Adicción al celular: el phubbing y las llamadas fantasma

By on febrero 3, 2017

Adicción al celular: el phubbing y las llamadas fantasma

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Los dispositivos celulares forman parte del día a día y se han colocado como una herramienta indispensable en la vida de los Millennials.

Un celular, una laptop o una tableta son elementos que nos ayudan a estar comunicados, informados, e incluso pueden representar una vía de ingreso económico para muchas personas; pero el que el teléfono celular sustituya la interacción personal es un problema con el que nos estamos enfrentando, pues no es raro que, aun estando rodeados de personas, algunos de nosotros no podemos dejar del celular

A partir de la popularización de las redes sociales, se hace más presente el desarrollo de un apego emocional al celular. El phubbing (término formado a partir de las palabras inglesas phone y snubbingconsiste en el acto de menospreciar a quien nos acompaña, al prestar más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a su persona. Es un hábito descortés que ataca al protocolo más básico de las relaciones humanas: a la hora de sentarse a la mesa, o simplemente cuando se está en presencia activa de alguien más, significa una agresión sutil ignorar al que tenemos en frente.

Todos hemos sido testigos al menos una vez del phubbing durante una reunión de trabajo, o una comida familiar. La realidad es que el phubbing amenaza con reducir las relaciones sociales cara a cara al intercambio de mensajes de texto.

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La adicción al celular, y que éste represente inicialmente un vínculo con los demás, está relacionado a posibles malestares psicológicos, siendo el teléfono un canal de proyección para las carencias afectivas.

Un estudio de la Universidad de Gotemburgo realizado a cuatro mil cien personas de entre 20 y 24 años en Suecia, revela que la dependencia al celular tiene diferentes repercusiones físicas y emocionales como trastornos del sueño, ansiedad, estrés y depresión. Entre las características de una persona con adicción al celular están:

  • Aislamiento
  • Preocupación excesiva al no tener su celular cerca.
  • Comportamiento compulsivo y agresivo

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El apego al teléfono celular puede generar ansiedad que lleva al cerebro a crear la ilusión de la vibración, o incluso escuchar el timbre del celular, aunque nadie llame. Son las denominadas “llamadas fantasma”. El doctor Daniel Kruger, profesor asistente de investigación en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, ha denominado a este tipo de ansiedad ringxiety en inglés, una mezcla de las palabras ring (timbre) y anxiety (ansiedad).

Este fenómeno no es raro que les ocurra a los usuarios habituales de teléfonos inteligentes, pero aquellos que tienen «ansiedad de apego», un desorden caracterizado por la inseguridad en sus relaciones con otras personas, suelen tener estas experiencias con mayor frecuencia. Partiendo de estos hallazgos, no es raro que los adolescentes tengan más predisposición a no poder despegarse del celular, ya que se encuentran en una etapa donde las relaciones y la necesidad de pertenencia son indispensables.

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«Los individuos con una ansiedad de apego muy elevada están preocupados porque las personas con las que se relacionan les abandonen, y porque sus sentimientos hacia su pareja no sean correspondidos,» explica el doctor Kruger.

Una persona con apego inseguro necesita recordar constantemente que es importante para su pareja y amigos. Son personas a las que les afecta mucho el “Dejarlos en visto”, aun cuando sean mensajes que no requieran respuestas. En palabras del doctor Krueger: «Quienes están preocupados por perder a sus relaciones, anhelan recibir mensajes de alguien porque, de esa manera, sienten que son importantes para los demás.”

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El apego al teléfono celular genera ansiedad, la que se manifiesta desde ignorando a las personas de nuestro alrededor, causándonos problemas en nuestras relaciones y rendimiento laboral, hasta crear pequeñas alucinaciones como sentir que el celular vibra o suena cuando no es así. El tiempo que pasamos mirando nuestras redes sociales es proporcional al grado de depresión que una persona puede experimentar. Mantener un contacto virtual con el mundo sólo nos lleva a aislarnos y a crear expectativas falsas de nuestro ambiente.

Consejos para un sano uso del celular y las redes sociales

  • Establece un horario para revisar tus redes, teniendo en cuenta de que no sea excesivo, y respétalo.
  • Realiza actividades al aire libre, y evita sacar el celular cuando estés con otras personas; haz del contacto directo una prioridad.
  • Vigila el uso adecuado del celular en los adolescentes; como padres de familia debemos estar atentos a que nuestros hijos no dediquen mayor tiempo a las redes sociales que el que dedican a las actividades formativas o de recreo.
  • Establece límites; marca un presupuesto con tu celular, y vigila que no se exceda; de esa manera puedes establecer un control externo del uso del celular.

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Si se dificulta, o es imposible, desapegarse del celular, lo ideal es revisar la calidad de vínculo a nuestras relaciones, si la dependencia con el celular no se encuentra estrechamente relacionada con nuestra dependencia con los demás.

“Nada resulta tan deshumanizador como la ausencia de contacto humano

Nelson Mandela.

Psicóloga Jimena Barrera Báez

Psicología clínica y Arteterapia

Facebook: Psicóloga Jimena Báez

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