El Mesías – Camino a Caná, Anne Rice

By on enero 22, 2021

Libros

Por medio de la Biblia, del Nuevo Testamento, sabemos de Jesús, el Hijo del Hombre, el Mesías. Esa es la versión “oficial”, base del dogma cristiano que muchos católicos respetamos.

Abundante en detalles que resaltan la humanidad de Jesús, la Biblia no alcanza a darnos mayores detalles de su vida en el periodo comprendido entre su nacimiento y el inicio de su vida pública, salvo algunos esporádicos momentos como su presencia en el Templo, cuando se escapó de sus padres a los seis años.

Es ese elemento de misterio el que a muchos de nosotros nos ha llevado a leer historias de diferentes autores sobre el personaje en quien se basa la religión con más seguidores sobre el planeta, cada uno de ellos presentando a Cristo desde su muy personal óptica y fe.

A Nikos Kazantzakis y La última tentación de Cristo, Giovanni Papini y su Historia de Cristo, uno ahora los dos libros de Anne Rice sobre Jesús, siendo El Mesías – Camino a Caná el segundo que escribió cuando se reencontró con su religión católica, como homenaje a este personaje.

En El Mesías – El Niño Judío nos relató la vida de Jesús hasta los seis años, las crudas circunstancias bajo las que la sociedad de esos días se regía, y la sorpresa de ese niño ante las involuntarias manifestaciones del poder divino del que había sido revestido, sin conocer las circunstancias de su nacimiento.

En este segundo tomo nos relata la adolescencia y el inicio de la adultez de Jesús, justo hasta el momento que da nombre a este libro: las bodas de Caná, episodio con el cual Anne Rice nos encamina a seguir leyendo en los Evangelios.

Resulta maravilloso leer, aunque se trate de un trabajo de ficción muy bien documentado, la vida diaria de Jesús en esos días, la convivencia familiar, sobre el trabajo del que obtenía los recursos con los que vivió y sostuvo a su familia, sus interacciones con los demás, la observación de las costumbres y del medio ambiente en el que se desenvolvía, y la manera en que todo formó el crisol del cual nació su ministerio de Amor.

En El Mesías – Camino a Caná nos familiarizamos también con Juan, el Bautista, primo de Jesús, con los esenios, y con otros personajes que resultarán importantes en la vida de Jesús y de quienes leemos posteriormente en el Nuevo Testamento; conocemos de las tentaciones en el desierto por el Maligno y, en medio de todo esto, acaso lo más importante, leemos y lo acompañamos en sus ejercicios de introspección mientras acepta su condición de Hijo de Dios.

Al mismo tiempo, es imposible soslayar las costumbres judías del entorno, y con ellas la presión a la que fue sometido Jesús para casarse, o la atmósfera política y la opresión romana, las intrigas desde el palacio del César y las del sanedrín.

Anne Rice, decía, se había reconciliado con la religión católica, y posteriormente decidió alejarse de la doctrina, sin dejar de creer por un segundo en Jesús. En esta obra, ese Amor por la figura del Redentor se refleja en esos diálogos internos que sostiene Jesús y con los que se dirige a Su Padre, porque muy bien pudieran ser los que la autora sostuvo con Él.

Mi padre, cada Semana Santa, desempolva los libros que hablan de Jesús, y les dedica tiempo. Sin duda, encuentra en ellos algo similar a lo que he hallado a través de la lectura de los libros que he mencionado: la paz que irradia un personaje como Jesús, el Hombre más grande de la Historia.

Me queda claro que haré algo similar con estos libros de Anne Rice siempre que lo desee, no necesariamente en Semana Santa, sino porque me resultaron como un bálsamo, un remanso de espiritualidad y paz.

No es necesario ser católico o cristiano para disfrutar estos libros, porque no apuntan a seguir el dogma. Tan solo se requiere el deseo de aprender, y acaso aceptar el riesgo de revestirse de humanidad y conversión, al leer y reflexionar sobre lo que tuvo que enfrentar Jesús antes de iniciar su camino hacia la Gloria.

Que sea para ustedes tan agradable y esperanzadora la lectura de esta serie de libro sobre Jesús, de la gran escritora norteamericana Anne Rice, como lo ha resultado para mí, en las circunstancias en las que vivo, en medio de una pandemia que exige de nosotros disciplina y, sobre todo, fe.

Amén.

S. Alvarado D.

sergio.alvarado.diaz@hotmail.com

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