Dos siglos de dramaturgia regional en Yucatán – XXV

By on febrero 17, 2022

XXV

 

Fernando Mediz Bolio

 

El camarada Tenorio

 

(Nota del compilador: Claro ejemplo de la fusión de teatro de revista del D.F., el teatro regional de Yucatán y el teatro bufo cubano. Años 40.)

  

Fernando Mediz Bolio

(Mérida 1904, México, D.F. 1956)

Productor, director de escena y dramaturgo

 

CUADRO PRIMERO. – CANTINA

 

Aparece CESAR, LUIS y CHENTE.

 

CHENTE:      Cual gritan esos huelguistas

como me sacan de quicio

cuando termine este oficio

castigaré a esos pancistas.

CÉSAR:        ¡Buenas huelgas!

LUIS:            ¡Buen pretexto!

para juntar buen dinero.

CESAR:        No creas, todo lo presto

y además no tengo fuero.

LUIS:            Pero hoy.

CÉSAR:        Hoy no entra en la cuenta.

Luis, ¡he hecho un buen trabajo!

LUIS:            ¡Chist! Pon el volumen más bajo

que mi señor se impacienta

pronto.

CESAR:        ¿Con él vas a trabajar?

LUIS:            Con él trabajo hace mucho.

CÉSAR:        Por lo visto eres muy ducho.

Y no estoy entre el lugar.

¡Con él me doy la gran vida!

le serviré hasta muerte!

CÉSAR:        ¡Caramba esa es mucha suerte!

LUIS:            Ya lo ves ¡siempre convida!

CESAR:        ¿Es líder?

LUIS:            De los primeros

CÉSAR:        ¿Tiene gente?

LUIS:            ¡Por montones!

CÉSAR:        ¿Y no teme?

LUIS:            ¡Ni a Morones!

CESAR:        ¿Mexicano?

LUIS:            ¡Casi Ruso!

CÉSAR:        ¿Su nombre?

LUIS:            Creo que es Lombardo

CÉSAR:        ¿Don Vicente?

LUIS:            ¡Así se puso!

CÉSAR:        ¿Y hace versos?

LUIS:            ¡Si, es un bardo!

CÉSAR:        ¿Pero a quien se los escribe

tan cuidadoso y prolijo?

LUIS:            Son las cartas que recibe

de mujeres!

CÉSAR:        ¡Vaya un jijo!

LUIS:            Cierra el pico.

CÉSAR:        Firmo y sello.

CHENTE:      ¡Luisito!

LUIS:            ¡Mande señor!

CHENTE:      Al buen amigo Tellito

le pedirás por favor

remita a la Presidencia

esta cartita de amor.

¡Y quita ya de mi presencia!

LUIS:            ¡Volando! ¡Ya voy! ¡señor! (Mutis.)

CHENTE:      Y qué tal César ¿qué tal?

CÉSAR:        Camarada, si soy franco,

el negocio no va mal…

CHENTE:      ¿Hay para comerse un taco?

CÉSAR:        ¿Un taco? ¡Y hasta un tamal!

Yo cometo aquí infracciones

y bautizo el habanero…

CHENTE:      ¿Y ganas mucho dinero?

CÉSAR:        Pues no me puedo quejar.

Hoy, camarada verás,

si en la Cantina te estás,

una apuesta original!

Con que tú dices… ¿te vas?

CHENTE:      Yo jamás de la Negrita

me separo, camarada…

y hoy menos, porque una cita

tengo aquí en la madrugada!

¡Con que me verás después!

CÉSAR:        ¡Cualquiera sabe quién es!

¡Pues ya comienzan a entrar! (Entran con comparsas.)

CHENTE:      ¡Esta curul tiene dueño!

¡y yo solo me la gano!

MORONES:  ¡Yo soy Morones! No sueño

usted será Toledano?

CHENTE:      ¡El mismo soy don Luisito!

TODOS:       ¡Don Vicente! ¡Cuánto gusto!

MORONES:  Tal parece que del susto

se volvió hasta más chiquito.

CHENTE:      ¿Estamos listos?

MORONES:  ¡Estamos!

CHENTE:      ¡Como quien somos cumplimos!

¡veamos pues qué es lo que hicimos!

MORONES:  ¡Comamos antes!

CÉSAR:        ¡Comamos!

CHENTE:      La huelga fue…

MORONES: Por razones

dije que en México todo

no se encontraría el modo

de terminar con Morones!

CHENTE:      Pero el resto de la gente

nunca así jamás pensó

y por su fuerza triunfó

en todas partes Vicente!

MORONES: ¡No es así!

CHENTE:      ¡Puede que sí!

y por eso aquí apostamos

los dos juntos aquí estamos

pues os voy a hablar así!

Buscando mayor espacio

a mis hazañas, me fui,

en un camión muy despacio,

hasta Sonora, y allí

me metí al mismo Palacio.

De nuestra Revolución

antigua y propicia tierra,

y en ella un gobernador

que dice persigue el vicio,

pero yo, por lo que fuera,

me pelié con Yocupicio!

¡En Sonora! ¡tierra ingrata!

ni una huelga me cuajó,

y así yo metí la pata

y todo mal me salió!

Donde hay obreros, hay paros,

y huelgas y boicoteo,

y los líderes son caros,

mas yo nunca claro veo!

En el norte mi cartel

dejé siempre bien plantado

aquí está aquel Toledano

y no hay patrón para él.

De aquellos días la historia

yo contarla aquí no quiero,

pero si tienen memoria,

recordarán de mi fueron!

Con Diputados veletas

y Senadores amables,

yo supe darme mis tretas

para manejar mis sables.

De Sonora me pelé

como ustedes ya lo saben,

y en México me quedé

aunque los líderes no caben!

¡Monterrey! Toda su gente

vió mi segundo cartel.

Aquí está ya el gran Vicente

y no hay huelga para él!

Desde el buen patrón burgués,

hasta el más humilde obrero

todos a darme el dinero

ha venido cada mes.

CHENTE:      Esto hice y en un año

que en Monterrey yo gocé

no hubo huelga ni hubo daño

en que parte no tomé.

Por doquiera que fui

la razón atropellé

la reacción fustigué

la C.T.M. burlé

y a los obreros vendí.

Yo a las fábricas subí

y hasta las minas bajé

y en todas partes cogí

y a todos los exploté!

A quien quise yo arruiné

con quien quise me embriagué,

y nunca consideré

que pudo engañarme a mí

aquel a quien yo embauqué!

Esto Lombardo cumplió

y escritos en este oficio

están los que fastidió

y lo que él aquí apostó!

¡Mantenido también fue!

MORONES: Cuente usted

CHENTE:      No, oigamos antes

vuestras fieras aventuras,

y citaré terminantes

sus notas y comprobantes

lo escrito aquí archivaremos.

¡Camarada, empiece ya!

MORONES: Allá vá.

Buscando yo como usted

un lugar donde esconderme

pues me hicieron la merced

los gringos de allá meterme.

Después volví hasta Orizaba

para ver un asuntito

y no encontré ni una traba

para armar mi borlotito!

En la CROM yo me apoyé

y así pasaron los días

hasta que yo traicioné

a aquel don Plutarco Elías.

Y en tan total carestía

hallándome de dinero

de mí todo el mundo huía

mas yo burlé a un policía

y formé a mis pistoleros!

¡la hicieron bien y ganaron,

nunca metieron la pata

ni cuando ellos asesinaron

a don Filomeno Mata!

Salté a León. ¡Buen país!

y como en el norte usté

puse un cartel en tris

diciendo aquí hay un don Luis

que es más gordo que un bisté!

Esto escribí, y en un mes

que estuve en la capital

hice huelgas más de diez

y todas salieron mal.

Mas como Chente, mi historia

también alargar no quiero

que basta para mi gloria

sabe que fui traicionero.

Y cual Chente, donde fui

la razón atropellé

al camarada engañé,

y sólo me enriquecí!

Mi quinta está hipotecada

y estoy hecho una indecencia

¡ya me llevó la tostada!

no llego a la Presidencia!

CHENTE:      Las historias son iguales

veamos pues los apuntes….

MORONES: ¡Que me traigan dos tamales

y que también los apunten!

CHENTE:      Mis cuentas traigo arregladas

en este oficio que es mío

en dos líneas separados

los patrones explotados

y los obreros burlados.

A contar.

MORONES:  ¡A contar!

CHENTE:      Veinte y nueve.

MORONES:  ¡Los borregos!  A ver la suya

¡Siento que todo se mueve!

¡Aquí sumo treinta mil!

CHENTE:      ¡Los camaradas!

MORONES:  ¡Qué animal!

CHENTE:      Eso, mi gordo don Luis,

si no le parece mal!

MORONES: Veamos ahora los paros!

CHENTE:      Yo tengo purita huelga

MORONES:  ¡Mil doscientos! ¡Sí que es raro!

CHENTE:      Y falta lo que le cuelga!

Don Luis ponga mucha atención

y perdone la imprudencia

yo me salgo del montón

y llego a la Presidencia!

MORONES:  ¡Don Juan está usted loco!

CHENTE:      ¡No me espanta ya ni el coco!

MORONES: ¡Pues nada, yo se lo apuesto!

CHENTE:      Ya sabes que no me arresta

y aunque no quiera la gente

yo llegaré a Presidente

pues apoyo se me presta!

MORONES:  ¡Yo te juego lo que quieras!

CHENTE:      ¿Estás loco mi buen gordito?

me basta con que te mueras!

yo armaré el borchinchito!

MORONES: ¡Satisfecho quedaré!

CHENTE:      ¡Camarada!

MORONES:  ¡Se lo lleva la enlutada!

CHENTE:      ¡Pero la apuesta está en pie!

 

Telón

Fernando Muñoz Castillo

Continuará la próxima semana…

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