Crimen político en México en el siglo XIX
Conferencia del Dr. Eduardo Flores Clair
Los rasgos del Impunidad bajo el gobierno de Antonio Gómez Cuervo en Jalisco, 1868-1871, fueron señalados como antecedente de situaciones actuales en México. Como parte de las sesiones de análisis convocadas por la Academia Liberal de Yucatán AC, dentro del Foro Permanente “Estado, Impunidad y Crimen Político en México”, el domingo 8 de marzo se presentó el trabajo del Dr. Eduardo Flores Clair “Crimen de Estado e impunidad en Jalisco, 1868-1871”. El Dr. Flores Clair es investigador de la DEH-INAH.
En su exposición realizó una minuciosa descripción del deteriorado y polarizado tejido social y político de la época ya que, como resultado de la instauración del Imperio de Maximiliano, prevalecía en esa región occidental del país –la llamada “Perla Tapatía”– un intenso clima de inseguridad y temor. Flores Clair destaca que hacia 1868 “el país transitó por días muy peligrosos” pues concluía una guerra “devastadora que había puesto en entredicho” ideales como “libertad, democracia, respeto, paz y, sobre todo, seguridad”.
La investigación de Flores Clair aborda la política criminal practicada en el Estado de Jalisco y, como indica, el suyo es un avance del estudio “de los mecanismos encubiertos por las instancias de gobierno con el fin de perseguir, aprehender y ejecutar a los delincuentes”, entre los que fácilmente podían encajar personajes con demandas políticas legítimas. “En este momento es cuando hablamos”, destacó, “de crímenes políticos”.
Así, citando a Raúl Zaffaroni (El crimen de Estado como objetivo de la criminología), el investigador apuntó que “los crímenes de Estado se caracterizan por ser actos delictivos de abuso de poder, una criminalidad institucional que puede llegar a constituirse en un terrorismo de Estado. En el discurso, tales hechos, por más aberrantes que sean, se justifican como lícitos, con el fin de no poner en riesgo la libertad, la democracia, la organización y la estructura de la seguridad nacional”. Ante esta tesis, y abriendo su exposición preguntó: “¿Sobre quién recae la responsabilidad del crimen de Ayotzinapa?”
Flores Clair expuso cómo en México, en el pasado como en la actualidad, poderes constituidos con base a pactos más que en el cumplimiento y apego de normas y leyes que esos mismos poderes “aprobaron”, se sigue marcando la dirección y rumbo autoritario del país. “Es difícil entender cómo se han aprobado normas y procedimientos que no se respetan ni aplican, por lo que solo se termina violentando todo”. Así, recurriendo a fuentes de archivo y periodísticas de los años del juarismo en plenitud, el investigador recupera discusiones y debates públicos que “pareciera que aún hoy día podrían trasplantarse ante masacres e inoperancia institucional como en la actualidad”.
Refirió cómo en esos años “el gobierno de Jalisco, en manos de un poderoso político Antonio Gómez Cuervo –quien contaba con el apoyo de la Iglesia Católica–, fue incapaz de enfrentar los problemas sociales de la época”. La investigación de Flores Clair se centra en la conducta arbitraria del gobernador Gómez Cuervo quien, también con apoyo de la prensa oficial de la época, descubrió y actuó contra una “peligrosa conspiración” encabezada por un militar retirado de nombre Bibiano Hernández.
Los pasos que dio el gobernador influyeron para que el entonces presidente de la República Benito Juárez, después de un debate con su Consejo de Ministros, acordara “combatir la delincuencia con leyes más severas”. Las arbitrariedades en torno a la detención del cabecilla Hernández estuvieron a la orden del día, se violaron las normas, y fueron fusilados bajo una lógica de crimen de Estado.
Gran parte de las reflexiones de la presentación evidenciaron la urgencia de “desmitificar la figura de personajes como el propio Benito Juárez” ya que, como líder y representante máximo del poder político, en situaciones como las de Jalisco terminó tomando decisiones que “definen ese tono autoritario que hasta la fecha caracteriza al poder político en México en todos sus niveles”.
La extensa y profunda sesión de preguntas y respuestas que siguió a esta importante sesión del Foro Permanente de la Academia Liberal mostró que el tema de los crímenes de Estado remonta a la historia nacional y a sus figuras más icónicas, por lo que una reflexión o esfuerzos de comparación a lo largo y ancho del país son urgentes ante la ineficacia de respuestas creíbles de qué, quién(es) y por qué se han cometido, cometen y ¿se seguirán cometiendo? crímenes políticos en México.
Luis Alvarado Alonzo
