Dos siglos de dramaturgia regional en Yucatán – XLIII

By on julio 8, 2022

Dramaturgia

XLIII

Elena Novelo

 

 

 

Un Tatich de Chéen Tu Tuus

Continuación…

 

 

ACTO 2

 

Inicia con canción y baile “Los amantes”

 

MARBELLA canta, y se va enamorando de PANCHIN que duerme acostado en una banca del parque.

 

***

 

Cuarto de JUSTINA.

 

JUSTINA acostada en su hamaca, meciéndose en la penumbra. Suenan las cuatro en el reloj. Entra GREGORIO.

GREGORIO: Justiii… Justinitaaa… ¿Dónde estás, corazón, que no oigo tu palpitar?… Tampoco veo nada… Máare, está más oscuro…

JUSTINA: (Ya se ha levantado) Goyo… Goyitooo… Aquí estoooy… esperándote con ansias…

 

GREGORIO quiere agarrarla, pero ella se escapa. Así van jugando mientras hablan

GREGORIO: Ven a mis brazos, muñequita de sololoi.

JUSTINA: Pero primero déjame verte, guapo…

GREGORIO: ¿Cómo me vas a ver si no prendes la luz?

JUSTINA: Es que así es más romántico, ¿más si no?

GREGORIO: ¡Ya te pesqué! (Quedan tomados de las manos, a manera de las rondas. Entran AMADA Y MARBELLA y encienden la luz.)

AMADA: ¡Justina! ¡Pero qué haces, mujer!

MARBELLA: ¡Tú, la más estricta del pueblo!

AMADA: ¡Estás perdida, deshonrada para siempre!

JUSTINA: Amada, por dios, si sólo estábamos…eee…

GREGORIO: ¡Jugando “A la víbora, víbora de la mar, de la mar, por aquí pueden pasar…!”

MARBELLA: ¡Lo que va a pasar dentro de un rato, Justina, cuando se entere todo el mundo, y Cut!

AMADA: ¡Ay, dios, en qué lío estás metida!

MARBELLA: No quisiera estar en tu pellejo….

GREGORIO: Pero Marbellita, si usted me aseguró anoche, cuando fue a verme a la posada, que…

MARBELLA: ¿Yooo? ¿Anoche? ¿A la posada?… está usted muy equivocado, señor!

GREGORIO: Pues yo no entiendo nada. O estas mujeres están locas, o me vieron la cara…

AMADA: ¡Suelte a mi comadre, desgraciado mentiroso, pervertidor de mujeres casadas!…

(Hay un pequeño forcejeo. JUSTINA no quiere soltarse. AMADA la obliga) ¡Suéltate, Justina, eh!

MARBELLA: ¿En esto vino a parar la cartita de amor que me dio a mí también?

GREGORIO: ¡Si yo no le he dado nada a usted!… La que de verdad me interesa es Amadita. Eso le vine a decir a Justina, de veras, se los juro.

MARBELLA: ¡Uay, no puede ser verdad tanta bajeza! ¿Oíste eso Amada?

AMADA: Claro que lo oí… Y ahora, a ver, Gregorio Rafael, ¿qué va a hacer, ah? Se le junto el lavado, el plancheo y el trasteo…

GREGORIO: Yo no le tengo miedo al triple trabajo. Es más, estoy acostumbrado. Miren, les propongo algo: ¿por qué no se modernizan y la pasamos a todo dar los cinco, ah? Metemos también en el relajo a Tuchita… No les cobraría yo tan caro, si acaso unos…

JUSTINA: ¡San Silvestre del Monte Mayor, líbranos de esta alimaña!

GREGORIO las quiere agarrar, y ellas corren, gritando cada quien lo suyo.

GREGORIO: ¡¡¡SSHHH!!! ¡Se van a despertar los vecinos y se va a armar! ¡No hagan ningún escándalo, señoras, cuiden mi honra, por favor!

Entra TUCHITA

TUCHITA: Mamá, ¿qué pasa, ah? Hasta mi cuarto se oyen los gritos… ¡Goyo, papito lindo! ¿Qué haces aquí?… Seguro te confundiste de cuarto, ¿más si no? Si te lo dije, el mío está en el segundo piso, ¿no te acuerdas?

GREGORIO: Eee… sí, Tuchita. ¿cómo me iba a confundir?… Lo que pasa es que como te quiero en buena ley, no te podía poner en entredicho, y como tu papá don Cut es muy celoso contigo, pues me dije: Gregorio Rafael, tienes que convencer primero a doña Justinita, ella es muy buena gente, y seguro va a estar de acuerdo con que te cases con su hija… Y así lo hice, vine a ver a tu mamacita, aprovechando que no está tu papá, ¿más si no, doña Jus?

JUSTINA: ¡No es cierto, hija, vino a otra cosa este desgraciado!

TUCHITA: ¿Que no es cierto eso, mamá?… ¡No me diga usted eso! ¡Buuaaa! ¡Buuaaaa! ¡Dime que sí, dime que sí, Goyito! (GREGORIO asiente con la cabeza.) ¡Dígame que sí, madrina! (MARBELLA niega con la cabeza.); ¡Doña Amadita…! (AMADA niega con la cabeza.) Díganme que sí, porque si no, ahorita mismo me mato… (Todos miman ademanes de TUCHITA mientras habla) Me voy a meter en el cenote apretándome mi nariz y cerrada mi boca y me voy a ir hasta el fondo, y allá me voy a quedar hasta que mis pulmones se llenen de agua y me vaya quedando azul y luego morada y luego verde y qué me importa! (JUSTINA se desmaya pero nadie lo nota) ¡No me van a volver a ver nunca más, porque la corriente me va a llevar por los caminos bajo el agua y bajo la tierra, hasta que llegue mi cadáver quién sabe a qué otro cenote, y mi cuerpo se va a ir inflando, inflando, inflando, hasta que estalle sin hacer ruido! (AMADA sale con ganas de vomitar) Y las serpientes emplumadas me van a comer… ¡Buuaaa! Y luego en las noches nunca más van a poder dormir ninguno de ustedes, porque les voy a jalar sus patas y a cortarles la soga de su hamaca para que se aporreen… Pero primero me voy al Banco a sacar todo mi dinero que me dejó ese de mi abuelito, porque ni crean que se los voy a dejar, ha se ahoga conmigo también… y… y…

GREGORIO: ¡Nooo! ¡El dinero no!

MARBELLA: ¿Qué dice, vividor, destrozador de honras, lujurioso?

TUCHITA: ¡Entonces tú no me quieres de verdad, Goyo. Buuuaaaa!

GREGORIO: ¡No chula, cómo crees! Digo que el dinero no es lo importante, ángel caído de una nube para fortuna mía, digo, para felicidad mía… ¿Cuándo me ha importado el maldito dinero, cuándo? Si tú eres lo más valioso en mi vida, corazón de melón…

MARBELLA: Ya no abuse más de la credulidad de esta niña, porque soy capaz de (Descubre a JUSTINA desamayada) ¡Santo Cristo de las Ampollas! ¡Justina! (Intenta reanimarla)

TUCHITA: ¿De veras me quieres, Goyito, ah?

GREGORIO: Te lo juro por la Cruz de Gálvez, preciosura.

TUCHITA: ¿Y cómo me lo vas a demostrar?

GREGORIO: Pues pidiéndote que renuncies a tu herencia. Ha pones el dinero a nombre de la Fundación que yo inventé… eee… que yo represento. Así como me ves, soy muy bueno con los niños pobres, les paso su kilo de ayuda, les doy calcetines para que vayan a la escuela, les mando sus computadoras para que chateen con los niños y las niñas de todo el mundo, claro, cuando les pongan luz eléctrica, pero yo ya me adelanté… ¡Ay, es tan lindo ayudar a los demás!

JUSTINA: (Todavía con la secuela del desmayo.) No le creas a este hombre, hija, por amor de Dios no le creas…

GREGORIO: Entonces, ¿le vas a donar tu dinero a la Fundación? Si dices que sí me caso contigo ahorita mismo si quieres, para que veas que no me interesa tu herencia, sino tú solamente, la muchacha más generosa y más bonita que he conocido.

TUCHITA: ¡¡Ay!! ¡¡Sí, sí, acepto tu proposición, amor mío!! ¡Cuando quieras nos casamos!

GREGORIO Y TUCHITA cantan “Tu y yo”.

Al terminar la canción, entra corriendo AMADA

AMADA: ¡Justina, Justina!… Cut está en el zaguán, desquiciado. ¡Viene con su escopeta Dice que te va a matar, Jus, y también a Goyo!

TUCHITA: ¡Nooo! ¡A Goyito no! ¡No lo permitas, madrina! Ya lo dije: ¡si no me caso con Goyo, me mato! ¡Y saben que ha lo cumplo! (Abraza a GREGORIO)

MARBELLA: ¡Hay que evitar una desgracia!

JUSTINA: ¡Que salga de la casa, rápido!

GREGORIO: Salgo de la casa…

Se oyen ladridos.

AMADA: ¡Imposible! ¡No te digo que ya está aquí, y además está soltando al perro, capaz que ha destroza a este hombre!

GREGORIO: Brinco la albarrada y me voy a casa de Marbellita…

MARBELLA: ¡De ninguna manera! ¡Soy una señorita decente y no me voy a desprestigiar!

Más ladridos.

AMADA: ¡Justina! ¿Qué hacemos, qué hacemos? ¡Ya no hay tiempo de nada! JUSTINA: ¡Ya sé! Gregorio, escóndase atrás de ese biombo, allá tengo ropa para el bazar del domingo… Póngase lo que encuentre, rápido, el caso es que no lo reconozca Cut…

GREGORIO: Voy al biombo y me pongo la ropa del bazar… (Desde atrás del biombo.) ¡Fó, huele a zoquete!

TUCHITA se queda junto al biombo, Entran CUTBERTO y ARISTOBULO con escopetas, les sigue PANCHIN, todos gruñendo como perros.

CUTBERTO: ¡Va a correr sangre, Justina, va a correr sangre de indio!

JUSTINA: No entiendo lo que quieres decir, Cut, por Dios, mira qué mal estás, no te vaya a dar tu embolia.

CUTBERTO: ¡Me dijeron que tienes metido aquí al tal Gregorio Rafael, Justina, que lo citaste para verte con él, aprovechando que me iba de cacería! ¿Dónde rayos está? ¡Adúltera!

JUSTINA: ¡Cutberto Cocom y Kabax, me estás ofendiendo gravemente!

AMADA: ¡Cut! ¿No te da vergüenza tratar así a Jus, ah?

MARBELLA: ¿Se te metió el diablo de los celos en el cuerpo?

TUCHITA: ¿Está usted soñando, papá, o tiene visiones?

ARISTÓBULO: Cut, creo que aquí no hay nadie, mejor vámonos.

PANCHÍN: Pues sí y no… Pérense, pérense… (Olisquea.)… Aquí apesta a… lechón acedo… (Se va acercando al biombo), a zorro en cochinita… a zopilote en relleno negro… a (Llega junto a TUCHITA)

TUCHITA: ¡A mí no me juntes tu hocico de perro, foooo!

PANCHÍN: ¡Aquí está metido Goyo Rach, don Cut! ¡Ya lo tengo bien olido! ¡Me corto uno si no está aquí, detrás de la mampara!

CUTBERTO: ¡De mí no se va a burlar nadie! ¡Chamaca, quítate de ahí, hazte a un lado!

TUCHITA: ¡Never! (Se aferra al biombo)

CUTBERTO: ¿Qué dijiste? ¡A mí no me vas a insultar! ¡Que te quites te digo! (La quita a la fuerza y la arroja junto a las comadres. TUCHITA comienza a ahogarse. Las comadres tratan de estabilizarla. CUT saca a GREGORIO del biombo, quien esta vestido de mestiza) ¡Justina! ¿Qué hace aquí la yerbatera del pueblo?

GREGORIO: Ya me voy, don Cutito, no se chan moleste, yo sólo vine a..

CUTBERTO: ¡A sonsacarle dinero a la tonta de Justina, como siempre! (La jalonea) ¿A qué más?

GREGORIO: ¡Uay, me va a zafar mi brazo!… Si sólo soy una pobre vieja que no le hago daño a nadie… Acuérdese, ¿quién le curó su tuch a todos ustedes? ¿Quién le sacaba sus lombrices y rompía el empacho a esa de Tuchita, ah?… ¡Si yo le sobaba el bobox a la mamacita de usted que en paz descanse, tan buena ella!

PANCHIN: (Olisqueando a GREGORIO, quien trata de quitárselo de encima) Don Cut, si mi hocico no me engaña, dentro de este hipil y este rebozo está escondido Goyo Rach… ¡Ajá! ¡Mire usted: las viejas no ponen alpargatas chillonas… (Le quita el rebozo a GREGORIO) ¡Ahí está! ¿No se lo dije?

TUCHITA se desmaya y la sostienen las comadres, quienes la abanican y le soplan la mollera. Se va reanimando.

GREGORIO: ¡Betito, socio mayoritario, dichosos los ojos, cuánto tiempo sin verte!… ¡Vine para ir a la cacería, pero llegué un poquito tarde y me dije: Gregorio Rafael…

CUTBERTO: (Apuntándolo con la escopeta.) Xó tu lengua de tolok, desgraciado burlador de pacotilla! ¡Te voy a matar como lo que eres, un vil ladrón, un engañador de mujeres casadas, un hipócrita mentiroso!…

GREGORIO: ¡Pero cómo crees, amigo! Seguramente alguien te fue con calumnias… Yo soy incapaz de faltarle al respeto a gente tan buena como ustedes… Déjame explicarte, pero baja tu escopeta, hombre, lo que pasa es que…

TUCHITA: (Corre y cubre con su cuerpo a GREGORIO) ¡Yo se lo voy a boquear a usted, papá! Y pare bien las orejas, porque no lo voy a repetir. Goyito vino a hablar con mi mamá porque lo conoce y no lo iba a permitir. La verdad es que estamos enamorados y nos vamos a casar. Vámonos, Goyo.

CUTBERTO: (Baja la escopeta) ¿Quéee?… Tucha, tú ya estás pedida y dada por el doctor…!

TUCHITA: ¡Pero no me he dado yo! ¿No entienden que no me voy a casar con ese doctor? ¡Máaare!… ¡Vámonos otra vez, Goyo!

CUTBERTO: ¡Un momento! ¡De aquí no sale nadie, sólo un cadáver! (Vuelve a apuntarle a GREGORIO. TUCHITA lo cubre con su cuerpo.)

MARBELLA: (Corre y cubre a TUCHITA con su cuerpo.) ¡Pues serán tres cadáveres! ¡Mátame a mí primero si te atreves!

ARISTÓBULO: Baja la escopeta, Cut, no tiene caso matar tres cadáveres.

CUTBERTO: ¡Pues lo siento mucho, pero yo tengo que matar a alguien!

TUCHITA: ¡Pues mate su pavo!

AMADA: ¡Vámonos de aquí, Aristóbulo, no tenemos vela en tanto entierro. ¡Vamonos jala! (Se van ellos dos.)

TUCHITA: Porque otra cosa le voy a decir, papá: si no nos deja salir en paz y acepta a Gregorio Rafael como hijo, quito la firma de usted de mi dinero del Banco y nunca más me vuelve a ver…

JUSTINA: ¡Ya lo oíste, Cut; más vale que entres en razón o nos quedamos en la miseria!

Se oye el canto del gallo.

 

GREGORIO: ¡Kikiriki, ya amaneció!… ¿Tuchita, no te chillan tus tripitas? ¿Me invitas al mercado a desayunar unos taquitos?

TUCHITA: ¿Alguien quiere tacos o francés de lechón?… Pues allá ustedes, se lo pierden. Vámonos, rey.

GREGORIO: Compermisito, compermisito… que tengan buen día… tome su hipil, suegra (Salen)

TUCHITA: (Asomándose.) ¡Ah, se me olvidó decirles que al rato nos vamos a Mérida a comprar mi ajuar de la boda, porque nos casamos pasado mañana! ¿Madrina, ha organizas la fiesta? Quiero que sea en el parque, con todo el pueblo, y que me hagan un sanuichón gigante, que le dé la vuelta al kiosko, y un pastelote con dos novios encima, no se te olvide… Ahí nos vemos..

JUSTINA: Pues ya se nos fue la niña, Cut…

CUTBERTO: ¿No quieres que hagamos otra Tuchita, Jus?

JUSTINA: Si quieres… (Salen.)

MARBELLA: Panchín, ¿me ayudas a hacer los dulces para la fiesta?

PANCHIN: ¡Claro que sí, Marbellita!

MARBELLA: ¡Más vale desvestir borrachitos!… (Salen.)

 

***

 

Fiesta en el parque. Los novios vestidos de boda.

 

BOMBAS

 

Mesticita primorosa:

con tu cara angelical

eres auténtica reina

de Uxmal y Chichén Itzá.

 

*

 

Yo quisiera ser artista

para pintar la figura

de mi preciosa mestiza,

que tiene fina cintura

y en su mirada la risa.

 

*

 

Cuando el faisán resplandece

lo bello de su plumaje,

surge la mestiza hermosa

ostentando su linaje.

 

*

 

Tuchita, yo te prometo

el día de nuestra boda,

que cuidaré tu dinero

como se cuida a una esposa.

 

Eso lo tendrás que hacer

si quieres buena vidita

o vas a volver a ser

un Tatich de mentirita.

Fernando Muñoz Castillo

Continuará la próxima semana…

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.