Acuse de Recibo
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
La crónica sobre los luchadores yucatecos en los años cincuenta del pasado siglo ha levantado recuerdos y emociones en algunos de nuestros lectores del Diario del Sureste.
El escritor Jorge Pacheco Zavala nos dice: Saludos. La leí con detenimiento. Qué increíble crónica, qué fabuloso tiempo el que viviste, y qué bien que lo recrees para los lectores. Saludos y de nuevo te felicito por tu columna.
Fernando Arjona Monforte, lector y analista de la vida con quien antes compartíamos el ocio con amenas charlas sobre ajedrez o en el juego de dominó en Plaza “Fiesta”, escribe: Un verdadero placer degustar (o “gustar” vox populi) sus yucantegüidades como “un vaso de bon vino” durante estas noches covidianas los recuerdos pugilísticos que tuvo a bien compartir. No sé si realmente todo tiempo pasado haya sido mejor, pero remembrarlo indudablemente endulza y distrae este coronavírico presente.
El cartelón boxístico me retrotrajo a mis seis o siete años, en la calle 49 del barrio de Santa Ana, cuando se colocaban anuncios de cines y espectáculos en las esquinas de la ciudad y los ídolos (equivalentes de los actuales superhéroes) de la infancia eran, entre otros, Pedro Infante y Jorge Negrete, entre los galanes cinematográficos, y Santo y Blue Demon, entre los ases del ring.
Recuerdo los eternamente continuados e interminables “cuentos” de El Santo, pergeñados por José G. Cruz, repletos de fantasías de un ultramundo mágico, hermanado de tradiciones europeas y americanas nativas. Brujas, magas, diablos, duendes, científicos locos y más, todos tenían cabida en ese universo fantástico de El Santo, quien siempre estaba al filo de la derrota para al final salir vencedor, como en sus luchas, donde perdía algún asalto, para recuperarse milagrosamente y vencer al final.
Sobre la fotografía de la patada voladora en la arena Terraza Peraza de Chetumal, efectivamente: requiere de magníficos abdominales y agilidad. A gran parte de esos luchadores los escuché nombrar en algún momento, pues formaban parte del mundo yucateco de la época, dentro y fuera del ring, a pesar de que no recuerdo haber asistido a alguna exhibición de Lucha Libre en Mérida, pues era muy pequeño.
Como siempre, fue agradable leer sus remembranzas de tiempos pasados del Yucatán que en algún momento se nos desapareció.
Salud a usted, su esposa y los cercanos a sus afectos.
Rebeca Montañez, coordinadora de las conferencias-desayuno que organiza la Academia Liberal de Yucatán, además de lectora incansable, nos escribe: Qué interesante ha sido atisbar tus memorias, Hiram. Has tenido la oportunidad de cultivar variadas aficiones que se han vuelto apasionantes actividades. El deporte es disciplina, constancia, como el arte. Deporte y arte han forjado tu carácter atento, amable y amistoso. Entre todas las logias que he visto en Academia Liberal, hay muchos hermanos doctores, abogados, etc.; deberían tener una revista mensual o bimensual que ofrezca temas variados. Sería un hermoso mensaje de fraternidad para compartir. El Contador Luis Alvarado tiene mucha experiencia, podría dar ideas. Mientras tanto, como bien mencionas, hay que disponer de estos tiempos para ordenar libros y documentos.
Siempre un gusto saber de ti. Mis saludos afectuosos.
Quiero capturar en mi escritura el misterio de un gato (Edgar A. Poe)
Gilberto Martínez, “Tony Martin”: Qué recuerdos de tan bellos momentos, Hiram. Me hubiera gustado mucho haberlos vivido contigo. Te mando un fraternal saludo.
Luzelba Andazola Capó, desde San Antonio, en Texas, hace una invitación a un Crucero por Tierra Santa: Querido Amigo Hiram y Addy Victoria: Continuemos nuestra vida y nuestras aventuras. Hemos reprogramado nuestro viaje de 26 días, 22 de crucero, dos días antes para llegar a Dubái y dos después para visitar » La Rosa Mística » en Milán. Hemos leído Pepe y yo tus columnas del periódico. Gracias y Saludos.
Mi agradecimiento a nuestros lectores que nos hacen comentarios y nos recuerdan que necesitamos una revista masónica, como dice Rebeca Montañez. Me permito comunicar que la Logia Hunab-Ku 133 tiene una que se titula Letras Masónicas. En el Grupo Cívico Liberal “Fraternidad y Justicia” tenemos otra, “Letras Liberales”, que ponemos a su disposición.
Sobre “El Santo” me solicitaron otros datos: su nombre fue Rodolfo Guzmán Huerta (septiembre 23, 1917 – febrero 5, 1984), fue un luchador profesional enmascarado, actor de cine y un héroe popular en América latina; es un luchador icónico y tal vez la mejor leyenda del deporte mexicano como pancraciasta. Popularizó la lucha profesional en México tal como lo hizo Rikidōzan en Japón o como Hulk Hogan hizo en los Estados Unidos. Tuve una amistad cordial con él. Persona sencilla, amable en su trato, nos dio consejos sobre la disciplina del entrenamiento además de decirnos que, si no dejábamos el estudio, seríamos triunfadores de la vida.
Abur.