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Rocío Dúrcal, En El Año 9 De Su Desaparición Física ¡La Recordamos!

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Mi admiración por ella inició cuando tenía 15 años y con “Más Bonita Qué Ninguna” mi admiración por ella se agigantó. Verla en la pantalla y disfrutarla interpretando Los Dos, El Sombrero Viejecito, Los Borrachos, pero sobre todo, Mi Corazón que hacía latir aceleradamente el mío al escucharla. Empecé a investigar qué otras películas tenía en su filmografía, y así descubrí que fue con “Canción de Juventud” que se había dado a conocer, y que luego llegaron “Rocío de la Mancha”, “Tengo 17 Años”, “La Cenicienta del Barrio”. ¿Todas estas películas aún no las había disfrutado? ¡No podía ser posible!

Me convertí en exhibidor cinematográfico y fue entonces cuando, por conducto de Películas Nacionales, S. de R.L y C.V., que distribuía las películas españolas de Oro Films México, empecé a programar para exhibir en mi cine las películas de mi admirada Rocío. Claro que con esas películas ella conquistó mucho público, y luego llegaron “Buenos Días Condesita”, “Acompáñame” que hizo con Enrique Guzmán en España, “Amor en el Aire” con Palito Ortega , “Las Leandras” y algunos etcéteras más, porque “Marianela”, basada en la obra de don Benito Pérez Galdós, si mal no recuerdo, nunca llegó a las pantallas de nuestra ciudad por lo que la conocí a través de la televisión, situación similar fue “Díselo con Flores”, que tampoco se exhibió en México.

Rocío cantaba en sus películas canciones para los jóvenes de la época de 1960, esos que hacían excursiones al campo en motonetas (ella puso de moda lo de las excursiones al campo). Ya para 1970 se daba el lujo de cantar fragmentos de La Traviata, jotas y baladas tan románticas como “Qué va a ser de mí”, “Viejo Madrid” y tantas canciones de su inicio en el cine. Fue hasta casi al final de su carrera cinematográfica cuando nos deleitó con “La Novicia Soñadora” en donde interpretaba “Otelo” y el famoso popurrí con canciones de Agustín Lara. Esta película la hizo con Guillermo Murray. Claro, yo exhibía sus películas en mi cine, y así pasaba el tiempo: deseando conocerla.

Un día, de viaje en la capital del país, caminaba por la Ave. Juárez cuando, muy cerca del Palacio de Bellas Artes, la vi acompañada de su esposo – era casi recién casada –. Cuando los identifiqué, corrí tras ellos, pero se extraviaron entre la multitud.

Esa era la primera visita que realizaba con Antonio a México y se presentarían en el programa de tv “Siempre en Domingo” donde otra pareja de cantantes recién casados – Jorge Vargas y Lupita D’Alessio – serían los encargados de darles la bienvenida a México. Por supuesto que logré colarme al estudio donde se presentarían ambas parejas. Fue un espectáculo inolvidable el que presentaron.

El tiempo siguió su curso y no volví a estar cerca de Rocío hasta que, en otro viaje y antes de que el temblor acabara con el Hotel del Prado, tuve la fortuna de asistir a disfrutar su espectáculo. Mi hermano y yo pasábamos por el hotel y ella ensayaba. Atisbé por la puerta entreabierta, ya el mariachi descansaba y ella charlaba animadamente con Silvia Pasquel. Nos vió y nos invitó a unirnos al grupo.

Sin dudarlo un momento, le comenté que la admiraba mucho y que uno de mis deseos era conocerla, y que éste se me había cumplido. Ella, atenta y cordial, siempre se portó muy amable. Ya para entonces venía a México cantando “Tarde” y “Fue un Placer Conocerte”, de la autoría de Juan Gabriel que, en conjunto con la disquera, la invitaron a probar suerte cantando canciones rancheras. ¡Fue un suceso y triunfo!

Pasó otro tiempo sin saber de ella, hasta que se dio a conocer su llegada a Mérida para actuar en un club social. Tras proponerle a la AYPEEE que le entregáramos un reconocimiento por su carrera cinematográfica y por cantar canciones yucatecas en uno de los primeros discos que Juan Gabriel le produce, se acepta que se le entregue el Trofeo Maya. La noche de su actuación le entregamos ese reconocimiento a una ESTRELLA inolvidable del Cine, Teatro y la Música.

Hay tantas anécdotas para narrar sobre mi amistad con Maria de los Ángeles de las Heras, Marieta, que el espacio resultaría interminable. Sólo agregaré para terminar este recuerdo a mi amiga, que este 25 de marzo, en el año 9 de su desaparición física la recordamos, que somos muchos en este mundo los que no dejamos que su recuerdo se borre, y tan es así que ya se están llevando a cabo los preparativos para filmar su película “La Sonrisa del Firmamento”. Se está conformando el elenco de la película que va a dirigir el realizador Oscar Parra de Carrizosa y poco a poco van soltando información al respecto.

Su recuerdo, su presencia y la forma tan particular que tenía para interpretar sus canciones: ¡aún viven!

 

                   Gonzalo Alberto Manzanilla E.

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