Jorge Curiel es un músico autodidacta, apasionado por el rock progresivo, lleno de entusiasmo para componer sus propios temas. Durante su visita a Mérida, como el baterista de ‘Luzbel’, tuvimos la oportunidad de platicar con él acerca de sus principales influencias, sus gustos y planes futuros.
El talentoso percusionista hasta la fecha ha editado dos discos, ‘Colisión’ (lanzado de manera independiente en el 2010) y ‘Tótem’ (a través del sello Gravis Records en el 2014), los cuales contienen piezas de verdadera calidad, y que son dignos de sumarse a nuestras respectivas colecciones.
Jorge resultó ser un tipo muy accesible y conversador, por lo que cada pregunta fue contestada al detalle.
Gracias por la entrevista, Jorge. Háblanos acerca de tus influencias musicales.
Específicamente, los bateristas que me influenciaron no solo en mi manera de tocar sino que también me encaminaron a comenzar como solista fueron Simon Phillips (Toto, Michael Schenker Group,Hot Gossip, National Youth y otras), Virgil Donati (Planet X), Dave Weckl (Chick Corea, Aztec Camera, The Honeydrippers) y Neil Peart (Rush). Estos cuatro bateristas son sin lugar a dudas mis mayores influencias, pero como compositor también me han influenciado grandes bandas como «Iron Maiden«, «Led Zeppelin» y «The Doors«, y más en el progresivo han sido «Rush«, «Dream Theater» y «Planet X«. Escucharlos incrementó mi inquietud como compositor y me encaminaron mucho más dentro del género.
Comenzaste muy joven a tocar la bataca. ¿Qué géneros musicales has abarcado desde entonces hasta la actualidad?
Sin duda, mi género preferido es el Progresivo. Específicamente yo toco Metal Progresivo y he tocado con varias bandas de este género, pero también con muchas bandas de Heavy Metal y de Rock. También he tenido algunas incursiones en el Pop, pero definitivamente lo mío es el Progresivo.
En la primera etapa de tu carrera, ¿con qué agrupaciones participaste y cuáles fueron tus experiencias en ellas?
Haciendo un conteo rápido, he tocado en alrededor de 15 proyectos, tal vez más. Pero las bandas que yo considero como mis experiencias más importantes son «Álaghom«, «Calvaria» y «Luzbel«.
«Álaghom» fue la primera banda con la que grabé un disco. Esto fue en el año 2007 y con ellos hice mi primera gira por el interior de la república. Sin duda, aprendí mucho con ellos y me la pasé muy bien ya que tocaban dentro del género que más me gusta. Con ellos aprendí un par de cosas con respecto a las giras y a la dedicación que se requiere para que ésto se logre.
«Calvaria» fue también otra de las bandas con la que grabé un disco en el año 2010. Con ellos estuve tocando aproximadamente 2 años. En ese período me quedó claro que era una banda de mucho peso en la escena del Heavy Metal en México. Estuve tocando con ellos en muchos lugares y francamente me la pasé muy bien.
«Luzbel» es la banda con la que toco actualmente y que llevo en paralelo con mi proyecto solista. Extrañamente, a pesar de ser una de las bandas más importantes en la historia del Metal en México, al momento en que yo entré a formar parte de su alineación no tenía idea de su importancia y no conocía más que una sola canción de ellos, debido a que mis influencias siempre fueron más arraigadas al Progresivo, y nunca estuve muy al pendiente de la escena metalera nacional. Con Luzbel he grabado un disco. Fue en el año 2013 y definitivamente hay muy buena química con todos los integrantes de la banda. He tenido muy buenas experiencias con todos ellos hasta este momento.
En paralelo con estas bandas que ya mencioné, he estado involucrado con un par de músicos con los que también he tenido muy buenas experiencias. Uno de ellos es Alejandro Marcovich, guitarrista de Caifanes. Estuve tocando con él en un proyecto sinfónico en el año 2010 y considero esta experiencia muy importante no solo por haber tocado con él, sino porque también fue mi primera experiencia tocando con una orquesta. De esas cosas que nunca voy a olvidar.
Recientemente estuve tocando con el guitarrista Joe Stump en su gira México 2015. Mi primera experiencia con un artista extranjero. Lo más importante para mí de esta experiencia fue cómo, a pesar de venir de un país totalmente distinto tanto en cultura como en costumbres, no deja de sorprenderme cómo la música es un lenguaje totalmente universal, ya que el entendimiento y la química con Joe se dieron en el momento en que comenzamos a tocar. Eso es lo que más me gusta de la música: no hay necesidad de hablar, solo hay que tocar y compartir.
¿Qué fue exactamente lo que te atrajo hacia el Rock Progresivo?
El progresivo tiene dos características que a mí como baterista y compositor me atraen demasiado: la complejidad que puedes darle a una canción, y la libertad que puedes tener para componer sin limitarte, ya que es un género que no tiene límites. Esto no lo puedes hacer en otro género, ya que empezarías a salirte de los parámetros establecidos y acabarías tocando precisamente algo más progresivo. Como complemento, yo le doy un toque de Metal para obtener así la fuerza que necesito darle a mis canciones.
En el 2008 iniciaste la composición de los temas que conformarían tu disco debut, el cual editaste en el 2010, ¿cómo fue el proceso de realización desde su concepción hasta su edición?
Básicamente, para lanzar mi primer disco –»Colisión«– me enfrenté por primera vez a todos los problemas que hay que resolver en cualquier producción, con la diferencia de que lo tuve que hacer yo solo, sin el apoyo de nadie. Primero comencé a componer las canciones, que ya de por sí es un proceso lento para mí porque tengo que componer absolutamente todo: las melodías, la línea del bajo, de las guitarras, los solos de teclado y de guitarra y, por supuesto, mi parte como baterista. Esto me llevó aproximadamente un año.
Después comencé la selección de músicos para grabar todo lo que ya había escrito, lo que fue bastante laborioso ya que tuve que buscar a gente que fuera comprometida y que tuviera la capacidad y el tiempo necesario para comenzar y terminar la grabación.
Después de esto comenzó el trabajo en el estudio, en donde tuve que realizar mi labor como productor para que la música fuera interpretada de la manera correcta dado el concepto que yo quería plasmar en este primer disco. Al mismo tiempo, tuve que dejar en claro la imagen que quería para la portada y el arte del disco, ya que yo no dejo casi nada a la imaginación del diseñador.
Hice muchas correcciones hasta que quedó exactamente como yo quise, todo esto para que el disco fuera una producción con un concepto propio, desde la música hasta la portada. Finalmente, lo menos complicado fue maquilar el disco ya que esto es una cuestión solamente de dinero.
¿Cuáles son los temas que destacarías de este primer esfuerzo?
Creo que logré un disco bastante sólido con respecto a las canciones. Aun así las que me gusta tocar casi siempre de este disco son «Invasión«, «Colisión» y «Némesis«, que engloban perfectamente el espíritu que quise plasmar en esta primera producción. Son canciones que como baterista me hacen esforzarme bastante, y que disfruto mucho tocar en vivo también por la cuestión melódica. En general, todas las canciones me gustan mucho, pero en vivo no se puede tocar todo el disco, y las que elijo por lo general son esas tres.
¿Quiénes participaron en su elaboración?
Los músicos invitados en este primer disco fueron Hugo Mijangos en la guitarra rítmica, Daniel G. Köppen en el teclado, Mauricio Castroarenas en el bajo, y José Chacón para los solos de guitarra.
El año pasado (2014) lanzaste tu segundo disco solista titulado ‘Tótem’. ¿Qué diferencias destacarías entre su contenido, comparado con el de tu primer trabajo?
Una de las diferencias fue que ya conocía bien el proceso para llevar a cabo la grabación ya que fue exactamente el mismo que en el primer disco. Esto hace las cosas más fáciles ya que para resolver algún problema se tiene muy claro cómo hacerlo. Otra de las diferencias fue la cantidad de músicos que invité para grabar: en «Colisión» fueron 4, y en «Tótem» fueron 7. En este segundo disco los músicos invitados fueron Manuel Quiñones en la guitarra rítmica, Omar Szdenka en el bajo, Daniel G. Köppen nuevamente en el teclado, y para los solos de guitarra invité a César Huesca, Alejandro Navarro, Paco Herrejón y a Hugo Loyo«. Esto fue porque «Tótem» tiene una cantidad mayor de solos, tanto de teclado como de guitarra en comparación con «Colisión«. Así que fue una buena oportunidad para enriquecer con más sonidos este disco. Otra de las diferencias es que «Tótem» se grabó en un solo lugar, mientras que «Colisión» fue grabado en 4 estudios distintos.
¿Cuáles son tus temas preferidos de este segundo disco y por qué?
De este segundo disco destacaría, sin duda, las canciones «Ganar o Morir«, «Tótem» e «Inmortal» porque son canciones que representan perfectamente el concepto de este segundo disco: tanto la energía y la complejidad, así como lo melódico y virtuoso que quise plasmar. Por supuesto, cada una de las canciones de este disco tiene un espíritu propio que se disfruta de igual manera, ya que es mucho más melódico que el primero.
Dentro del campo de las clínicas musicales que impartes, ¿qué destacarías principalmente?
Como muchas personas saben, soy un músico autodidacta, así que en mis clínicas trato de abordar mayormente temas de estudio que me han ayudado a través del tiempo a alcanzar mis metas como baterista. No me encierro mucho en temas tan técnicos ya que considero que la técnica no hace la diferencia entre un músico y otro; lo más importante es saber qué es lo que tú tienes en tu interior que te haga crecer y te distinga de los demás. También desgloso más a detalle los ritmos que están contenidos en mis canciones, ya que son ritmos bastante desarrollados y característicos de mi estilo.
¿Cuál es tu método de enseñanza?
Cuando he tenido la oportunidad de dar clase de batería, mi método parte de enseñar lectura, técnica y ritmos básicos, y esto lo adapto a las capacidades y nivel de cada estudiante. Por supuesto, yo mismo soy un músico que hasta la fecha sigue aprendiendo, así que solo imparto hasta el nivel intermedio, que para mí es el punto en el cual ya cada músico tiene que empezar a definir su propio estilo.
¿Cómo surgió la opción de integrarte a Luzbel?
Sucedió como normalmente sucede: un amigo me habló y tuve que ir a audicionar, y como normalmente sucede, me quedé con el puesto. Jajajajajaja. Ya en serio, hubo muy buena química entre Raúl, Víctor y yo. Las canciones no es que estuvieran muy difíciles – los bateristas que yo pude escuchar ese día que audicionaron antes que yo tampoco tuvieron mayor problema para tocar ninguna de las canciones –. Creo que mi punto extra en este examen fue mi energía y el toque que me caracteriza, ya que nunca he pretendido copiar el estilo de nadie.
¿Cuál es tu opinión de Raúl Greñas el músico y el ser humano?
Considero a Raúl Greñas un excelente músico y compositor y, como siempre sucede con los grandes músicos, también es una excelente persona. Esa me parece es una característica recurrente en los músicos de alto nivel.
¿Cuáles son tus planes a corto y mediano plazo?
En el pasado todas mis presentaciones han sido tocando con «pistas», lo que realmente no me desagrada pero sí limita un poco la dinámica de un concierto y los lugares para tocar. Recientemente comencé los ensayos con mi banda para presentar mis canciones en vivo, como debe de ser y como deben de sonar. El plan de este año es comenzar mis presentaciones con esta nueva banda, y así poder tocar en más lugares con una propuesta visual más agradable al espectador. Hay planes también para grabar el tercer disco, pero por lo pronto este 2015 será solo para tocar en vivo y seguir promocionando «Tótem«.
¿Algo que desees añadir, Jorge?
Tan solo agradecerles este espacio y la oportunidad de dar a conocer mi música y mi proyecto. Espero que en un futuro no muy lejano sea posible venir a tocar a Yucatán con mi banda y extender el alcance de esta propuesta, ya que el progresivo es un género que aún es poco conocido en este país, pero que merece ser escuchado por toda la gente.
RICARDO PAT
Contacto:
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Sitio oficial:
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Link del video de
JORGE CURIEL – ‘TÓTEM’