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¡Un Botellazo En La Cara!

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El Guacarrock llegó a Mérida.

Botellita de Jerez dejó prueba viva de su calidad artística en el Festival Rockultura 2015.

Este evento producido por Alejandro ‘Paxux’ Escalante, con la colaboración de un pelotón completo de destacados colaboradores, en esta cuarta edición tuvo como cabeza de cartel a una de las agrupaciones más emblemáticas de nuestro rock nacional, por lo que su llegada representó una magnífica oportunidad de escuchar buena música, a un precio inmejorable en plena capital yucateca, ni más ni menos que en el campo de béisbol de Cordemex.

Poco después de las 10 de la noche, los estelares Botellos aparecieron sobre el escenario, ante la algarabía de los cerca de 300 asistentes a esta cita histórica que, como mencionó Armando Vega-Gil, solo demoró “poquito más de treinta años en concretarse.”

Con un sonido perfecto y una iluminación adecuada, el cuarteto demostró que aún tienen mucho por decir, de gran manera, además de redescubrir sus grandes clásicos, aquellos que han dejado escuela en otras agrupaciones de la talla de Café Tacuba, Caifanes y La Maldita Vecindad.

El maratón musical incluyó la participación de las bandas yucatecas Alice True Colors, Steel Sentinel, Demoise, Rikita Banana, Los Macabra, y Brigada Esperanza. Las primeras tocaron ante escasa concurrencia, pero ello no mermó su emoción por formar parte de este festival que inició en el 2011.

Rikita Banana, como de costumbre, puso a bailar al personal con su propuesta de ska rock, con Mauricio Zoreda cantando mejor que nunca, y Rubén Vázquez (voz y trombón), muy seguro en su papel de figura central, amagando a los asistentes: ‘¿Ya pagaron su cover para no aplaudir? No mamen’, ante la risa de todos.

Los Macabra cumplieron y tuvieron una buena presencia escénica, cada uno metido en su personaje: desde un ‘Leatherface’ bajeando como poseso, hasta una sexy saxofonista (Carly Brains), mezcla de todas sus influencias, teniendo como base un rock heavy.

El ambiente era festivo aunque, dada la calidad de los artistas estelares, se esperaba una mejor entrada, ya que el ‘grueso’ del público comenzó a aparecer al momento en que ‘Brigada Esperanza’ culminaba su show, siendo los antepenúltimos en el orden de participación.

Siempre es agradable encontrarse con camaradas rockeros de diversas generaciones, talentos como Emilio y Roberto Reyes (La Venganza del Padre García), Mauricio Zoreda (Rikita Banana), Rodrigo Tovar (In Vitro Music Lab), Vicky Rojas (Luna 008), Memo Gallareta, Josué Marin (Antología Rock Band), y otros a los que no pudimos saludar pero que allá andaban, como Elías Nechar y el Chino (Resurrección).

Además dialogamos, aunque brevemente, con Eduardo Dájer – mandamás de la página ‘Heavy Metal: Un Sitio para los Rockeros’ –, Luis (Acero-Metal Shop), Javier Álvarez, Julio Cauich y su hija, trabajando en la grabación del concierto, Juliana Sepúlveda (La Verdad Yucatán) – muy activa, capturando con su cámara las actuaciones en el stage –, Danny Napoleón, quien viajó desde Playa para disfrutar el show de los Botellos.

Irónicamente, el investigador, músico y cronista del rock yucateco, Jorge Cervera Ramírez, máximo defensor de ‘Botellita de Jerez’ en Yucatán, no pudo estar presente pues esa misma noche tocaba en el ‘Mayan Pub’ con ‘Polilla Blues Band’.

Armando Vega-Gil abrió diciendo: “Bienvenidos todos en esta noche. Bueno, ya que estamos aquí, esta tocada se la queremos dedicar a 43 chicos de Ayotzinapa que ayer cumplieron nueves meses de desaparecidos.”

De inicio a fin su actuación no tuvo desperdicio: la banda se escucha muy compacta. Se nota que el ensayo y la constancia de sus conciertos han alcanzado un grado óptimo en sonido, presencia escénica, así como en su sentido del humor, clave en el desarrollo de cada una de las piezas.

Interpretaron, entre otros, los temas La Valona de la Conquista, El Laberinto de la Soledad, Return to Aztlán y El Santo contra la Tetona Mendoza, Luna Misteriosa, pertenecientes todas al álbum ‘Forjando Patria’. También Mi Taza de Café, Niña de mis Ojos, del primer disco en el que participaron estos cuatro músicos (Niña de mis Ojos), así como rolas nuevas: Sin País No Hay maíz, No Pinches mames.

Sin duda las más celebradas fueron las de su etapa clásica: Alármala de Tos, El Charrock and Roll, Oh Dennis y Saca.

Fue una actuación redonda.

Los asistentes gozamos como enanos con el juego, la improvisación, el albur y el doble sentido que estos maestros manejan a la perfección, con Santiago Ojeda imprimiendo mucho color con su guitarra, además de los teclados, percusiones y voz del Sr. González, que complementan perfectamente una base rítmica ya compacta, a cargo de Vega-Gil y Paco Barrios.

En efecto, los Botellos por fin cumplieron su cita con los rockeros yucas, y lo hicieron a carta cabal.

RICARDO PAT

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