III
LA TEMPORADA DE 1985
Esta temporada de campo se realizó en dos etapas. La primera incluyó un reconocimiento y mapeo más amplio de las construcciones arqueológicas de Paso del Cerro y Chinalco; fue conducido por T. Gallareta y R. Cobos durante los meses de abril y mayo. En la segunda etapa participó todo el equipo en la excavación de pozos de prueba durante junio y julio.
Los trabajos de mapeo se concentraron en la parte central del sitio en Chinalco, así como en un grupo residencial al norte del grupo central. También fueron registrados varios elementos arqueológicos que se encuentran en la ciénaga que se extiende entre Paso del Cerro y Chinalco, como son dos “andadores” y un sacbé. Aunque con el trabajo realizado hasta la fecha se cuenta con una buena base para elaborar un mapa regional preliminar a gran escala de la porción costera frente a Isla Cerritos, aún falta por reconocer y mapear una buena parte de la misma.
Las excavaciones realizadas en la isla consistieron en 17 pozos de prueba. Con algunas excepciones tuvieron un área de 4m2 y fueron explorados hasta la roca madre. La riqueza de la estratigrafía de Isla Cerritos es impresionante en relación a cualquier otra encontrada por alguno de los miembros del proyecto en su experiencia de campo combinada en la arqueología del norte de Yucatán. Todos los pozos tuvieron una sucesión compleja de pisos y niveles naturales, esta cualidad permitió al ceramista del proyecto contar con un buen número de contextos sellados de diferentes períodos. La mayoría de los cortes de los pozos de prueba muestran tres o más pisos en uno; de ellos se identificaron 13 niveles, incluyendo ocho pisos.
En conjunto, se recuperaron durante la temporada más de 45,000 tiestos, artefactos y ecofactos procedentes de 170 contextos estratigráficos. Si añadimos a estos los materiales de superficie recolectados durante 1984 (que incluyen materiales de Paso del Cerro y Chinalco), el gran total de ambas temporadas rebasa los 49.000 ítems.
Las fechas de radiocarbono obtenidas en base a cuatro muestras de carbón y una de madera de mangle nos dan una idea del lapso temporal durante el cual la isla tuvo una ocupación permanente: la fecha más temprana corresponde al año 2040+/- 80 a.p. (85 a.C., calibrada), la más tardía es 850+/- 60 a.p. (1100 d.C., calibrada) (Beta Analytic 14084 y 14085) (1)
Cerámica. Las excavaciones produjeron más de 16,000 tiestos cuyo rango temporal se extiende desde el período Preclásico Tardío (ca. 100 a.C.) hasta el Postclásico Tardío (siglo XVI). La mayor parte (47%) de la cerámica pertenece al complejo Sotuta. Los principales grupos representados son el Kukulá (13% de la muestra total), Sisal (21%), Dzitás (7%) y Silho (7%).
El análisis preliminar de los tiestos procedentes de niveles debajo de pisos de estuco indica que todas las estructuras muestreadas están asociadas al período Clásico Terminal/Postclásico Temprano. Considerando el tamaño y la representatividad de la muestra obtenida respecto al número de estructuras, pensamos que podemos decir con seguridad que la mayoría, si no es que todas, de las construcciones observadas en superficie en la isla estuvieron ocupadas durante dicho período. Entonces, el principal período constructivo de la isla es contemporáneo al Clásico Terminal/Postclásico Temprano de Chichén Itzá.
Además de los materiales Clásico Terminal/Postclásico Temprano se recobraron cantidades considerables de cerámica en depósitos más tempranos del Preclásico Tardío y del Clásico. Dicho material indica una intensa ocupación continua de la isla desde el Preclásico Temprano en adelante. Los materiales más tardíos son en cambio muy escasos. Durante 1985 sólo se recuperaron 80 tiestos del período Postclásico Tardío y 3 tiestos del Colonial que fueron recolectados en la superficie de la isla. En conjunto representan menos del 1% de la muestra total y provienen de contextos posteriores a las construcciones. Puesto que no se encontraron evidencias constructivas que sugieran un asentamiento permanente durante actividades rituales posteriores al abandono de la isla, todas las evidencias sugieren que el asentamiento permanente en la isla cesó después de la caída de Chichén Itzá, alrededor de 1200 d.C.
El análisis de la cerámica hasta ahora efectuado ha permitido la preparación de una secuencia cronológica preliminar de Isla Cerritos (Robles C. 1985).
Artefactos. Del total de 1,314 artefactos recobrados en 1985, la mayoría consiste de útiles de concha (73%), lítica (18%), hueso (5%), cerámica (3%) y otros materiales (1%).
Los artefactos de concha (955) incluyen herramientas y utensilios como perforadores, hachas, cucharas y otros; ornamentos como cuentas, colgantes y pectorales, además de fragmentos trabajados. Es evidente que la concha fue la materia prima más popular para elaborar artefactos. Las técnicas empleadas para trabajar fueron principalmente la percusión, la presión y el desgaste de los bordes con uno o más tipos de artefactos líticos abrasivos.
Los 244 artefactos líticos fueron elaborados con una variedad de materiales tales como piedra caliza (40%) y otras piedras (4%). Resulta en particular notoria la relativamente alta proporción de la muestra de basalto y obsidiana, ambos ítems indicadores de intercambio a gran distancia. Aunque el análisis de los contextos de donde proceden los artefactos aún no se concluye, es evidente que la mayoría procede de niveles Clásicos Terminal/Posclásico Temprano.
Ecofactos. La mayor parte de la colección de ecofactos recuperados en 1985 consiste de 21,940 conchas y 4,061 huesos de animales. También se incluyen dentro de esta categoría los restos humanos de los entierros y algunas muestras de carbón y de madera obtenidas para propósitos de fechamiento.
La colección de conchas es la más numerosa reportada en el área maya, además de una buena fuente de datos acerca de la dieta de los habitantes de Isla Cerritos. Se identificaron 46 especies de moluscos, los géneros más comunes son Busycon, Strombus, Turbinella, Fasciolaria, Pleuroploca, Melongema, y Mercenaria (Cobos s.f.). Los moluscos fueron también una fuente importante de material para construcción; se utilizaron para rellenos constructivos, reciclándolos junto con tepalcates en plataformas, terrazas, y aun en muros y mortero. Como se mencionó en la sección de artefactos, las conchas fueron muy utilizadas como materia prima para la manufactura de diversas herramientas, utensilios, adornos personales e incluso instrumentos musicales.
El análisis preliminar de los restos de fauna efectuado por Helen S. Carr (1987), indica que los habitantes de Isla Cerritos consumieron principalmente varias especies de tortugas, cangrejos, peces y tiburones, manatíes y otros mamíferos incluyendo venados; estos últimos son muy probablemente la especie dominante entre las obtenidas tierra adentro.
Los ecofactos identificados indican un dominio de especies acuáticas que pueden ser capturadas en los alrededores de Isla Cerritos (abastecimiento local). El gran número y principalmente la conservación de los mismos promete aportar información para el estudio de los patrones de subsistencia prehispánicos en los asentamientos costeros de la península.
(1) Las fechas calibradas son los puntos medios de los rangos de calibración que se encuentran en los cuadros de Klein et. al. (1982)
Continuará la próxima semana…