En su nuevo libro la joven periodista y escritora mexicana Alma Delia Murillo nos habla con talento y agudeza de las mujeres. Es su debut novelístico.
Cuatro historias de mujeres insomnes, incapaces de llevar una relación de pareja, que sufren y se aíslan en su propio mundo, que observan y fingen tener una vida plena, pero por dentro se sienten insatisfechas para enfrentar a sus propios monstruos es una pesadilla constante, es la trama de Las noches habitadas, de Alma Delia Murillo, publicado por Editorial Planeta.
Esta novela, señala Alma Delia, “nació de las ganas de contar con honestidad, erotismo y sentido del humor lo que hay detrás de los clichés de ‘mujer exitosa y todopoderosa’ que hoy están tan difundidos y que son una mentira absoluta”.
Su anterior libro Damas de Caza fue de cuentos. Ahora nos sorprende con su primera novela, Las Noches Habitadas, en la que reflexiona sobre cuestiones existenciales y cotidianas de la mujer de hoy.
La escritora platicó con DIARIO DEL SURESTE y esto fue lo que nos dijo.
¿Qué te inspiró a escribir Las Noches Habitadas?
La necesidad de contar una visión realista y humana de cómo ser mujer en estos tiempos, donde la sociedad te exige ser perfecta y exitosa, informada, madre y joven, inteligente pero atractiva y que siempre aspires a crecer. Me propuse desmitificar la idea de la mujer que todo lo puede, quise hablar de nuestra condición humana, las mujeres estamos ahí, vivas, a veces maravillosas, otras horribles, y también solidarias, calientes, asustadas y envidiosas, todo eso como los hombres.
¿Es Las Noches Habitadas un libro dedicado a las mujeres o por las mujeres?
Es más bien un libro escrito por una mujer, con historias inspiradas en mujeres que he conocido durante los últimos 20 años. Pero siento que no es específicamente un libro sobre mujeres, sino sobre la condición humana.
¿Cuál es el punto de convergencia entre Carlota, Claudia, Magdalena y Claudia?
El recurso que las une es el insomnio. Carlota es la adolescente brillante, pero con sobrepeso y virgen; Magdalena, la ejecutiva soltera y sexualmente desbordada; Claudia, la esposa obsesionada con los celos; y Dalia, quien lleva una relación de pareja transgresora, cada una con un lenguaje propio y una personalidad desbordante. Las Noches Habitadas confrontará, con pasajes tan duros como irónicos, a los lectores con lo peor y lo mejor de sí mismos, los demonios de la autocompasión y victimismo que todos tenemos, pero también ofrece la vitalidad para afrontarlos y atrevernos a la transformación.
¿Cuál es el impacto que esperas en los lectores, luego de que viajen por las líneas de Las Noches Habitadas?
Con toda humildad, creo que quien la lea encontrará un texto vivo. Quise retratar personajes humanos y complejos con conflictos actuales para que el lector se relacione con las historias de una manera más orgánica. Es una novela que remueve y de la cual los lectores no saldrán intactos.
¿Qué significado tiene la noche en tu libro?
Pues la noche en mi libro y para mí significa insomnio. Desde niña lo he padecido. Fuimos una familia de ocho hermanos, y mis padres se separaron desde que era muy pequeña; tal vez desde ese entonces comencé a padecerlo –el insomnio–. Al principio lo sufrí pero ya luego empecé a disfrutarlo, a leer de noche y, más recientemente, a escribir de noche.
¿Qué sigue para ti luego de escribir este libro?
Escribir otra novela, ya tengo algunos apuntes, aspiro a ser una novelista. En realidad la historia de novelista empezó hace mucho tiempo y por el camino equivocado, cuando soñaba ser actriz y a los 19 años abandoné la casa de mi madre con mis libros metidos en nueve cajas. Busqué un trabajo de telefonista, confiada en vivir de ese sueldo, pero la realidad me pegó en el rostro.
Finalmente, ¿con cuál de tus personajes te identificas más?
Con Carlota, pues creo que es el eje de la novela. Es un personaje irreverente pero al mismo tiempo de una lucidez enorme. Me divertí mucho creando a este personaje.
CECILIA SILVEIRA
