La Maya Interculturalidad (1)

By on marzo 16, 2017

Interculturalidad_1

La Maya Interculturalidad

(I)

“La maya interculturalidad es una forma particular de expresar una visión de relación mutuamente enriquecedora desde la cultura maya hacia otra cultura. En todos los casos, recíprocas visiones, desde las particularidades de cada una de las culturas participantes, establecen una garantía clave para una sana interculturalidad; misma que previene manifestaciones de un contrasentido deshumanizador y violatorio de la dignidad en numerosas convocaciones a ser interculturales hacia colectivos humanos en desventajas, como hasta hoy ocurre, y que no debería ser así, con las Culturas Madres del mundo frente a la Modernidad. Sólo desde la base de una educación autentica humanista, sana, podrán surgir las garantías de una sana interculturalidad.”

Los niños Jacinto Pat, maya, y Julio Montejo, no maya, son desde los cinco años Compañeros de Viaje en la Vida gracias al programa “Pre Alto Rendimiento Integral Existencial” en el que niños mayas y no mayas se integran en sostenidos dúos escolares, asociados con un dúo de abuelo maya y abuelo no maya. Favorecidos por el viernes mensual normado de no clase, y el lunes y martes de carnaval, en que tampoco hay clases, dichos niños aprovechan para intercambiar y engrandecer su relación especial de sana interculturalidad

– “Comencemos por tratar sobre tu trabajo de investigación “El número cinco, una brújula para conocer, con método maya”,  Tengo claro de intercambios anteriores que el número cinco tú lo presentas como un Hilo de Ariadna (técnica mitológica griega para entrar a un laberinto, con una guía para poder salir de éste) que puede facilitar la develación de conocimientos naturales.”

– “Así es, fulano, los cinco dedos de cada mano o pie, en la Cultura Maya y en otras, fue la clave para establecer sus sistemas numéricos. Nosotros aplicamos el Sistema Vigesimal por nuestros veinte dedos; y como tenemos seis articulaciones mayores en ambos lados del cuerpo – tobillo, rodilla, flanco de la cadera, hombro, codo y muñeca – y además tenemos el cuello, sumando un total de 13, encontramos la magia del número (20×13) = 260, con el cual conformamos nuestro calendario Tsolk’in; este número fractal (forma que se repite a diferentes escalas que se ejemplifica bien en la coliflor y sus ramas pues las más pequeñas repiten la misma estructura a escalas menores) se manifiesta de muchas formas en nuestras vidas: lo encontramos en el ciclo de la gestación humana, en las manifestaciones matutinas y vespertinas del ciclo sinódico de marte (tiempo de giro alrededor del sol), en el tiempo de muda de la piel en la serpiente, etc.

“Con 52 manos, de a cinco dedos, se llega al 260; fue así que descubrimos el siglo natural, auténtico, del universo, que nos permitió organizar la misión y visión de las etapas de la vida humana en cuatro estaciones: de cero a 13, de 13 a 26, de 26 a 52 y de 52 al final o muerte, que abre un nuevo comienzo. Llegado a los 52 años, el maya adquiere la categoría de anciano, sabio, en el perfil de experiencias de vida que fueron guiadas por la especificidad de su k’in de nacimiento.

“Los mayas aprendimos hace milenios que la naturaleza es, en el fondo, pura matemática, y que lo numérico es el Gran Lenguaje Universal. El cinco es el tercero de la serie de números primos (indivisible excepto por el mismo y por el uno). El cinco es el quinto término de la Sucesión de Fibonacci, después del tres y antes del 8 (números que comienzan por el 1, siguen luego 0+1=1, 1+2=3, 2+3=5, son la suma de los dos antecesores). Dicha sucesión expresa los números que mejor empaquetan. Así, son claves en los pétalos de las rosas, en la organización de las células sanguíneas, en las rugosidades y grietas de las rocas y, en general, en toda la forma y contenidos de las variadas expresiones de los reinos vegetal, animal y mineral. El cinco define al pentágono, y la longitud del lado en esta figura entre la de su diagonal nos da un número tan maravilloso para la vida que se le apoda Número de Oro o Divina Proporción.

“En mi investigación, siempre ayudado por mi abuelo, debo dar estructura a estas maravillas, cuidando de no priorizar a la razón sobre la sensibilidad, para quedar abierto al Método Maya del Conocimiento, que es el tema tremendo en que tú investigas, amigo Julio.

“Me gustaría ahora escuchar qué progresos has concretado al respecto, siempre y cuando me repases sobre ese tema clave del legado científico maya a la aldea mundial y a todos sus colectivos de juncos pensantes…”

Jaime Novelo González

Continuará…

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