Jorge Negrete en La Habana – II

By on julio 8, 2022

Atisbando en los Recuerdos

Jorge Negrete en su visita a Cuba en enero de 1944. Una inmensa multitud se lanzó a las calles de La Habana, en su camino al Hotel Nacional, en un apoteósico recibimiento del Pueblo Cubano a nuestro Charro Cantor. Archivos Elcoro y AHGA.

JOSÉ RUIZ ELCORO & HIRAM GARCÍA

Continuamos con la segunda parte de “Atisbando en los Recuerdos” con Jorge Negrete, recordando que nació del interés de algunos lectores en el “Charro Cantor” en La Habana, pidiendo además que abundáramos sobre el tema de “Cantantes y Artistas de Cuba y México” 

“Es hombre alto, un metro setenta y nueve centímetros, de tez trigueña, pelo negro, bien parecido, que unido a su talento le ha proporcionado el estrellato fílmico (…) Es el más cotizado y solicitado galán cinematográfico en su tierra y disfruta de amplia popularidad y simpatía en todo el continente americano”.

Por supuesto, el texto vendrá acompañado de una fotografía, a página completa, de Jorge Negrete en traje de etiqueta, quien años después confiesa en una entrevista:

“¿Y cómo se le ocurrió dedicarse al canto?

Si yo nací cantando, hombre… Era yo un chamaco y ya les cantaba a las muchachas del barrio…

¿Y sacaba algo?

Pues a veces sacaba una flor que me lanzaban ellas y otras veces un jarrón de agua que me lanzaba el padre. Casi me hacen llorar”

Memorables resultarán las próximas actuaciones en la Isla del Charro cantor, nacido en Guanajuato, en 1911. Su fama trascendería en un santiamén a todos los países de Iberoamérica, “contribuyendo —al decir de los especialistas— al estereotipo del mexicano alegre y temerario, con el imprescindible sombrero ancho, que había comenzado con Tito Guizar, pero con la fuerte personalidad de Negrete se convierte en símbolo sexual.”

Sobre su segundo encuentro con el público cubano, dice la prensa: “Que nosotros recordemos, la ciudad de La Habana no le ha hecho nunca a artista ni visitante alguno un recibimiento como el prodigado al actor y cantante mexicano Jorge Negrete la tarde del lunes 3 de enero de 1944”.

Desde temprano, los micrófonos de la RHC Cadena Azul dan amplios detalles del itinerario seguido por la comitiva de recibo. Del aeropuerto de Rancho Boyeros a la carretera del mismo nombre… hasta llegar a la Avenida Carlos III, siguiendo por Reina, Prado, Malecón y Hotel Nacional, donde se hospedaría el protagonista de “Ay, Jalisco, no te rajes”, película que lo catapultó a la fama internacional.

Más de 30 automóviles, llenos hasta los topes de artistas, precedidos por dos oficiales de la Policía Nacional en motocicleta, enfilaron por aquella carretera, para ir a esperar el avión…

Dos carros amplificadores van dando detalles de la llegada del astro…

Unos discos, lanzaron al aire la maravilla de su voz…

Una figura gallarda y varonil que se planta en la escalerilla del avión, agita la mano derecha en el aire, correspondiendo a la enorme ovación que se le tributa al pisar tierra cubana.

Es Jorge Negrete: “Si todos mis esfuerzos hubieran servido nada más que para experimentar la emoción que me ha producido el cariño demostrado por el público de La Habana a mi llegada —dice—, ya están por bien empleados… ¡Caramba! Casi me hacen llorar…”

¡Ay, Jalisco, no te rajes!

El día 10 de enero inicia sus presentaciones en el Teatro Nacional junto con el Trío Calaveras, con carácter exclusivo para la Cadena Azul, las que se prolongarán hasta febrero. Tantas fueron las muestras de cariño de los cubanos hacia el astro mexicano, que este tuvo necesidad de andar prácticamente oculto. Dondequiera lo esperaban sus admiradores, para tocar, ver o, simplemente, saludar a su ídolo.

Aquí cabe acotar una anécdota sobre este disco con el Trío “Calaveras”: en la grabación no aparece el título de «Cuba de mi Vida”, del maestro cubano Eliseo Grenet, una gloria de la música cubana,que se grabó antes de las canciones que vienen en el disco.

Terminado su contrato, viajó a Puerto Rico, donde actuó en uno de los hoteles más lujosos. Cuando conoce del huracán que azotó a Cuba en octubre de 1944, se aparece, inesperadamente, en La Habana con el propósito de ofrecer una función artística para allegar fondos a los damnificados.

Sus últimas actuaciones en la Isla tuvieron lugar en 1950, contratado por el circuito CMQ y la empresa Bacardí, en lo que constituyó un éxito sin precedentes. De sus admiradores se despidió con el corrido “¡Ay Jalisco, no te rajes!”. Su temprana muerte, en diciembre de 1953, fue objeto de sentido duelo popular en Cuba.

Fuentes

Jorge Negrete en La Habana | Sabías que (dcubanos.com)

Archivos Elcoro y AHGA

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