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Camila Villegas retorna con una novela sobre las decisiones erradas que tomamos como individuos y colectividad. Este libro nos permite adentrarnos no nada más a la cultura de los rarámuris, sino también a la muestra de desigualdad que persiste y expone la autora.
Camila Villegas ha logrado gran notoriedad con sus obras de teatro “Jacinto y Nicolasa”, premiada por la Columbia University en el Tercer Festival Internacional de Lecturas Dramatizadas, presentándose en Nueva York, Portugal y a lo largo de la República Mexicana, y “Que dios reparta suerte”, traducida al inglés y presentada en Canadá. Además, “Nos lleva el tren” fue ganadora del premio Conaculta-Sogem en 2010, en el marco del Bicentenario. Por si fuera poco, entre sus obras de teatro para niños destacan “Las arañas cumplen años”, “Lluvia de Alegrías” y “Yaya quiere jugar futbol”.
“Lo demás es silencio”, el primer libro de la autora, nos ubica en un sitio de México que no muchos conocen ni saben su situación, sorprendiendo con el reconocimiento tanto de los personajes como del lugar, en donde se escuchan las voces del pueblo.
En la trama, en Norogachi, un pequeño pueblo de Chihuahua, las furiosas garras de fuego iluminan el cielo nocturno, abrasando la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, mientras el pueblo trajina inútilmente con cubetas tratando de calmar las llamas, surge la duda sobre el origen del fuego. Solo se escuchan los aullidos de un exsacerdote Lobo Montejo, quien vive con su familia en comunidad.
Con esta imagen empiezan a generarse la presentación de toda la familia Montejo, quienes buscan la manera de regresar el orden al corazón de la sierra tarahumara, con un riesgo mayúsculo: si no se toma la decisión correcta, no nada más se sufre como individuo, también de manera colectiva.
Sin embargo, el incendio ha socavado el último reducto de paz y es la señal definitiva de que el mal pretende asentarse en todas partes. El embate del narcotráfico ha trastocado el orden natural en la sierra. Cuando el Lobo decida ponerle remedio, desatará una furia insaciable… ¿Hasta dónde somos capaces de llegar por restaurar el bien?
Situada en el corazón de la Sierra Tarahumara, Lo demás es silencio es una novela sobre las decisiones erradas que tomamos como individuos y colectividad. Camila Villegas expone en esta sorprendente ópera prima el impacto del crimen y la desigualdad en el seno de una comunidad rarámuri, una vorágine de violencia que ha alcanzado a todo un país.
Camila Villegas dijo a Diario del Sureste que escribir esta novela, lanzada a través de Tusquets editores, le llevó aproximadamente 10 años, siendo su ópera prima que surgió por una experiencia personal al vivir dos años en la Sierra Tarahumara.
“Muchos de los personajes que trabajan en las comunidades son jesuitas. Finalmente, está inspirado en todos estos personajes muy interesantes. Dentro de la iglesia católica creo que tienen una visión un poco más progresista de lo que es la fe y religión, además de trabajar hombro a hombro con las comunidades indígenas. Cuando uno vuelve a esos lugares son tan fuertes, poderosos. La Sierra es tan mágica que hubiera sido imposible que no se trastocara esta historia que había venido cocinando durante diez años.”
Lo que lo hace diferente a otros es esaresistencia y resilienciaque uno puede encontrar “para mantener ese espíritu comunitario, una postura de su cosmovisión. Hablar de estas ciudades y otras regiones grandes, o que operan de manera distinta, se diluye y tienen que ver con las presencias de esos ‘otros’, la violencia, deterioro del mundo natural. No quería llevar como eje principal el narcotráfico, pues su idea principal siempre mantuvo la postura de resistencia frente a eso, razón por la cual se centra en las comunidades rarámuris. Ya tenemos suficiente producción literaria y audiovisual en torno al narcotráfico, y muchas de ellas hacen apología. Yo quería hablar de la otra cara. Imposible que no hubiera presencia de esta realidad inevitable,” concluyó.
RICARDO PAT
