Diagonal de Sombra
VIII
COMO EL ODIO
Como la rabia, como el galope
de un caballo famélico,
como el aire cortante del huracán
en la montaña,
llegó hasta mí el inmenso,
el infranqueable aletazo del odio.
No supe entonces si lo que me golpeaba
las empapadas sienes
era desvelo pasajero: pasión de un solo instante
o atmósfera tenaz establecida
en las grietas profundas del aliento.
Ignoraba si el hacha de canceroso filo
que cercenaba mis sentidos,
como a ramas jugosas de ciruelo,
era de acero subterráneo
o de calcio soluble.
El tiempo transparente me llevó de la mano
por entre pasadizos oscuros,
y me depositó en un valle
de horizonte redondo.
Entre un mar y otro mar,
entre el cielo abundante
y la tierra de profundidades ignoradas,
entre el hostil guijarro y la amable corola,
entre el agua y el sol:
entre todas las formas de la naturaleza
derramada, vi el misterioso caracol del odio,
jugando entre las rosas y los fresnos
el intrépido juego del destino del hombre.
JUAN DUCH GARY
[Continuará la próxima semana]