Consuelo Velázquez

By on marzo 29, 2024

Música

“PIANISTA Y COMPOSITORA MEXICANA”

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

Escribir sobre Consuelo Velázquez es ir contra el tiempo. Mi padre, Alfonso García Peniche, nació en el año 7; mi madre, Margarita Acosta, nació en el 12, y Consuelo Velázquez en el 16, en agosto, en Ciudad Guzmán, Jalisco, mis padres en Yucatán.

Se conocieron en la Ciudad de México a la mitad de los años 30, cuando mi padre se avecinó en el Distrito Federal para mejorar las condiciones de vida trabajando en el staff de Don Neguib Simón en la fabrica de hojas Ala y Pal, como jefe de personal. La amistad de Don Neguib con el propietario de la radio más importante de América, Emilio Azcárraga, le dio la oportunidad por su buena dicción de convertirse en locutor de la estación. Casi todos los buenos locutores eran yucatecos: Arturo de Córdova, el vate López Méndez, Ramiro Gamboa, Luis G. Tamayo, y mi padre y otros egresados del Ateneo Peninsular en la generación del 26 como declamadores y actores del siglo anterior.

Unos años después, ya con familia, establecidos en la Colonia Estrella en la calle de Acerina 96, donde vivimos 13 años, los sábados se reunían todos en casa para una descarga musical y poética -como dicen en Cuba, en México reuniones bohemias- en las que el piano era el anfitrión principal. Don Tránsito Conde Alcalá llegaba temprano para revisar la afinación del piano, junto con mi madre y tía abuela Felipa “Tita”, celista de sinfónica.

Genéticamente provengo de una familia de músicos de filarmónica, pues mi madre primero fue violinista, después pianista y ya abuela probó con la guitarra para componer canciones a cada uno de sus nietos. De las tías de mi madre, Margot era pianista; Felipa, celista; Alicia violinista. La orquesta de cámara en casa de mi bisabuelo la dirigió primero Gerónimo Baqueiro Foster y, cuando este viajó a México, Don Luis Garabito, violín concertino en la Sinfónica de Nueva york. Yo di mi primera audición a los 9 años en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de las Bellas Artes en Ciudad de México, con cuatro obras de Schuman.

Consuelo Velázquez, pianista y compositora mexicana, nació en Ciudad Guzmán, Jalisco, el 21 de agosto de 1916. Tenía un oído musical desarrollado, a los cuatro años sacaba melodías en el piano, a los seis, dio su primer recital, y prosiguió en el Conservatorio Nacional y el Palacio de Bellas Artes, graduándose de concertista en 1938.

Tuvo un programa de música clásica en la emisora XEQ, pero detrás de su faceta de concertista estaba una joven compositora de canciones de amor y boleros. Mariano Rivera, director de programación, promotor y futuro esposo, le permitió mostrar sus composiciones, primero con el nombre de una amiga y luego con el suyo, que gustaron mucho más al público y la llevaron a la fama mundial.

Su primer gran éxito fue “Bésame mucho” (1941), inspirado por las despedidas de los soldados que partían a la Segunda Guerra Mundial y sus novias, escrito cuando la joven “Consuelito” aún no sabía lo que era un beso. Este bolero se regó como pólvora y fue interpretado por años y por innumerables cantantes en varios idiomas, por ejemplo, Nat “King” Cole, Pedro Infante, Los Beatles, Sammy Davis Jr., Frank Sinatra, Plácido Domingo, Andrea Bochelli, entre muchos otros.

En casa, muchos sábados la tocó y cantó o acompañó a otros cantantes como Armando y Ramiro Domínguez, o el padre de estos Don Abel Domínguez, director de la marimba orquesta “Lira de San Cristóbal”. Lo tocó varias veces en una marimba de ocho octavas. El piano de casa, vertical con arpa metálica, le agradaba a Consuelito por su sonoridad; la afinación semanalmente era por el Tizimileño Don Tacho Conde.

Consuelo Velázquez, en su juventud, dio cátedra tanto con lo clásico como con su música popular que recorrió el mundo.

Su compañía discográfica la invitó a EE. UU. donde “Bésame mucho” se escuchaba en todas partes y a toda hora. Realizó una audición para Walt Disney, pero declinó ante su oferta. Otras de sus composiciones populares fueron “Cachito”, “Verdad amarga”, “Yo no fui”, “Anoche” y “Volverás a mí”. Fue diputada por el PRI (1979-1982), presidenta de la Asociación de Autores y Compositores de México y vicepresidenta de esta organización a nivel mundial. Recibió varias distinciones y falleció en Ciudad de México el 22 de enero de 2005, dejando tres canciones inéditas para intérpretes asignados por ella.  Asún ahora a tantos años de distancia, recuerdo mi casa ya algunos de los nombrados amigos de mis padres y sigo llevando la música en el alma y escribo con fondos musicales de una basta discografía internacional y mexicana.

Así era la Consuelo Velázquez que conocimos en el Distrito Federal, en nuestra casa de Acerina 96, con acompañantes musicales como Ema Elena Valdelamar, Abel Domínguez, Guadalupe Rey, Mario Ruiz Armengol, y tantos otros que llegan a mi mente.

Hace unos cuantos días, recordamos en XEB a la gran compositora jalisciense Consuelo Velázquez, en ocasión del 15° aniversario de su fallecimiento que ocurrió el 22 de enero del año 2005. Ella fue una compositora de larga y fructífera, trayectoria, que puede ser colocada entre los más grandes creadores (hombres o mujeres) de la canción romántica de nuestro país.

Espero que Rodrigo de la Cadena le dé un espacio con algunos de sus intérpretes en el Canal 11 del Politécnico. Rodrigo es una enciclopedia musical y por él el bolero es, desde finales del 2023, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Los Ministerios de Cultura de México y Cuba tuvieron participación, pero la temática escrita fue de Rodrigo de la Cadena.

Esta es Consuelo Velázquez, amiga de mi madre, en la XEO, en José María Marroquín, cercano a la Alameda Central en los años cincuenta.

Consuelo Velázquez fue hija de la señora María de Jesús Torres Ortiz y de Don Isaac Velázquez del Valle, quien, además de dedicarse a la carrera militar, fue poeta. La infancia de Consuelo transcurrió en Guadalajara y desde muy pequeña demostró tener un talento especial para la música que su familia decidió alentar. El piano fue el instrumento que eligió y toda su vida estuvo cerca de él. Con mucha dedicación, Consuelo estudió la carrera de Pianista Concertista y Maestra de Música en el Conservatorio Nacional de Música en la Ciudad de México, y fue solista de orquestas muy importantes como la Sinfónica Nacional, la Sinfónica de Jalisco, la Orquesta de la Universidad y la Orquesta Sinfónica del Bajío. Sin embargo, la música popular le tenía destinado un espacio de enorme trascendencia. Su inspiración como autora de boleros y canciones románticas le dio un lugar único en la música de México.

Sin duda, la canción emblemática de Consuelo Velázquez fue “Bésame mucho”, que tiene la fama de ser la canción mexicana con mayor número de versiones internacionales. La escribió siendo muy joven. Ella contaba que la hizo en el descanso de una clase de piano y que la escribió “sin haber besado nunca”. El primero en grabarla fue Emilio Tuero y después Chela CamposLa dama del bastón de crista”.  El escritor Carlos Monsiváis contaba que durante la Segunda Guerra Mundial se creó una leyenda en torno a esa canción, ya que se difundió una noticia acerca de un soldado que mientras cantaba “Bésame Mucho” fue alcanzado por una bala y murió. Esto hizo que se convirtiera en un símbolo para las parejas separadas por la guerra. Por eso hay tantas versiones en diversos idiomas. Su segundo bolero fue “Amar y vivir” y a él le siguieron temas como “Verdad Amarga”, “Enamorada”,Que seas feliz”, “Franqueza”, “Yo no fui”, “Cachito” y muchos más, que se tocaron y cantaron en el piano de mi madre.

Consuelo Velázquez era una autoridad musical. cuando cambiamos de residencia a Monterrey, mis padres y ella se comunicaban telefónicamente; cuando regresamos a Mérida, al inicio de los años cincuenta, no se volvió a saber de ella en forma directa, aunque se le siguieron los pasos por la radio y la prensa de la época.

Los recuerdos llenaron mi mente y mi niñez salió a flote. Consuelito Velázquez; Guadalupe rey, mi maestra de piano cuando tenía cinco años; Don Abel Domínguez y sus hijos que me enseñaron las notas en una marimba. Tantos más que están en el arcón de los recuerdos. Abur.

Fuentes

https://upaninews.com/clasica-y-popular-consuelo-velazquez-1916-2005/

Consuelo Velázquez, talento y sensibilidad. – La B grande de México (imer.mx)

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