“La música encierra un secreto que
cuando se nos revela nos puede hacer íntegros…”
Hold On, Triumph
La Música perdió a un gran Director en el Maestro Luis Luna Guarneros, una víctima más del afán desmedido de posesión que deforma los valores de los seres humanos que piensan que el éxito y la felicidad provienen de los bienes materiales. La Música, y el legado asociado a sus labores y derivado de su vocación, definitivamente no pudieron arrebatársela.
Siendo un adolescente falleció una de mis tías maternas y la instrucción que me fue dada, “para guardarle apropiado respeto y luto”, fue no escuchar música ese día. Recuerdo perfectamente preguntarme por qué el silencio tendría que ser la manera en que demostráramos nuestro afecto y nuestro respeto a aquellos que cruzaran el umbral al más allá.
Creo que la música puede acompañarnos en todo momento en nuestras vidas y que cada uno de nosotros elige aquella que le permite sentir más, sensibilizándonos con lo que sucede a nuestro alrededor. Si bien algunos eligen el silencio, algunos elegimos música que nos haga rememorar a esa persona que ya no está con nosotros, o música que nos ayude a sobrellevar nuestro pesar.
La Música tiene propiedades terapéuticas que han sido perfectamente estudiadas y científicamente comprobadas. Es un lenguaje universal que nos permite comunicarnos con animales, plantas y con otros seres humanos.
Para alguien que vivió rodeado de melodías y cuyo trabajo principal siempre fue compartirlas con los demás, me parece natural pensar que el Maestro Luna quisiera que se le recordara con música. Ojalá y las autoridades que dirigen los destinos culturales de nuestra ciudad y de nuestro estado lo tomaran en cuenta y organizaran festivales dedicados a honrar su memoria, y no únicamente apelar a su recuerdo durante los eventos de los próximos días.
Y, aún más, ojalá y su ausencia detonara un verdadero esfuerzo por impulsar esta bella arte como él hubiera querido, comenzando desde los jóvenes y sin olvidar a los que no lo son tanto, porque necesitamos más gente como él: necesitamos más Directores musicales, necesitamos más intérpretes, más gente comprometida con la música.
Necesitamos hacer accesible la música a todo mundo, todo el tiempo, y no tan solo ofrecerla a las clases pudientes en eventos de temporada.
Desde esta perspectiva, he aquí una perfecta oportunidad para que esta pérdida irreversible se convierta en el inicio de un movimiento musical que acerque la cultura a todos, que nos hermane y nos sensibilice. Tal vez así dejemos atrás la barbarie que vivimos, con Música.
Gerardo Saviola
