Como piñuelillas o piñuelas es como comúnmente conocemos este fruto en Yucatán. En lengua maya las piñuelas reciben el nombre “ch’om”, mientras que científicamente se llaman Ananas pinguin. Pertenecen a la familia de las bromeliáceas.
Las piñuelas provienen de una planta de mediana altura con hojas numerosas en forma de roseta, erguidas, de 1 a 2 m de largo, y de 2 a 4 cm de ancho. Dichas hojas tienen espinas curvas de 5 a 10 mm, y cambian de color verde brillante a rojo. Las flores crecen en grupos en un eje corto, con pétalos que miden alrededor de 3 cm. El fruto es carnoso, ovoide y con semillas aplanadas.
Es una planta originaria de la zona tropical de América, y habita en climas cálidos al nivel del mar y hasta 200 m. Está asociada a dunas costeras y al bosque tropical caducifolio.
Antiguamente en Yucatán estos frutos se podían conseguir ampliamente y hasta se vendían a través de las rejas de las escuelas como las mejores golosinas, junto a codzitos y tostadas con frijol, tomate o queso fresco. Esta práctica ha pasado a la historia perdiéndose esta tradición de alimentación sana para los niños escolares.
Desafortunadamente no se han confirmado experimentalmente sus propiedades terapéuticas.
Otros usos:
- Este fruto es recomendado para el tratamiento natural de la tosferina. Con el fruto sancochado en agua se prepara un cocimiento junto con menta, poleo y toronjil, y se toma varias veces al día
- Cuando sus frutos están sazonados, se extrae la parte carnosa, de la que se saca la pulpa, con la cual se hace jarabe que se usa, diluyéndolo en agua común, como antiescorbútico
- También se aducen favorables efectos en los diabéticos y, al parecer, quita los efectos de la embriaguez
Héctor Tuz