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Randy Rhoads, una pérdida irreparable

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El 19 de marzo de 1982 el mundo del rock sufrió una de las más dolorosas pérdidas de su historia con la muerte del virtuoso guitarrista norteamericano Randy Rhoads.

El joven talento, nacido en el hospital St. John de Santa Mónica el 6 de diciembre de 1956, inició su aprendizaje con la guitarra clásica siendo aún un niño en la escuela Musonia, la cual pertenecía a su madre Delores, demostrando un extraordinario nivel. Esta formación fue determinante para el desarrollo de su estilo, mismo que deslumbraría a las audiencias años más tarde. Para ello utilizó una Gibson acústica modelo Army Navy que había pertenecido a su abuelo.

Siendo un adolescente, comenzó a interesarse en el rock al escuchar a bandas como Mountain, Led Zeppelin y Alice Cooper. Fue así como decidió incorporar los elementos de la música clásica en la guitarra eléctrica y con tan solo 14 años de edad formó su primer grupo, al que bautizó como ‘Violet Fox’, aunque con ella no tuvo mucha actividad.

Dos años después, junto a sus amigos Kelly Garni (bajo) y Drew Forsyth (batería) crearon ‘Quiet Riot’, banda a la que más tarde se sumaría Kevin DuBrow. La banda logró cierta reputación en el circuito de clubes de Los Angeles (donde también destacaba Van Halen), pese a que en esos tiempos (finales de la década de los 70’s) el mercado comenzaba a inundarse de agrupaciones de New Wave y Punk. Con Quiet Riot grabó dos discos: ‘Quiet Riot’ (1977) y ‘Quiet Riot II’ (1978), los cuales fueron editados exclusivamente en Japón a través de las CBS.

En 1979 su amigo, el bajista Dana Strum, le recomendó asistir a las audiciones que Ozzy Osbourne estaba realizando. El ex vocalista de ‘Black Sabbath’, que había sido expulsado de la banda, trataba de iniciar su carrera en solitario, bajo la conducción de Sharon Arden (quien se convertiría en su esposa poco después). Randy sólo tuvo que tocar 5 minutos… Ozzy quedó impresionado con la forma de tocar de Randy siendo de inmediato admitido.

Ozzy recordó aquel momento en una entrevista: ‘Estaba borracho y drogado; estaba agotado y quería irme a casa, pero mi asistente me dijo que todo terminaría tras escuchar al último guitarrista, lo cual acepté a regañadientes. Entonces entró un guitarrista diminuto y rubio, que pensé era una chica porque tenía el pelo extremadamente largo, que me preguntó ‘¿qué quieres que toque?’. Le respondí: ‘Toca lo que quieras’. Y aun estando borracho y drogado, de repente me di cuenta de que era lo más hermoso que había escuchado, o quizás esas drogas eran muy buenas, jajajaja’.

La banda quedó conformada con el bajista Bob Daisley (ex ‘Rainbow’), el baterista Lee Kerslake (ex ‘Uriah Heep’) y el tecladista Don Airey (ex ‘Rainbow’), con los que ingresaron a los Ridge Farm Studios en Rusper, Ingalterra, para grabar de inmediato el álbum ‘Blizard of Ozz’. Las sesiones abarcaron del 22 de marzo al 19 de abril, y el resultado fue un trabajo redondo lleno de buenísimas canciones donde destacaba aquel talentoso guitarrista. La producción corrió a cargo de Ozzy, Daisley, Kerslake y Randy.

Fueron difundidos los temas ‘Mr. Crowley’ (con letras inspiradas en la reputación oscura del ocultista Aleister Crowley) y ‘Crazy Train’, donde los solos de Randy se convirtieron en su mejor tarjeta de presentación.

La gira mundial del disco inició en Escocia el 9 de diciembre de 1980, y abarcó 130 fechas a través del Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y Canadá, concluyendo el 26 de febrero de 1981 en un alucinante concierto en el Hammersmith Odeon de Londres.

No había tiempo para descansos. Por ello, de febrero a marzo de ese año la banda regresó a los Ridge Farm Studios para completar las canciones que habían quedado pendientes de las sesiones del ‘Blizzard of Oz’, completando un disco con nuevas composiciones de las cuales sobresalía la que le daría título: ‘Diary of a Madman’, y que surgió de una idea de Randy, basada en un ejercicio de música clásica que a Ozzy le encantó para armar la pieza.

Aquel segundo disco, que fue lanzado oficialmente el 7 de noviembre de 1981, fue un gran éxito en ventas y consolidó a Ozzy en la cima de la escena internacional. Para el correspondiente tour, que inició el 30 de diciembre de ese año, tanto Bob Daisley como Lee Kerslake quedaron fuera, siendo sustituidos por Rudy Sarzo (Quiet Riot, Whitesnake, Blue Öyster Cult) y Tommy Aldridge (Whitesnake, Thin Lizzy, Black Oak Arkansas). 

La gira inició en los Estados Unidos, en el Cow Palace de San Francisco California, presentando llenos totales en cada una de las ciudades donde se presentaban. El 20 de enero de 1982, en el Auditorio de los Veteranos en Des Moines, fue donde Ozzy mordió la cabeza del murciélago que un fan le lanzó al escenario, elevando su figura todavía más a la estratósfera.

Randy para entonces aparecía en las portadas de las principales revistas del género, recibió diversos reconocimientos como el mejor guitarrista, y principalmente el cariño de legiones de seguidores que adoraban su sencillez.

La tragedia

Sin embargo, el destino tenía preparada una amarga sorpresa para todos. El 19 de marzo de 1982, viajando hacia un festival que se realizaría en Orlando, se detuvieron en la casa del conductor del microbús, Andrew Aycock. Aquella era un área dotada con aeropuerto. Una vez allí Aycock, quien era conductor del autobús, decidió llevar a Randy y a la maquillista Rachel Youngblood a dar un paseo en su aeronave. Sobrevolaron, hasta que una de las alas golpeó al autobús, provocando que la aeronave chocara con una casa, pereciendo todos de manera instantánea. Randy contaba con tan sólo 25 años de edad.

La autopsia y la investigación posterior revelaron que Aycock tenía un permiso de vuelo vencido y se le hallaron rastros de cocaína. No se encontraron evidencias de que Randy Rhoads hubiese consumido sustancias ilícitas, tan solo restos de nicotina fueron encontrados en el examen que se le practicó.

Randy combinaba el estilo neo-clásico con punteos pentatónicos de gran velocidad, en los que el virtuosismo estaba muy presente. Sus riffs tenían mucha gracia y melodía, y a la vez fuerza. Para él no era suficiente sólo la velocidad, sino la melodía y el sentimiento.

Su legado

  • Varios críticos de música lo consideran como el rey de los solos de guitarra eléctrica, con temas como ‘ Crowley’ posicionándolo como el mejor, según la revista Time Rock
  • Fue uno de los primeros guitarristas de Heavy Metal en incorporar la música clásica en su forma de tocar
  • En el 2003, la revista Rolling Stone lo situó en la posición # 36 en su lista de los 100 guitarristas más grandes de todos los tiempos
  • Los solos de las canciones Crazy Train’ y ‘ Crowley’ se ubican en las posiciones #9 y #28 en la lista de los“100 mejores solos de guitarra de la historia”, elaborada por la revista ‘Guitar World

Influencia

Muchos notables guitarristas han reconocido el impacto que Randy causó en sus vidas: Vinnie Vincent (Kiss), Zakk Wylde (Black Label Society, Britny Fox), Alex Skolnick (Testament), George Lynch (Dokken), Alexi Laiho (Children of Bodom), Warren DeMartini (Ratt), Dimebag Darrell (Pantera), Jerry Cantrell (Alice In Chains), Dweezil Zappa, Paul Gilbert (Mr. Big), Marty Friedman (Megadeth), Buckethead (Guns’nRoses), Chris Impellitteri, John Petrucci (Dream Theater), Tony MacAlpine (Planet X), Jake E. Lee (Ratt, Dio), Michael Angelo Batio (Nitro), Vinnie Moore (UFO), Doug Aldrich(Whitesnake) y muchos más.

RICARDO PAT

Link del video de OZZY OSBOURNE – ‘CRAZY TRAIN’

http://www.youtube.com/watch?v=ZcoweoZ6jpM

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