EL SIRICOTE, CIRICOTE, “K’OP TÉ”
En el estado de Yucatán, el Ciricote (Siricote o “K’op té”, como comúnmente se le conoce en lengua maya) es de la familia Boraginaceae. Es un árbol caducifolio de porte mediano de 8 hasta 12 m de altura, y con un diámetro de pecho de 40 hasta 60 cm, tronco derecho, cilíndrico, con pequeñas gambas y ramas ascendentes. Presenta copa redondeada o piramidal muy densa y redondeada en los árboles jóvenes, y son menos densas en árboles maduros (mayores de 15 años). Son de hojas simples de color verde oscuro en el haz, y verde pálido en el envés, muy ásperas, y flores en panículas axilares y terminales de 5 a 10 cm de largo y 4 cm de ancho con pétalos de colores anaranjado a anaranjado-rojizo.
Los frutos comúnmente se preparan en dulce: son drupas de 3 a 4 cm (a veces mayores), cónicos, y las semillas se pueden partir con una piedra o martillo para, así, extraer el meollo que tiene la consistencia de una semilla de almendra. Las hojas en la antigüedad eran utilizadas para lavar ollas, y también se pueden utilizar para baños medicinales cuando a un pequeño le da varicela. Para esto último se combinan hojas de Ciricote con las de otras plantas, y su efecto astringente ocasiona que los poros se cierren y no le quede cicatriz al pequeño enfermo o adulto.
El tronco del Ciricote, Siricote, K’op té, es de madera muy dura. A veces es utilizado por los escultores para tallar figuras. Los artesanos lo utilizan para la fabricación de juegos tradicionales como baleros o trompos y, a veces, para tamuladores de chile habanero o tomate, tortilleras, etc., utensilios de cocina tradicional.
Es un árbol muy provechoso y de pocos cuidados en su crecimiento, y sobrevive con un mínimo de agua. Actualmente está en peligro de extinción.
LA HUAYA
Huaya o “Huayum”, guayum, maco, quenepa, papamundo, limoncillo, mamón y mamoncillo son los nombres que recibe este delicioso fruto.
A pesar de sus diversos nombres, es un melocotón que crece en los árboles de la familia de las sapindáceas que se localizan en América Central, y se ven en abundancia en el Estado de Yucatán. Su nombre más conocido en nuestro estado es “Huayum”, en su acepción maya, y su adquisición preferente es en el mercado local. Lamentablemente su cosecha reporta varias muertes al año debido principalmente a dos razones: para bajar los frutos se requiere subir a varios metros de altura, sujetándose a ramas quebradizas, con el consiguiente riesgo de caída, y la otra causa es la ingestión accidental de la semilla, provocando ahogo.
Las diversas variedades de frutos son de distintos tamaños, sabores y acidez y se dan en racimos. Los frutos tienen un lado amable muy ventajoso para quienes los consumen: su aporte nutricional destaca por ser rico en hierro (0,93mg por 100g) y fósforo (50,4mg por 100g). También reporta contenido de vitaminas B1, B3, B6 y B12, así como minerales, aminoácidos y ácidos grasos insaturados como oleico y linoleico en cantidades considerables.
La cultura médica popular basada en las tradiciones indica que su hoja sirve para curar el nerviosismo y la fiebre, para lo cual se hierven en agua para usarse en gárgaras. Además sirve para acabar con las infecciones de garganta, como desparasitante, y se puede utilizar para combatir la diarrea.
Héctor Tuz Xul