Crónicas Retrospectivas XVII

By on mayo 26, 2016

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REBELIÓN DE DON LINO MUÑOZ CONTRA VICTORIANO HUERTA

El grupo que apareció por el rumbo del edificio de la planta eléctrica, se lanzó al ataque contra el cuartel federal, en donde estaba una fracción del 16o. Batallón al mando del capitán Pedro de la Rocha. La agresión fue repelida por la tropa, que entabló con los asaltantes una refriega que tuvo una duración de quince minutos aproximadamente.

Mas cuando se estaba en lo más reñido de la lucha, el estruendo fue dominado por una voz potente: “¡Viva Carranza!” Fue esta la señal de la defección de gran parte de los soldados federales, muchos de los cuales se pasaron a las filas de los atacantes y, a su vez, atacaron a los jefes y oficiales, y a los restantes soldados de la guarnición, con los que entablaron un tiroteo que tardó cerca de cuarenta minutos.

El capitán de la Rocha, al escuchar el grito de insurrección, se dirigió a un soldado que supuso había sido el que lo profirió con el objeto de darle muerte, pero en aquel momento recibió en la frente un balazo que lo privó de la vida.

En el zafarrancho del cuartel perecieron, además del capitán de la Rocha, dos soldados y el oficial Rafael Pérez, de reciente ingreso en el 16o. Batallón con el grado de subteniente.

El otro grupo de alzados que penetró en la plaza por el lado oriente, atacó el cuerpo de guardia de la policía municipal, cuya gente estaba a las órdenes del sargento Marcos Rodríguez, quien encontró la muerte a consecuencias de varias heridas que recibió en diversas partes del cuerpo, y de un machetazo en la cabeza que le dejó al descubierto la masa encefálica.

Las bajas habidas en ambos bandos durante la refriega fueron las siguientes: capitán Pedro de la Rocha, subteniente Rafael Pérez, subteniente Perfecto Fabián Alcocer, ayudante del jefe político; sargento Marcos Rodríguez Mendoza, cabo Eusebio Falcón, Soldados Martín Muñoz, José Estrada, Tiburcio Vázquez y Jesús Sandoval, pertenecientes a los batallones 16o. y 26o. y a la policía municipal, y Feliciano Canul Reyes, José Canul y otra persona, cuyo nombre no pudo ser averiguado, del grupo de los alzados.

Los heridos fueron Aurelio Bagundo, comandante de la policía; Felipe Duarte, con machetazos en la cabeza y el muslo izquierdo fracturado; Francisco Zapata, con impacto de bala de máuser en el brazo y en la axila izquierdos; una niña lesionada en el muslo y en la región glútea izquierdos; una señora con la pierna derecha atravesada por una bala; dos desconocidos con fractura en la pierna cada uno de ellos y otro, también desconocido, con fractura de la mandíbula inferior, la cual estaba colgante, con los dientes de fuera.

Hubo otros heridos más que se trasladaron a sus respectivos domicilios, o fueron conducidos por los rebeldes cuando se retiraron.

Prestaron atención médica a los lesionados los doctores Manuel Ceballos Novelo, Alfredo Romero, Celestino Rodríguez, y Castillo Rivero.

También resultó herido de gravedad Juan Montalvo, uno de los jefes del Movimiento rebelde, quien falleció el día 19 de agosto de 1914, a las 12.30 horas.

La guarnición federal de Progreso estaba integrada por cien hombres, de los cuales defeccionaron setenta y cinco al grito de insurrección. De los leales, lograron salir del cuartel después de la defección, refugiándose en la planta eléctrica, los subtenientes Aquiles Mendoza y Francisco Canto R., y un soldado.

Se pasaron al grupo de los rebeldes el subteniente Bartolomé Ontiveros, del 16º, y el del mismo grado Evaristo Castillo, del 16o.

[Continuará la semana próxima…]

Esteban Durán Rosado

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