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Bobby Capó – “El ruiseñor de Puerto Rico”

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A mis amigos riqueños: la compañera de letras

Luzelva Andazola Capó, y el artista visual José Capó,

sobrinos de este ilustre compositor de la Isla del Encanto.

 

Siempre la nostalgia llega, y los recuerdos de esta isla caribeña llegan a mi numen: cuando mis primos Hernán Buenfil y José Colón –sobrino en ese entonces del gobernador de Puerto Rico– abrieron una sucursal de su establecimiento “La Casita” de la isla de las golondrinas – Cozumel – y se instalaron en el viejo San Juan, en las calle de Fortaleza # 100, en el centro histórico de la capital de la isla; el recuerdo de los años 40, cuando mi padre conoció a Rafael Hernández en la XEW de México; el color de su música –ahora tengo como fondo musical la canción “En mi viejo San Juan” de otro notable músico, Noel Estrada, del cual muchas personas escuchan sus obras y se las atribuyen a Pedro Flores o al “Jibarito”.

En años recientes conocí, y fuimos compañeros de pluma y pincel, al matrimonio Capó, sobrinos de Bobby y ahora residentes en San Antonio, Texas. Luzelva será otra de las plumas del libro “Las Calles”, que tengo en formación con 7 poetas latinoamericanos, en un homenaje al poeta vernáculo Carlos Duarte Moreno, en recuerdo a sus crónicas del Diario del Sureste que tituló “Caminando por las Calles”, y a quienes ofrecí revisar algo de la historiografía musical de este compositor. El nombre de este insigne compositor era Félix Manuel Rodríguez Capó. Fue un compositor y cantante puertorriqueño, conocido en el ambiente musical como Bobby Capó. Compuso temas universales como “Piel canela”.

Nacido en Coamo, un municipio en el sur de Puerto Rico el 1° de enero de 1921, su carrera artística comenzó cuando por motivos fortuitos debió reemplazar al cantante Pedro Ortiz Dávila “Davilita” en el Cuarteto Victoria que dirigía el maestro Rafael Hernández. A partir de ese momento fue muy solicitado por sus temas, especialmente los románticos. Más tarde se convirtió en ídolo de Cuba y de toda América Latina en la década de los años cuarenta.

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Además de compositor y cantante, fue director de televisión y funcionario público.  Sus estudios los inicia en su natal Coamo, hasta finalizar sus estudios en la Escuela Superior, mudándose a San Juan para probar suerte en el mundo del espectáculo. Participa en el programa de aficionados que mantenía Rafael Quiñones Vidal, en el cual se gradúa.

Cuando deja el Cuarteto Victoria, el cantante se acoge a la Gran Manzana Neoyorquina, fincando allí su residencia y centro de operaciones. En la década de los cuarentas se convierte en un ídolo en Cuba, trascendiendo su fama en forma rápida a los pueblos latinoamericanos.

Su fama inició cuando grabó como solista con la orquesta del conocido músico español Xavier Cugat. Durante los años de guerra, muy en especial en Puerto Rico y países de Sudamérica, las canciones románticas de Bobby Capó eran tema obligado en las estaciones de radio y eso lo convirtió en un ídolo.

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Grabó una serie de discos de larga duración, en especial junto a Rogelio Martínez y Lino Frías, director y pianista, respectivamente, de la afamada Sonora Matancera, agrupación con la que Bobby Capó cosechó su mayor fama y popularidad. Con ellos editó Piel Canela, el 1º de abril de 1952, bolero cantado por innumerables intérpretes en todos los géneros.

En su época se le consideró como uno de los primeros cantautores hispanohablantes, destacando  “Piel Canela”, “El Negro Bembón” – grabada por  “Cortijo y su Combo” –, “El Bardo”, “Luna de Miel en Puerto Rico”, “Triángulo”, “Sin Fe”,  “Llorando me dormí” y “María Luisa”.

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Su lar nativo le lleva a la nostalgia e inspiración para crear obras clásicas como “Soñando con Puerto Rico”, y también le llevó a hacer canciones  con denuncia social como “Despierta Borincano” que, como el “Lamento Borincano” de Rafael Hernández, o “Preciosa”, desnudan la opresión y son un grito de libertad de este país asociado:

“Preciosa te llaman los bardos que cantan tu historia / no importa el tirano te trate con negra maldad / preciosa serás sin bandera,  sin lauros de gloria / preciosa, preciosa te llaman los hijos de la libertad”.

Su obra “Llorando me Dormí” se reconoce como la primera balada escrita por un puertorriqueño, trascendiendo internacionalmente en medio de la invasión de la Nueva Ola en la década del sesenta.

 Por esos años su composición “Jacqueline”, dedicada a la entonces a la primera dama de los Estados Unidos, Jacqueline Kennedy Bouvier, causó controversia en México.

Entrada la década del setenta, Bobby trabajó en la oficina de Puerto Rico en Nueva York, en la División de Migración, y finalmente en la Junta de Libertad bajo Palabra.

Falleció el 18 de diciembre de 1989.

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

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