Cine – Star Trek: Sin Límites, de Justin Lin

By on septiembre 15, 2016

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Star Trek: Sin Límites, de Justin Lin

Producida por J.J. Abrams, el moderno Midas de la industria cinematográfica, Star Trek: Sin Límites viene siendo la tercera película en la saga más moderna de películas basadas en los inmortales personajes de Gene Roddenberry. Anteriormente disfrutamos de Star Trek, y luego de Star Trek: En la Oscuridad.

En algo han sido consistentes las tres películas: todas nos presentan una magnífica visión de un futuro al que quisiéramos llegar, uno del que Arthur C. Clarke – autor de “2001” y de otras grandiosas obras maestras de la literatura de ciencia ficción – estaría orgulloso. Hay algunas escenas de la Estación Espacial Yorktown que nos dejan boquiabiertos ante la belleza del espectáculo visual que se nos ofrece; si así será el futuro, ojalá alguno de mis descendientes alcance a verlo.

A partir de un guion en el que colaboraron Simon Pegg (quien hace el rol del ingeniero Scotty) y Doug Jung (quien también actúa como la “pareja” de Sulu, en una sutil manera de mostrar que en el futuro se vive en un universo incluyente), esta tercera entrega parece un capítulo extendido de la serie televisiva más que un largometraje. En otras palabras, el hilo conductor es demasiado tenue y sin complejidad: una solicitud de ayuda es recibida por la nave U.S.S. Enterprise, y el capitán Kirk – quien ya está fastidiado de navegar por el espacio sin una meta específica salvo integrar más planetas a la Federación Interplanetaria – decide prestar ayuda. Es una trampa por medio de la que el renegado Krall (interpretado por el multifacético Idris Elba) intenta cobrar venganza de la Federación. Armado con robots y naves que se comportan con la coordinación de un enjambre de abejas, Krall destruye al Enterprise y captura a la mayor parte de la tripulación. Kirk, Scotty, Spock y el Dr. Bones deben unirse a una vengativa Jaylah para detener los planes de Krall y sus secuaces.

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Regresando a lo que se mencionaba anteriormente, si bien el guion es débil en cuanto a motivaciones y situaciones (¿Kirk usando una moto para distraer a los malos, en serio?), lo que salva la película son los efectos especiales y las escenas en el Yorktown. Eso sí, y debe mencionarse, todos compramos ya a Chris Pine como James Tiberius Kirk, a Zachary Quinto como el vulcano Sr. Spock, a Simon Pegg como Scotty, a John Cho como Sulu (por cierto, el actor original en la serie televisiva – George Takei – no estuvo de acuerdo con que volvieran homosexual al personaje de Sulu en la película, a pesar de ser él uno de los más afamados homosexuales en el mundo cinematográfico), a Zoe Saldana como la teniente Uhura, y ciertamente vamos a extrañar en las futuras entregas al malogrado actor Anton Yelchin interpretando a Chekov. Todos los actores principales están firmes ya en sus personajes y logran lo que se espera: que nos preocupemos por ellos y por lo que les suceda en la pantalla.

Mención aparte para Idris Elba – a quien disfrutamos en Titanes del Pacífico y próximamente observaremos en la versión que se filma de “El Pistolero” de Stephen King – y para la actriz que interpretó a Jaylah: Sofia Boutella, porque ambos hacen lo que pueden bajo sus maquillajes, y en los limitados roles que les asignaron. De Elba ya sabemos que tiene tamaños para mucho más, y de Boutella auguramos un buen futuro dado su natural desenvolvimiento en la pantalla.

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Del director Lin baste decir que debe su fama a haber filmado al menos dos de las películas de Rápidos y Furiosos, y que este es su primer proyecto ambientado fuera de los automotores. Cumple con la encomienda, pero no logra quitarnos la impresión de que este no fue un largometraje.

Star Trek: Sin Límites es una película que los que amamos la ciencia ficción apreciaremos y agregaremos a nuestra videoteca, a pesar de sus carencias. He aquí la verdadera recomendación a todos los que aún no se hubieran decidido a ir a verla: nos presenta un futuro al que hasta este momento se ve prácticamente imposible siquiera aspirar. Ah, pero, ¿qué tal si en realidad entendiéramos que estamos destinados a cosas más grandes y mejores, a viajar a las estrellas, a vivir todos en paz? Si así sucediera, entonces seguramente lo que observamos en la pantalla se habrá de cumplir, y siempre es emocionante y sumamente gratificante atestiguar e imaginarnos que ese futuro nos aguarda a todos, ese que vemos proyectado frente a nuestros ojos.

Gerardo Saviola

gerardo.saviola@gmail.com

Tráiler Oficial de Star Trek: Sin Límites

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