CXII
EL RECREO
Una excelente señora
ha acostumbrado a sus hijos
no a torpes juegos incultos,
sino a gratos ejercicios.
En el estanque del huerto
ya navega un vaporcito,
que habilidosos construyen
entusiasmados los niños;
ya de cartón o madera
hacen varios edificios;
ya les sirve de teatro
un rincón del pasadizo.
Ved: del uno al otro lado
del jardín corren un hilo
y en los extremos colocan
dos cartuchos o cilindros.
¡En el teléfono! Al punto
uno aquí apresta el oído
allá el otro el parte pone
y aplaudiera EDISON mismo.
– “Un ferrocarril hagamos” –
otra vez dicen los chicos
y con una maquinita
que les regaló su tío,
improvisando los rieles,
los carros, campana y pito
del zaguán a la cocina
hacen el férreo camino.
Así es como se divierten
los pequeñuelos del juicio,
y no jugando a los toros
o riñendo enfurecidos.
Rodolfo Menéndez
Continuará la próxima semana…