Los perros guía ayudan a los ciegos de muchas formas: para empezar les proporcionan independencia.
Un perro guía, perro lazarillo o perro de asistencia, es un perro adiestrado para guiar a aquellas personas ciegas o con deficiencia visual grave, para ayudarlas en los trabajos del hogar. El perro guía es uno de los tipos de perros de asistencia que existen, posiblemente el más antiguo y más conocido. Es el único reconocido legalmente hoy en día, hecho que le permite unos derechos y privilegios no reconocidos entre el resto de los perros como, por ejemplo, la aceptación obligatoria en el transporte público.
Durante el control de los deficientes visuales, el perro debe tener la capacidad para percatarse de peligros relativos a las barreras arquitectónicas eventuales para el dueño, requiriéndose una capacidad bastante alta de inteligencia, así como un nivel de entrenamiento avanzado del animal.
A pesar de que los perros pueden ser entrenados para evitar varios obstáculos, no son capaces de distinguir colores como el verde y el rojo, de forma que no pueden interpretar un semáforo. Muchas personas ciegas no pueden movilizarse sin la ayuda de un perro de guía bien entrenado. Estos perros reciben una capacitación muy extensiva. Toma entre 2 y 5 años para que un perro de guía esté listo para comenzar a ayudar a una persona discapacitada. El entrenamiento incluye pautas básicas de obediencia y servicio. Además, los perros guía brindan compañía y protección a los no videntes.
Entrenamiento
El entrenamiento de perros de servicio dura al menos 2 años. Los perros aprenden cómo moverse hacia adelante y girar a la derecha e izquierda cuando se los indican. Algunas órdenes más avanzadas incluyen aprender a detenerse antes de cruzar la calle, dirigir a una persona con los ojos tapados alrededor de objetos sobresalientes y otros obstáculos, e ir a buscar objetos caídos. Además, durante el entrenamiento el perro aprende a cuidar solo de su dueño. Luego de completar exitosamente el entrenamiento, el perro es entregado a la persona no vidente.
Certificación
No en todos lados se requiere que el perro esté certificado, pero un can con esta certificación es uno que ha completado un curso aprobado por las autoridades correspondientes y, por lo tanto, está altamente capacitado para ayudar a los no videntes a acceder a aeropuertos, restaurantes, hoteles y lugares públicos. La certificación debería eliminar las complicaciones con los controles de esos lugares. Esto le permite al no vidente ser independiente y poder ir a los lugares que desee, sin requerir de la ayuda de otra persona.
Tipos
Cualquier perro bien entrenado puede ser un perro guía, aunque los labradores retriever y los pastores alemanes son los más comunes. Esto se debe a que tienen un instinto muy fuerte de ayudar a sus dueños. Lo más importante para un perro guía es ser lo suficientemente grande como para poder usar el arnés y correa. El no vidente debe poder llegar al arnés cómodamente. En los últimos años se han emprendido varias iniciativas para adiestrar perros de otras razas, incluso mezclas y callejeros, como una manera de solucionar dos problemas sociales a la vez: elegir perros de las perreras y protectoras de animales, y adiestrarlos para asistir a personas con cualquier tipo de discapacidad, incluidas las mentales (sean permanentes o no).
Buenos candidatos humanos
Los no videntes también debe recibir una capacitación. Muchos se sorprenden al saber que deben aprender a caminar nuevamente. Por lo general, las personas ciegas arrastran los pies y no se mueven a una velocidad en la que el perro pueda caminar cómodamente. Los no videntes, en ocasiones, no caminan lo suficiente como para mantener a su perro feliz y saludable inicialmente. Deben ir también a escuelas de capacitación y pasar pruebas de competencia.
“No puede entrar” – No a la discriminación
En los últimos dos años, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) ha recibido 10 denuncias de personas a las que no se les permitía ingresar a un establecimiento mercantil con su perro guía.
La mayoría de estos actos de discriminación se han dado en establecimientos como panaderías y restaurantes, pero no se denuncian a pesar de ser recurrentes.
En Yucatán, con base en el artículo 58 de la Ley Federal del Consumidor, la Profeco está facultada para aplicar multas, que van de los 570 pesos hasta un millón 578 mil pesos, a los establecimientos que nieguen el servicio a personas con capacidades diferentes. Las sanciones se tomarán con base en el tipo de establecimiento:
“Se aplicarán sanciones de hasta un millón 578 mil pesos a todos los establecimientos que no cumplan con otorgar los servicios a personas con discapacidad”.
“EDUCAR CONTRA LA VIOLENCIA ES LA SOLUCIÓN PARA LA DISCRIMINACIÓN”
Dra. Carmen Báez
Presidenta de El Muro Mérida A.C.