Abducción – Capítulos X, XI y XII (Final)

By on mayo 14, 2015

Las jóvenes de servicio en el módulo, amablemente distribuyeron una copa más de vino; Dam saboreó lentamente el apreciado licor y, al retirar su copa, inquirió: “Basándome en los argumentos que expusieron y en los errores que nuestra civilización ha cometido, quisiera saber, ¿cómo viven ustedes?, ¿cómo es el medio ambiente y cuáles son los preceptos y leyes de allí donde ustedes provienen, en Ciilulah?”

Con la cortesía de siempre, la Dra. Clelia se dirigió a Dam: “Los ciilulenses respiramos oxígeno como ustedes lo respiran; físicamente, ya lo habrás comprobado, somos muy semejantes los unos a los otros, habiendo una variante en los tiempos de esperanza de vida: mientras ustedes, en la mayoría de sus naciones, tienen un promedio de vida de ochenta años terrícolas, nosotros gozamos de una esperanza que rebasa los trescientos años. La salud corporal, la ausencia de enfermedades y padecimientos dolorosos nos prodiga una vida placentera y agradable para el sano desarrollo de nuestra civilización.

“Contamos con los mismos cinco sentidos, pero hemos desarrollado otros tantos que nos permiten captar infinidad de sensaciones con las que orientamos nuestras decisiones y actos con mayor seguridad.”

“Le brindamos esmerada importancia a la ganadería, porcicultura, acuacultura, así como a la agricultura, etcétera; como podrás imaginar, nuestra alimentación se basa en los resultados que ofrecen esas actividades estrictamente planeadas y aplicadas con esmerado cuidado. Nuestro afán es similar al que ustedes aplican a los productos de carne vacuna exportados desde Kobe, Japón, para la clase privilegiada del planeta tierra – carne que se obtiene de animales alimentados, balanceadamente, con lúpulo en cantidades determinadas, animales asépticos y mantenidos cuidadosamente en instalaciones especiales con climas artificiales, lugares ambientados con música relajante donde cada animal recibe mimos y masajes corporales –. El sacrificio de estas bestias se lleva a cabo sin dolor, a fin de que el animal se mantenga lejos del estrés. La única salvedad es que esa carne resulta para ustedes un lujo extremo, sumamente cara. Para nosotros, esa calidad de alimentos es común para todos los hogares, además de que en Ciilulah es gratuito.”

“Acerquémonos a otros rubros. Nuestras ciudades cuentan con una población no mayor al millón de habitantes, y en cada población se cuenta con museos que abarcan varios géneros, zoológicos, bibliotecas dotadas con libros de toda índole, e información digitalizada que se actualiza constantemente. La población dispone de   parques, jardines, universidades orientadas a la cultura, la ciencia, las técnicas y las artes, para que cada ciudadano, de acuerdo a su vocación, determine libremente su formación. Los maestros y profesores son altamente calificados y por propia voluntad nunca dejan de actualizarse.”

“El transporte urbano mantiene una intensísima actividad a fin de facilitar el desplazamiento de los ciilulenses de un lugar a otro. Estos transportes y los pocos vehículos particulares no consumen hidrocarburos, por lo cual no contaminan como sucede en este planeta. Las unidades para desplazamientos urbano y las utilizadas en actividades industriales no ruedan: levitan magnéticamente, porque es posible controlar la fuerza de gravedad mediante el rechazo recíproco de los polos magnéticos del mismo signo. Esto que tú puedes llamar fenómeno ya es utilizado ahora en los trenes de China y Japón, alcanzando velocidades mayores a los quinientos kilómetros por hora y ya se analiza su aplicación en Alemania. Nuestros vehículos se impulsan con energía obtenida de la vibración magnética que genera Giese, nuestro sol, otros soles y el espacio de toda la galaxia. Con esas técnicas de acopio y aprovechamiento de energía no se contamina el medio ambiente.”

“Esta energía de la que hablamos, se utiliza en todo Ciilulah tanto para la industria, alumbrado, y obra pública, como para generar felicidad en el hogar de cada ciudadano y es la misma, pero potenciada, la que requerimos en las naves que realizan viajes de exploración a otros planetas de nuestra galaxia.”

“La vida cotidiana de los habitantes de nuestro planeta es semejante a la que algunos de ustedes disfrutan: nos reunimos en fiestas sociales, se canta, se ríe, se baila y se vacaciona con mucha frecuencia.”

“Con la finalidad de que esas vacaciones sean accesibles y asequibles para todos los habitantes de nuestro mundo, los gobiernos de cada nación confederada organizan periódicamente grupos para disfrutar paseos divertidos e instructivos, según sea la preferencia de cada ciudadano; los hay que prefieren las playas, otros las montañas y las selvas, etcétera. Los convoyes pueden ser por aire, por mar o sobre la superficie del planeta, levitando en vehículos especiales.”

“Para no hacer demasiado tediosa esta exposición, sólo haremos referencia a nuestros mares y playas, ya que sería un cuento de nunca acabar si hacemos mención a panoramas de ciudades, selvas, lagos, montañas, etcétera.

“Pasear disfrutando nuestras playa es verdaderamente maravilloso. Tenemos una gran variedad de hermosos colores en cada rincón de nuestro planeta. Los océanos que bañan Ciilulah rodean los continentes y tienen coloración diferente a los bellos mares azules de la Tierra; nuestras aguas oceánicas son rojizas y las arenas de las playas, en cada continente, son diferentes en coloración; las hay verdes, amarillas, rojas y muy blancas.

“¿Cómo puede ser posible la variación de los colores en las arenas y en los mares? No lo puedo concebir”, exclamó Dam.

“Sí, es cosa de otro mundo”, riendo continuó la exposición la Dra. Clelia. “Aclaremos eso que para ti resulta inconcebible: el precioso color azul o azul-verdoso de los mares terrestres se debe a que el agua transparente absorbe con facilidad las longitudes de onda larga que corresponden a los colores rojo, naranja y amarillo; las longitudes de onda corta de los colores azul y violeta rebotan en la superficie de las aguas y, al rebotar, son captados por el ojo humano. Intentemos aclarar esto un poco más: el agua pura no presenta ninguna tonalidad de color. Las ondas cortas y largas, cuando el líquido es poco, lo atraviesan fácilmente dejando al agua como es, transparente; pero cuando se trata de volúmenes inmensos, a las ondas cortas se les dificulta atravesarlos, produciendo un efecto de rebote. A mayor cantidad de agua, más intenso es el color azul que refleja.”

“En Ciilulah sucede algo semejante, con la diferencia de que las ondas que mayor resistencia encuentran para atravesar el agua son las que corresponden a los colores rojo y naranja; por ello, el reflejo que nuestros ojos captan al mirar nuestros mares resulta rojizo-amarillento. Sin embargo, no dejan de ser bellos nuestros mares, y más bello todavía es el espectáculo si son enmarcados con la variada coloración de las arenas que el mar acaricia en cada oleada.”

“Esta característica de las arenas en Ciilulah no es cosa de magia tampoco, es el resultado de la conformación física de los minerales con que se amalgaman esos polvos acariciantes. Las arenas están conformadas con minerales y polvos de las rocas que se desgastan y erosionan; por esa razón, las arenas varían de un lugar a otro, dependiendo de los minerales que contienen las rocas que están cerca del mar. Seamos redundantes: las rocas cercanas al mar contienen clorita o glaucomita que, al erosionarse, dan color verde a la arena. Las rocas ígneas como el granito producen arenas amarillentas, rojizas con brillo nacarado. Químicamente, son silicatos complejos que contienen aluminio, sodio, potasio o calcio, y reducidas cantidades de óxido de magnesio y hierro. Con estas y otras composiciones químicas podemos encontrar gran variedad de arenas que embellecen panoramas paradisíacos.”

“Si a estas variantes en nuestro maravilloso conjunto de playas anexamos la exuberante vegetación circundante, obtenemos panoramas espléndidos y soñados que nuestros vacacionistas disfrutan plenamente.”

“Te hemos expuesto anteriormente que los equipos de transporte a cargo del Consejo sirven para la traslación de viajantes; por ello, las excursiones a diferentes lugares del planeta son programadas convenientemente para que los ciudadanos con sus familias que pretendan disfrutar los paseos y conocer otras regiones se inscriban puntualmente en las listas del turismo, a fin de que las autoridades de ese sector oportunamente organicen los viajes a diferentes destinos, sin costo alguno, y los ciudadanos realicen sus sueños.”

“Por ahora es importante insistir en que la tecnología es utilizada para realizar programas de vivienda poblacional, infraestructura adecuada a ciudades, poblados, caminos, etcétera; también es utilizada para el impulso a la transportación marítima, aérea y convencional de pasajeros y carga. Los viajantes trabajadores en la supervisión de obras oficiales y los viajeros de paseos excursionistas utilizan los transportes de alta tecnología.

“Nunca es permisible aplicar estos adelantos para la producción de artículos vendibles en el comercio y con ello se propicie el enriquecimiento fuera de la Ley.

“El propósito de los habitantes de Ciilulah no es amasar capitales dilapidables sino perseguir la evolución humana. Como apoyo a ese anhelo de perfeccionamiento, y por convicción, las parejas sólo procrean dos hijos; tener a su cuidado más descendencia crearía dificultades para atenderlos y educarlos. En condiciones óptimas los padres gozan de más tiempo para su desarrollo personal y vivir sanamente en sociedad. Al procrear irresponsablemente más descendencia estarían propiciando la explosión demográfica en forma exponencial. Es oportuno aclarar que las uniones entre parejas tienen lugar cuando los jóvenes alcanzan la mayoría de edad y está establecido que ese evento ocurre a los veintidós años cumplidos.

“La administración, distribución y aprovechamiento sano y oportuno de los bienes que toda la gente genera está a cargo de los gobiernos de nuestros cuatro continentes y por tanto a la confederación de naciones de Ciilulah con su gran consejo de sabios a la cabeza, el cual está conformado con representantes de cada nación confederada.

“Así mismo, se ha determinado como condición básica de las actividades ordenadas de nuestra civilización respetar, sin condición alguna, que todos los ciudadanos se sujeten a la Ley fundamental de nuestra existencia en el universo; la cual , en su sabio espíritu de supervivencia, determina que se debe mantener una relación estable, armónica y respetuosa con el medio ambiente universal. Partiendo de ese principio fundamental se ordenaron las demás Leyes secundarias de estricta aplicación.

“Sin profundizar en el asunto porque sería prolijo enumerar las miles de regulaciones oportunas; sólo haremos mención a vuelo de pájaro, del reconocimiento y hermandad de todo ser humano con el universo; comenzando con que cada persona se enfrente favorablemente a su más cercano entorno.

“Haz, amigo terrestre, un comparativo de lo que, apenas esbozado, ocurre en Ciilulah con lo que de manera contraria está sucediendo en tu mundo. En términos generales, si se continúa con ese avieso comportamiento, se puede pronosticar que el planeta Tierra y su civilización están en camino de su auto destrucción a mediano plazo.”

“Es este el MENSAJE, entre hermanos, que venimos a difundir con la finalidad de que la condición autodestructiva actual se enmiende.”

Capítulo XI

“Lo siento, Dam”, dijo la doctora. “Mientras platicábamos, el examen corporal y del intelecto han concluido, y no queremos perjudicarte en la rutina de tu vida cotidiana. Ya nos has conocido personalmente, te hemos dado a entender nuestras intenciones, te hemos platicado a qué venimos y quiénes somos.”

“Pero, ¿cómo es posible?”, interrumpió Dam. “Me ha dicho, doctora, que los exámenes corporales, análisis y mediciones de mis capacidades intelectuales ya concluyeron. Yo no he sentido ni experimentado aproximaciones de todo a lo que dicen me han sometido. No he percibido nada; no extrajeron sangre para analizar; por obvias razones, no hubo examen de heces fecales ni de orina, ni fui sometido a pruebas analíticas para determinar mi IQ. En todo caso, ¿dónde están los resultados, doctora?”

El doctor Otto cortésmente se comunicó con Dam: “todos esos análisis y pruebas que supones debimos llevar a cabo, para nosotros son arcaicos; desde hace varios siglos fueron sustituidos por sistemas inteligentes más técnicos y científicos, de avanzada.”

“Desde que llegué a este módulo he admirado sus adelantos científicos, pero no puedo entender en absoluto como manejan y aplican esos avanzados métodos.”

El doctor interrumpió las excitadas conjeturas y con amabilidad expuso: “voy a explicarte someramente como se aplica este sistema de diagnóstico, aun cuando para ti resulte complejo entenderlo.”

“Las paredes de este recinto tienen estratégicamente incrustados elementos de cuarzo, pero no es el cuarzo común que seguramente conoces; primeramente fue analizada la composición molecular de algunas muestras del elemento en cuestión, y con base en esos análisis nuestros científicos rediseñaron los enlaces químicos para cambiar la resonancia molecular de todo el compuesto.”

“¿Rediseñados? No lo comprendo.”

La Dra. Clelia intervino: “esto te resultará interesante: el material fue manipulado deliberadamente a escala nanométrica para modificar su estructura molecular y crear un nuevo compuesto con propiedades completamente diferentes a las del cuarzo común.”

“¿Pero con qué objeto?”

“Verás, el nuevo cuarzo que se encuentra incrustado en las paredes de este recinto posee características de almacenamiento de información y ampliación de ondas electromagnéticas y acústicas que sólo pueden ser comprendidas mediante la aplicación de nanotecnología avanzada. Con esto se obtiene una reprogramación química del compuesto en el sentido atómico; de tal manera que el cuarzo adecuadamente incrustado crea una condición de resonancia molecular, y también se forman túneles de conducción de energía capaces de amplificar millones de veces las ondas electromagnéticas, produciendo un número infinito de diferentes reacciones que van desde la iluminación en diferentes gamas de espectros de luz hasta el reconocimiento de sonidos para activar protocolos prediseñados para el funcionamiento de los sistemas de información.”

“Imagínate una gran computadora programada para procesar y diagnosticar acertadamente toda la información que recibe. De esta manera el cuarzo modificado reconoce los sonidos del fluir de la sangre en las venas, el movimiento de los gases estomacales, el funcionamiento de los intestinos y su contenido, así como también reconoce el flujo y la composición de la orina. Estas lecturas son aplicadas a programas que activan la sensible memoria de almacenamiento de datos y, al compararse con los estándares programados, arroja inmediatamente resultados de los estudios. Es así, Dam, como obtenemos la información requerida.”

Con los ojos desorbitados y la boca abierta, Dam escuchaba, si así puede decirse, las explicaciones de los doctores. Reaccionó al instante y comentó: “Es poco lo que entiendo y mucho lo que me asombra este tema. ¿Podrían ser más explícitos?”.

La doctora intervino para que el encuentro finalizara. “No, Dam, tratar de explicarte más sobre el tema podría perjudicar tu intelecto y no es ese nuestro propósito. Quizá en alguna otra entrevista podamos ampliar estas observaciones, por ahora ha terminado nuestro tiempo programado para esta amable plática. Debes retornar a tu vida de rutina y nosotros continuar nuestras actividades. Buenas noches, Dam”.

La doctora se levantó del asiento y el Dr. Otto hizo lo mismo. Ambos caminaron de retorno por la misma ruta que utilizaron para presentarse. A medio camino, giraron ciento ochenta grados para quedar de frente al visitante, se inclinaron respetuosamente, despidiéndose desde la distancia.

La puerta por donde Dam ingresó al recinto se abrió. Los musculosos recepcionistas, vestidos de rojo, azul y blanco, se acercaron e invitaron al terrícola a abandonar el lugar. Dam obedeció, acompañándolos.

Juntos recorrieron a la inversa la ruta de ingreso, lenta y acompasadamente, hasta llegar junto al Nissan gris.

Dam no lograba determinar el estado de ánimo en que se encontraba: enfadado, sorprendido o satisfecho por haber concluido una aventura. Mecánicamente abrió la portezuela de su vehículo, se sentó al volante e involuntariamente giró la cabeza buscando con la mirada al módulo flotante. En ese instante la nave emprendía su movimiento ascendente. En pocos segundos desapareció.

Capítulo XII

El Nissan enfiló, como todas las noches, rumbo a su casa; tal como si fuera mula de hacienda que sola encuentra el camino a su corral donde le espera agua y sustento.

Dam mecánicamente accionaba palancas y pedales, dando giro al volante cuando se requería. Sus pensamientos no estaban dentro del vehículo: volaba entre un laberinto de ideas y cuestionamientos.

Lo que más le angustiaba era decidir si revelaría o no la historia vivida momentos antes. ¿Alguien le creería? ¿Se burlarían de él, tomándolo por loco? Su familia y amigos, principalmente. ¿Fue verdad o simplemente un sueño sin sustento alguno? Ciilulah, los doctores argumentando hipótesis y teorías ¿reales o ficticias?

Sin pretenderlo, llegó a su mente una frase que en algún lugar leyó: “HAY DOS COSAS QUE SON INFINITAS, EL UNIVERSO Y LA ESTUPIDEZ HUMANA”. El que esto dijo fue nada menos que Albert Einstein. Este enunciado hizo especular a Dam: ¿este sabio alemán estaría enterado de lo mismo que a él le revelaron? ¿También habría sido abducido? ¿Fue descendiente de los ciilulenses infiltrados?

Estas preguntas y un sinfín de conjeturas revoloteaban en la agitada mente del recién abducido.

Por temor a ser juzgado como orate, tomó la decisión final de callar, de esconder su vivencia.

Por fin, el Nissan tomó su lugar en la cochera del hogar de Dam. Descendió del vehículo y entró a casa, saludando a los suyos como cada noche y, con esfuerzo, se comportó como en cualquier noche.

EPILOGO

En silencio, a solas, Dam ponderaba la validez de los argumentos esgrimidos por aquellos doctores abductores del amplio cosmos: caracoleros embustes impresionantes o tópicos con suficiente base científica, producto de siglos de experiencias profundas, acumuladas y aprovechadas para obtener plácidos beneficios a favor de una vida de desarrollo, persiguiendo un fin previsible en los planes de conseguir y permanecer en completo confort y felicidad durante toda una existencia.

No le era posible llegar a conclusiones satisfactorias; pero no podía retirar de su mente aquella experiencia.

Pasado ya buen tiempo, los recuerdos seguían aguijoneándole el pensamiento; hasta que al fin no pudo más y quiso compartir con alguien sus vivencias. Vino a visitarme y me relató su corta pero muy singular odisea, solicitando la trascribiera esperando que los lectores enterados sean los que, según su juicio, determinen entre lo que puede ser VERDAD o FANTASIA.

Diego M. Mezeta Chan

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