Liderazgos En Crisis

By on enero 26, 2017

Editorial

Liderazgos_1

Liderazgos En Crisis

Los Estados Unidos, a partir de 20 de enero anterior, y México, desde hace decenios, muestran fracturas severas en lo que se refiere a la conducción eficiente de ambos países, sujetos a la voluntad omnímoda de los presidentes nominados para dirigir a dos países de Norteamérica.

México lleva la peor parte por la extensa, errática conducción, de los destinos nacionales. Los electores mexicanos han caído bajo la influencia de los medios masivos de comunicación, que han hallado en el silencio y/o la complicidad la forma de mantener en alto su influencia en la opinión pública, mediante campañas continuas de enaltecimiento a quienes estén en el poder o aspiren a él, desde el cual harán fluir cantidades industriales de recursos al mantenimiento de la imagen gubernamental o dar soporte a la ilusión de que vivimos el mejor momento, el más elevado, la cumbre de las satisfacciones ciudadanas.

Cualquier acción de gobierno promocionada ($) se vuelve todo sonrisas, enaltecimiento, números alegres y comparativos, creando francas adulaciones a quienes temporalmente viven gobernando, gobiernan para vivir, haciéndolo con amplitud y excesos a partir de presupuestos oficiales, pretendiendo imponer derecho de sucesión y herencia a sus familiares. Por lo general, existen alianzas entre clanes políticos y empresariales/financieros/especulativos, convirtiendo a un pueblo cautivo en víctima de sus acciones impropias.

Esto ha ido ocurriendo en México, pero ahora preocupa que el fenómeno se inicie en los Estados Unidos, donde es electo un presidente que, en la publicitada democracia norteamericana, triunfó no por la votación en las urnas que depositaron los ciudadanos, sino por el sistema de puntos que opera en su sistema político.

Confiar el poder a un gobernante conflictivo, agresivo, no conciliador, impositivo y grosero no será la mejor carta de presentación de ese país ante un mundo multipolar.

Aquí queda para la posteridad aquel dicho de que el sentido común, es el menos común de los sentidos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.