“Mientras fumas tu cigarrillo, en los laboratorios financiados por las industrias tabacaleras están siendo torturados miles de animales”
A pesar de que las comisiones de salud saben desde décadas atrás que fumar produce cáncer de pulmón, enfisema y otras enfermedades, la industria tabacalera, en un intento por encontrar evidencias de lo contrario, sigue realizando dolorosos experimentos en perros, gatos, monos, conejos, pollos, ratas, ratones y otros animales.
Algunos ejemplos de experimentos con tabaco en animales incluyen:
- Cortar agujeros en las gargantas de los beagles a través de los cuales los perros son forzados a respirar humo de tabaco concentrado durante todo un año
- Insertar electrodos en los penes de los perros para comprobar los efectos del tabaquismo en el funcionamiento sexual
- Atarles máscaras con correas en la cara a ratas, ratones y monos y forzarles permanentemente a respirar el humo del tabaco
- Forzar a perros a estar en ventiladores mecánicos y exponerles crónicamente al humo del tabaco
- Inmovilizar a monos Rhesus en sillas con dispositivos cerebrales (electrodos o agujas estereotáxicas) y exponerles a nicotina y cafeína para ver cómo la cafeína y la nicotina les afecta a la respiración
Irónicamente, los experimentos en animales engañaron al público durante años ya que ratas, ratones, perros, y otros animales no desarrollan cánceres en sus pulmones como sucede con los humanos. Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo provienen de estudios epidemiológicos y clínicos en humanos, no en animales.
Las compañías tabacaleras han escondido los experimentos con animales durante años, tratando inútilmente de minimizar los efectos del tabaco en humanos. Experimento tras experimento intentan probar que el fumar no mata.
El experimentador Eliot Spindel afirma que “los efectos deteriorantes del tabaquismo maternal durante el embarazo están ya demasiado bien establecidos”. Su estudio de 5 años, durante los que mató a bebés primates y diseccionó sus pulmones, se financió con el dinero de los contribuyentes durante el 2004.
Empresas multinacionales como Marlboro no tienen ninguna dificultad en declarar públicamente sobre las pruebas que realizan en animales. Otras como R.J. Reynolds, la Smoking Research Foundation de Japón –financiada en un 87% por Japan Tobacco, propietarios de la compañía inglesa Manchester Tobacco–, la UK Tobacci Manufacturers Association, Philip Morris –fabricante de Marlboro–, Liggett & Myers –fabricantes de Chesterfield y L&M–, en su momento fueron denunciadas ante gobiernos y opinión pública por utilizar estos métodos crueles, contrarios a toda “ética humana o animal”.
Hay, desde luego, numerosas razones por las que todos estos resultados son irrelevantes para la salud humana. Las pruebas son altamente artificiales e ignoran las conocidas diferencias entre especies en su respuesta al tabaco. Las ratas encerradas, inmóviles en tubos, sufriendo estrés y respirando sólo a través de su nariz (los humanos respiramos también por la boca) no son un modelo para los complejos patrones del tabaquismo humano. Similarmente, las otras especies usadas, la duración de las pruebas (que ciertamente no corresponden a la naturaleza a largo plazo de mucho del tabaquismo pasivo humano), diferencias metodológicas y de dosificación, todo esto hace que sea imposible que los resultados puedan aplicarse a los humanos.
El humo del tabaco puede ser tan peligroso para perros y gatos como para las parejas de un fumador. La exposición pasiva al humo del tabaco ha sido asociada con cánceres linfático, nasal, y de pulmón, alergias, enfermedades del ojo y la piel, así como problemas respiratorios en gatos y perros.
Por tu salud, y por los derechos de los demás animales, no fumes.
Y si no fumas, ayuda difundiendo.
Gracias.
Dra. Carmen Báez
Presidenta de El Muro Mérida A.C.
http://www.youtube.com/watch?v=eswfhFAu-X8