Remembranzas del Ring
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
El día 24 junio del 2022 se celebró en la Sala de Fiestas “Zapata” una reunión por el “Día del Luchador en Yucatán”, organizado por los luchadores profesionales que ha dado esta zona Maya, y que vieron las primeras luces en el encordado del desaparecido Circo teatro Yucateco, de grata memoria para los asistentes y protagonistas de este inmueble que también era plaza de toros, en el que junto a mis compañeros de la mitad de los años cincuenta nos tocó vivir.
En 1954, el capitán Castro y Gonzalo “Fayo” Solís fueron promotores de un torneo de “Guantes de Oro” entre escuelas, Secundarias, Universidad y Barrios de Mérida; de ahí salieron muchos buenos prospectos para el boxeo local.
En ese entonces, representamos a nuestra escuela, la Cisneros Cámara, Omar “Pelón” Fajardo y el que escribe Alfonso Hiram García; por la Vadillo, Luis Nájera Solís y Lefty Sánchez; por la Universidad participaron Omar Eljure “El Moro”, Efraín Rosado “El Sheik” y Wilbert Castillo “Champion”; y de los que representaron a los barrios, la mayoría entró al boxeo profesional, donde fueron figuras. De los colegiales, Omar y Wilbert Castillo fueron campeones en sus divisiones, el primero fue funcionario público y empresario, y Wilbert se tituló de médico y tiene una clínica privada.
Hoy hablaremos de la Lucha Libre de la época donde los yucatecos nos iniciamos como preliminaristas de los grandes de esa etapa. La lucha llegó hasta la cinematografía mexicana, destacando luchadores como la “Tonina Jackson”, “El Santo”, “Blue Demon”, los “Cavernarios” Galindo y Rangel, de gratos recuerdos en Mérida, “Huracán Ramírez”, por nombrar a algunos. Nosotros luchamos con ellos en las funciones de Batalla Campal, donde se eliminaban parejas.
El Día del Luchador me llenó de recuerdos, pero uno me impresionó: en la Capilla de la Sala de Recepciones “Zapata” se hizo un homenaje a los que ya ocupan un nuevo plano astral. Se entregaron dos coronas de los organizadores y cinco ramos de flores que llevaron sus viudas; a un costado de la capilla sus nombres, homenaje a los luchadores que dejaron huella en el deporte yucateco.
Los que vibran en una nueva frecuencia universal fueron mis compañeros de Lucha libre cuando nos iniciamos en el Circo Teatro Yucateco, casi por cumplir el 70 Aniversario de nuestro debut profesional en este deporte. De esa camada solo dos sobrevivimos: Eduardo Pinkus Leal, “Pinkusky, el Príncipe Millonario” y el que escribe Alfonso Hiram García “Lugui Shima”, que ya estamos pisando los noventa años. Pinkus ahora atendiéndose médicamente en Los Ángeles, USA; y como dice la nota periodística anterior al festejo que ilustra esta plana, se indica que ya confirmé mi asistencia a ese evento, ilustrado con una foto del recuerdo, aplicando unas patadas voladoras en una lucha local;
En ese epitafio de fallecidos hay cuatro de mis compañeros pioneros de la Lucha Libre en Yucatán: Manuel Bravo “Manolo Mérida”, Luis García “Bobby García”; Jorge García “Águila Blanca” y Moisés Carrillo “El Dandy”. Ellos ya ocupan un lugar entre los desaparecidos, junto con muchos otros –más de treinta– que nos anteceden en esta marcha natural: el promotor Gonzalo Solís Domínguez “Fayo”; el “Atómico” Argáez; “Murciélago Gutiérrez, con quien llevé una amistad masónica; “El Rebelde”, Sammy Ley; “Bestia Salvaje”; el “Gran Goro”, progreseño; “Triángulo Rojo”, magnífico luchador que aparece en la nota periodística; “Cadáver I”, a este lo sustituí en mi debut y es abuelo de los Cadáveres II y III actuales.
También se han adelantado el “Chamaco Góngora”, quien radicó en Cancún y fue miembro de la Orden Masónica; “Pancho Ortiz”; el “Príncipe Azul”; “El Magnífico”; “Gato Cetina”; El Tigre Vera, con quien luché en la Arena Terraza Peraza de Chetumal; Eddie Ortega, también de Chetumal; y recuerdo en especial al réferi Fernando Sosa.
En este homenaje recibí un tazón grabado y una placa metálica como inmerecido reconocimiento a 70 años de distancia de manos de un representante del Municipio de Mérida y del presidente de la Asociación de Lucha Libre del Caribe. Dice: A Lugui Shima, por su destacada actuación en el desarrollo de la Lucha Libre en el Sureste Mexicano. A 24 de junio del 2022, con las firmas respectivas y logotipos que la autorizan.
Fue un evento muy bien logrado, la ofrenda floral, entrevistas, reporteros, presídium de honor de autoridades locales, ambigú excelente, entrega de reconocimientos y música de mariachi para cerrar el evento; se me hizo una entrevista por María Inés Garrido para la radio y Tv, y ahí descubrí que aunque fuimos seis los pioneros de la Lucha, el Primer Campeonato de ese deporte en Yucatán se realizó en la cancha deportiva de la Universidad Nacional del Sureste, donde gané el Primer Campeonato de Lucha Libre del Estado contra el “Chamaco Denis”, y posteriormente el del Sureste.
En ese día se resaltó a aquellos que fueron y que hoy son parte de la historia del deporte de la Lucha Libre del Estado de Yucatán. Reconozco el esfuerzo cada año de luchadores y familiares, junto a promotores y patrocinadores, para congregar a más de un centenar de asistentes.
En especial, mi saludo a Carlos García Basto, quien ha destacado luchando con lo más granado de México, al igual que a “Misterio Negro”, “Guerrero Maya” y “Carlos Acosta”, con quienes recordé viejos tiempos como luchadores; y a la Federación del Caribe, que preside y está a cargo de Fredy Ríos Urcelay.
En esta ocasión cayó sobre los hombros de Fredy la organización de este reconocimiento a 12 luchadores, entre los cuales me encontraba, como pionero de la Lucha Libre siete décadas atrás.
Mi saludo y agradecimiento a Fredy Ríos Urcelay, que fraternalmente me invitó y recogió con su esposa en mi hogar, para que pudiera asistir a este magno evento, sorprendiéndome con el homenaje a mi persona.
Gracias V:. y Q:. H:. , por tus atenciones inmerecidas. Mi disminución visual y el “quédate en casa” forman parte de mi vida pandémica y de la cuarta edad.
Gracias a todos los practicantes de este viril deporte. Hacía tiempo no hablaba de los encordados y volví a sentir el afecto de todos los participantes que ahora destacan en este deporte, recordándome la juventud deportiva de Lugui Shima, El artemarcialista y destacado y fino oriental, como me presentaban.