Los Dos Años Por Venir…

By on octubre 5, 2016

Editorial

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Los Dos Años Por Venir…

En medio del mismo ambiente de violencia de los cuatro años precedentes, se ha hecho por estos días una reflexión gubernamental sobre la situación del Estado a dos años de renovarse el Poder Ejecutivo.

Los 1460 días anteriores, plenos de actos para anuncios de avances en bienestar, modernidad, obras públicas, seguridad, abatimiento de la pobreza acumulada en decenas de miles de compatriotas yucatecos, no han sido suficientes para acabar con uno solo de nuestros males y padecimientos sociales acumulados.

Es entendible que, con una peor y dramática situación a nivel nacional, se tornen los ojos a la península yucateca y se diga extramuros que vivimos una plena seguridad, con males menores, en camino a la bonanza económica; en cuanto a esto, es en parte verdad con la bonanza que se refleja en los bolsillos de los grandes capitalistas nacionales y locales, mas no en los de nuestras clases populares.

En este nivel, las fachadas de casas y predios abandonados, si se consultan antecedentes fotográficos, no han ido a más, sino a menos.

Las calles continúan con sus ancianos baches, la iluminación adolece de eficiencia, la seguridad es relativa ante un panorama de más elevados consumos de alcohol, crecimiento de bandas juveniles, desempleo y conflictos entre vecinos por motivos cualquiera.

La prensa escrita nos trasmite cotidianamente imágenes de funcionarios y políticos aspirantes a nuevas posiciones, en las usuales poses de ficción exitosa y alegría simulada de quienes posan para tales imágenes impresas.

En cuanto a seguridad, digamos que el publicitado Escudo aún está en gestión de fondos o financiamientos para su implementación, aunque no se confía plenamente en un grandioso éxito. Ya desde ahora existen muchos casos insolutos de asesinatos acaecidos hace meses, y la nueva aplicación de justicia oral parece convertirse en puerta de salida rápida para la delincuencia, para disgusto de los denunciantes y frustración de la sociedad.

Podemos hablar de avances modestos en resultados, pero la terca realidad nos impone una carga de datos aún preocupantes. Feminicidios, suicidios, accidentes mortales, drogas en circulación, ruptura de los valores familiares y mayor dependencia de asociaciones caritativas, que suplen o apoyan en áreas de atención a enfermos, ancianos, o niños en estado de abandono, o de difícil supervivencia por edad o discapacidad, son noticia diaria en los medios de comunicación.

Aún faltan los enfrentamientos partidistas por puestos de elección, y los golpes bajos, las descalificaciones, las luchas de grupos e intereses, así como las denuncias de grupos enfrentados entre sí en el afán de ganar la opinión pública.

Cuatro años de un gobierno han transcurrido. Es de desearse que en los dos años pendientes pueda darse la unión de voluntades y esfuerzos por Yucatán, para llegar a los tiempos de unas elecciones, nacionales y locales, que a estas alturas solo son una preocupante y creciente incógnita.

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