Ni Estúpidos Ni Imbéciles
El periódico Reforma publicó el pasado 5 de septiembre lo que Jesús Silva Herzog Márquez opinaba sobre los gobernantes actuales y los recientemente pasados sucesos de México. Entre otros argumentos de un ácido artículo, este autor dice que “la invitación de Donald Trump a México fue una estupidez”, término cuyo sentido etimológico se refiere a aturdimiento, y agrego que estupidez es la “torpeza notable para comprender las cosas” (D. de la A.E.).
Pero, de acuerdo a Javier Sicilia, hay un término que representa el carácter de muchos de los políticos de nuestro medio y les atribuye el sustantivo (mas no es calificativo) de imbéciles (Proceso No. 2081. p 42), que etimológicamente significa “sin báculo, sin sostén”, propio de los individuos viejos o incapacitados para caminar, que han perdido la entereza y el soporte para andar. En ambos sentidos, digo, imbécil es el que no tiene sapiencia (no el que simplemente ignora, por ejemplo, cuál es la capital de Veracruz o qué hora es). Otra cosa es no tener sabiduría o sapiencia, es decir, no saber tomar una decisión cabal para asumir un objetivo trascendente.
Sicilia dice enfáticamente: “La vida política de México está llena de imbecilidad y de imbéciles. No solo fue imbécil degradar lo poco que quedaba de la investidura presidencial invitando a Trump, el xenófobo, el enemigo de México, el apólogo de la segregación y del crimen. Es imbécil también querer ocultar la realidad de la violencia y de las violaciones a los derechos humanos…”
En mi opinión, Sr. Sicilia, no se trata de estupidez ni de imbecilidad. Nada de estúpidos ni de imbéciles. Nada de tarados. ¡Bien que se hacen! Saben sus cuentos capitalistas, bien saben lo que se traen entre manos.
No les interesa que se odie y se discrimine a los mexicanos. Estos supuestos imbéciles, repito, son la máxima expresión de la simulación y la farsa. Simulan aparentar, “simulan no saber”, simulan ser pendejos para pedir perdón después, porque así les exigen sus intereses propios del momento.
Saben cuándo masacrar a su población disidente, a los normalistas de Ayotzinapa, a la población de Nochixtlán, a los ejidatarios de Atenco, a los indígenas de Acteal, y de Oaxaca, y de Guerrero, y de otros núcleos humanos de Chiapas. Saben cuándo conceder a los extranjeros el petróleo y las minas. Saben cómo regalar las fuentes hidráulicas a la coca cola. Cómo regalar espacios para infraestructuras privadas. Porque así conviene al gobierno, a los partidos oportunistas y demás políticos.
Esta gentuza no tiene pueblo: tiene víctimas, muertos, desaparecidos, fosas clandestinas.
Son sabios en sus tranzas y en los despojos de los ciudadanos.
Esto no es estupidez, ni imbecilidad de su parte. Cumplen con los objetivos que se han propuesto alcanzar. No es sabiduría, no es falta de sapiencia. No son torpezas.
Es cumplir con sus “verdades históricas”, aunque a veces se cansen, como Murillo Karam; aunque hipócritamente pidan perdón; aunque interesadamente den la razón a Trump para construir el muro de la ignominia.
Apenas en nuestra anterior colaboración comentábamos la revelación que el HuffPostMexico hizo pública – “la administración de Peña Nieto tomó en secreto 240 mil millones de pesos del patrimonio de las empresas productoras del Estado, bajo una maniobra que permite que esos recursos sean utilizados a discreción a la hora de rendir cuentas. Pero también FeCal durante su gestión hizo retiros de las paraestatales para mantener a flote las finanzas públicas.”
Esa es la plutocracia. Es la preponderancia de los ricos en el gobierno inteligente.
A propósito de plutocracia:
El portal editorial Sin embargo nos informó que a los empresarios más ricos del país, multimillonarios plus trasnacionales, les fueron condonados sus impuestos del 2015 por el Sistema de Administración Tributaria, una cantidad de 50 mil 844 millones de pesos. La secrecía aplicada es hermética. Por el momento sólo se sabe que han sido beneficiadas las empresas Casas Geo, Grupo Televisa, Sabritas, Gamesa, Inmobiliaria Prologis, Scotiabank Inverlat, Banorte, Bancomer, Banamex y algunas más.
Daniel Márquez Gómez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Unam, comentó anteayer: “Sólo recaudamos 7% de lo que gastamos… Las brechas de desigualdad son significativas… Este país no es el lugar en donde se debería aplicar la condonación fiscal.”
Recuerde maestro Márquez Gómez, digo, que vivimos en un país de auténticos plutócratas, gobierno y grandes ricos fuertemente unidos.
¿Por qué no habríamos de unirnos nosotros también en la condena y la lucha contra esos verdugos que nos tienen al borde del cadalso, me pregunto?
Sicilia agrega: “La clase política que nos gobierna desde hace décadas no ha dejado de producirnos daños irreversibles… México merece una refundación si quiere escapar de su ignominia… La inacción sí es una imbecilidad… Dejar por un momento las diferencias ideológicas y protestar en las calles para decirle a Trump, a la Presidencia y a las partidocracias corruptas que todavía tenemos una patria que defender…”
¡Porque aquí nadie se rinde!, finalizo.
Gilberto Balam Pereira
