Se habla de la obra, de la función de la obra en la tradición literaria del barrio, la ciudad, el estado, la región, el país, el continente, el mundo. ¿Qué ofrece esta obra literaria que se presenta? ¿Cómo ha manejado el autor el lenguaje? ¿Cómo ha manejado las emociones? ¿Qué nos dice la construcción de sus personajes o sus hablantes líricos? ¿Qué emoción te ha dejado? ¿Qué quisieras que los asistentes comprendan de su lectura para que se animen a tener el libro, a comprarlo y, sobre todo, a leerlo?

Una presentación de un libro es contagiar ese gusto por la lectura, por las emociones, la fascinación por el lenguaje y por el arte literario.

Una presentación de libro no es un espectáculo.

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