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Artistas de Cuba y México – V

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Atisbando los Recuerdos

Almuerzo ofrecido en enero primero de 1953 por Pablo Álvarez de Cañas y Dulce María Loynaz. Finca Las Mercedes, La Habana.

FIESTA DE DULCE MARÍA LOYNAZ, ENERO 1 DE 1953 EN SU FINCA LAS MERCEDES

 JOSÉ RUIZ ELCORO e HIRAM GARCÍA

Abro este álbum de los recuerdos y transporto mi vida a la mitad del siglo anterior para recordar la finca “Las Mercedes” con esta serie de fotos enviadas por el concertista y musicólogo cubano José Ruiz Elcoro. Agrego otras de mi propio archivo fotográfico para, por medio de Diario del Sureste, proporcionar más información histórica sobre la cultura cubana, cada uno desde nuestros lugares de residencia actual. Nuestros recuerdos en la memoria nos permiten revisar en el tiempo los diferentes sesgos de la vida.

En esta foto aparece Polita Grau, invitada a la finca el 1° de enero del año de 1953. Archivo Elcoro.

Una bella finca, invitados especiales, una anfitriona calificada por su sencillez y amabilidad: Dulce María Loynaz, un gran orgullo de las letras cubanas que tuve el privilegio de conocer y tratar en tres ocasiones, una en México y dos en Cuba, en La Habana. Dejó un gran legado a las letras cubanas. En mi libro “La Heroica y Hermosa Cuba” hago referencia a su casa de El Vedado y mencioné las tertulias de su casa en las crónicas que escribí sobre Lorca. Lorca le dio más importancia a la obra de su hermano en esa época.

Platiqué con esta insigne escritora en la Ciudad de Campeche, cuando asistió a la entrega de una medalla y pergamino por la Embajada de España en México, con intelectuales y poetas ibéricos como invitados especiales. Convivimos tres días con ella y con Brígido A. Redonda, el galardonado por el estado español, por su trayectoria poética entre México y España.

Dulce María Loynaz (La Habana, 10 de diciembre de 1902 – La Habana, 27 de abril de 1997). Poetisa y novelista cubana.

Escribe poesía desde muy joven y con 16 años, en 1919, comienza a publicar sus primeros poemas en varios periódicos de La Habana. En 1927 se doctora en Derecho Civil en la universidad de esta misma ciudad y ejerce la abogacía hasta 1961, dedicándose paralelamente a la literatura.

Comienza su novela “Jardín” cuya redacción le lleva siete años – en 1928, y al año siguiente escribe “Carta de amor al Rey Tut-Ank-Amen” tras un largo viaje por Turquía, Túnez, Siria, Libia, Palestina y Egipto.

En la década de los 30 su casa de La Habana comienza a convertirse en centro de la vida cultural de la ciudad, acogiendo en las llamadas “juevinas” a diversos intelectuales y artistas, como Federico García LorcaJuan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral o Alejo Carpentier.

En 1937 publica el poema Canto a la mujer estéril en la Revista Bimestre Cubana, y al año siguiente “Versos”, que había comenzado a escribir en 1920

Posteriormente viaja por Sudamérica y Europa, participando en congresos y colaborando como corresponsal con algunos diarios cubanos, entre ellos El País y Excélsior. Su obra comienza a publicarse en España y en 1947 ve la luz Juegos de agua, obra a la que siguen Poemas sin nombre (1953), Últimos días de una casa y Un verano en Tenerife (ambas en 1958). Paralelamente escribe las series de artículos Crónicas de ayer y Entre dos primaveras.

En 1951 es elegida miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba, y ese mismo año es nombrada Hija Adoptiva por el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz (Canarias). Ingresa en la Academia Cubana de la Lengua en 1959 y, nueve años más tarde, en la Real Academia Española.

Dulce María Loynaz, cuando escribió “Cinco Poemas” y era miembro de la UNEAC. Archivo Elcoro y AHGA.

Tras varios años de retiro, publica obras como Poesías escogidas (1984), Bestiarium (1991) y Fe de vida (1994), y recibe el Premio Miguel de Cervantes en 1992. Al año siguiente le conceden la Orden Isabel La Católica y el Premio Federico García Lorca.

Su última aparición pública tiene lugar en abril de 1997, cuando la Embajada de España en Cuba le rinde homenaje en su casa. Fallece ese mismo mes, el 27 de abril de 1997.

Su obra ha sido traducida al francés, italiano, inglés, serbio, noruego, y forma parte de la poesía intimista femenina sudamericana.

En las fotos observamos a los anfitriones Pablo Álvarez de Cañas y Dulce María Loynaz en su finca “Las Mercedes, celebrando el primer día del año de 1953 en Cuba. Llaman la atención las viandas, cocineros, meseros y ayudantes de la finca, abriendo las cajas de vino enviadas desde España y Francia.

Haciendo los canapés y repostería variada; los camareros llevando las viandas variadas a las mesas; preparando las botanas y los cabritos a las brasas, sin escatimar alimentos, al estilo segoviano, para la fiesta de la literata. Finalmente, los faeneros de la finca abriendo las cajas de la vinatería que llegaba por barco desde la península Iberica y del país galo.

Fuentes

https://tunez.cervantes.es/es/biblioteca_espanol/biblioteca_dulce_maria_loynaz_espanol.htm#:~:text=Dulce%20Mar%C3%ADa%20Loynaz%20%28La%20Habana%2C%2010%20de%20diciembre,primeros%20poemas%20en%20varios%20peri%C3%B3dicos%20de%20La%20Habana.

Ilustraciones de Archivo Elcoro y AHGA

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