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T’Ho La Mérida Ancestral – V

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4. LOS VIAJEROS DEL SIGLO XIX

Todas las casas de Mérida han sido construidas con los restos de las pirámides vecinas… La mayor parte de los antiguos edificios cuyos restos se ven todavía son incesantemente menoscabados por los habitantes de los alrededores

-Federico de Waldeck.

Entre 1834 y 1836 el barón Federico de Waldeck puso especial atención en los restos de T’Hó. La presencia de este viajero en la ciudad fue decisiva: su manera de ver el pasado maya, revalorizando su grandeza, influyó definitivamente en las posteriores apreciaciones. En su Viaje pintoresco y arqueológico a la Provincia de Yucatán, Waldeck hizo una curiosa descripción de un aspecto del Convento de San Francisco edificado sobre antiguo basamento maya:

Los subterráneos son inmensos; los caminos que los atraviesan forman un verdadero laberinto… La mejor agua de la ciudad es la del convento… un pozo que conduce a otras pequeñas piezas cavadas en la roca; …se descendía a ese abismo profundo… El pozo es de forma rectangular. como todos los de la Provincia, tiene seis pies sobre nueve y cincuenta de profundidad.

El basamento maya sobre el que estaba construido el Convento de San Francisco, después Ciudadela de San Benito, se encontraba en los terrenos del edifico principal del actual mercado «Lucas de Gálvez» y de lo que fue la escuela Felipe Carrillo Puerto, luego «Chetumalito», y hoy es un terreno baldío. No queda nada del pasado en la superficie. Pero la gran veta de agua, el «abismo profundo» del que Waldeck. da testimonio tiene que seguir ahí. Sólo habría que buscarlo.

Continuando con nuestra relación, la visita del diplomático estadounidense John L. Stephens (1841-42) y la inmediata publicación de sus Viajes a Yucatán (1843) seria quizás la más importante campaña de difusión internacional de las maravillas del mundo maya antiguo. En sus escritos encontramos una valiosa apreciación de los restos de T’Hó, en la Mérida del Yucatán Independiente que le tocó conocer:

La población de Mérida es probablemente de cerca de veintitrés mil habitantes. La ciudad se encuentra en un gran llano de piedra calcárea, y la temperatura y el clima son muy uniformes…Lo más característico de Mérida, así como de todas las ciudades de la América española, consiste en sus Iglesias… Algunas tienen arquitectura de buen estilo y poseen ricos ornamentos, pero hay otro edificio que no he mencionado todavía y me parece el más notable e interesante de Mérida, Hablo del antiguo convento de San Francisco. Está erigido en la parte superior de una eminencia, hacia el oriente de la ciudad, y encerrado dentro de una alta muralla con baluartes, que forman lo que hoy se llama el Castillo… Entramos por el gran pórtico del castillo a un gran patio cubierto de yerbas… Pero este edificio contiene un monumento mucho más interesante todavía, que sus propias ruinas: un monumento que hace retroceder al espectador algunos siglos atrás para referirle la historia de una grande y sombría calamidad. En uno de los claustros más bajos que salen del lado del norte y al pie del dormitorio principal, hay dos corredores paralelos. El exterior de uno de estos corredores, que mira al gran patio, tiene aquel arco peculiar de que he hablado tan a menudo en mi anterior obra, es decir, dos lados del arco se levantan para juntarse, y antes de formar el ápice dejan el claro, como de un pie, cubierto de una capa espesa de piedras. Era imposible equivocarse sobre el carácter de este arco. No es presumible en manera alguna, que los españoles construyesen una obra tan diferente de sus reglas conocidas de arquitectura, y es incuestionable que ese arco formaba parte de uno de esos misteriosos edificios, que han dado lugar a tantas conjeturas, y cuya construcción se ha atribuido a los pueblos más antiguos del Viejo Mundo y a razas que se han perdido, perecieron o son desconocidas.

Stephens revisa las observaciones de Cogolludo acerca del Convento de San Francisco y discute posiciones acerca del origen de los constructores de las antiguas ciudades de América, como la que hiciera Brasseur en sus analogías con los egipcios, para concluir diciendo:

A mi modo de ver, el arco solitario, hallado en este convento, es una prueba muy fuerte si no concluyente, de que todas las ruinas dispersas sobre Yucatán pertenecieron a los mismos indios que ocupaban el país al tiempo de la Conquista española, o, para volver a mi antigua conclusión, fueron obra de la misma raza, o de sus progenitores no muy lejanos.

En Rambles in Yucatan (1843) Benjamin M. Norman escribió, con desbordada pasión, sobre la antigua Mérida: «The city was built upon the ruins of an Indian town, which was destroyed by the Spaniards in their superstitions zeal, so madly manifested in the destruction of everything through-out Mexico that was found belonging to the people whom they had conquered” 1

También se refirió al Convento de San Francisco:

A temptation to visit the most extensive of the modern ruins of this province could not be resisted. The Monastery of St. Francisco, which is situated nearly in the centre of Merida, was erected upon a mound or foundation that, probably, was the former site of some important…the original inhabitants of the place, which …ell under the destroying hand of the conqueror …e caciques and their people were driven o…, or perished by the ruthlers sword; and the church, following fast upon their footsteps, divided the spoils. Where are they now? The vanquished and the vanquisher are numbered with the things that were! and me now stand upon the dilapidated memorial that indistinctly marks the greatness of the one, and the downfall of the other…In front of the interior space are town churchs, in a tolerable state of preservation, built in the old Spanish style of pinnacled roof and arches. On the left, ruins of an immense hall are seen, with its painted ceilings, exposed to view…No life is stirring, save the omnious buzzard fluttering over the tottering pinnacles, or perched. upon the blackened and decaying walls, finishing this picture of desolation.2

En 1857 vio la luz la obra de un amante de la historia natural, Arthur Morelet, quien escribió sus observaciones en el libro Voyage dans l’Amèrique Centrale, I’lle de Cuba et le Yucatan. Morelet dijo de Mérida:

Merida, ville de vingt-quatre vingt-cinq mille familes, occupe avec ses jardin une tendue assez considérable; les maisons sont basses et sans apparence; elles se composent d’un rez-de-chaussée, habité généralement par une seule famille; les rues, droites, selon la règle invariable que les Espagnols ont adoptée dans le Nouveau Monde. En été le vent y soulève une poussière fine et pénétrante; pendant thiver, les aux, privées d’un écoulement suffisent, y séjournent et forment des mares stagnantes….3

Pero quizás sus observaciones más interesantes no sean acerca del urbanismo de Mérida: a Morelet le llamó la atención el aspecto físico de sus habitantes:

Ce qui captive plus particulièrement ici fattention des étrangers, c’est la population indigène que ton voit dominer dans tous les lieux publics et notamment dans les marchés. On retrouve chez quelques-uns de ces Indiens les traits bien accentués de la race au front fuyant et au nez busqué, qui construlsit les palais d’Uxmal, de Palenque et de Chichén-Itza… Une seule promenade aux marchés de Mérida m’en apprit plus sur l’origine des ruines qui couvrent la péninsule, que les savantes dissertations dont mon esprit s’était nourri…4

En su revisión histórica del momento de la Conquista hizo referencia especial a la organización sociopolítica de los habitantes de la Península:

Nous possédons peu de reseignements sur le régime politique des Mayas. Les Espagnols trouvèrent la péninsule divisée en plusieurs petites principantes qui portalent des noms différents, et qui étaient lapanage de caciques indépendents. Aucun lieu politique ne les rattachait fune. fautre, quoique les chefs eussent agi souvent de concert et combattu sous la même bannière contre ennemi comun; mais déj… la constitution du pays avait prouvé un changement considérable: funité monarchique en avait disparue la suite de révolutions intestines, dont il subsiste encore des traces, non seulement dans l’histoire, mais sur le sol de la contrée.5

El abad francés Brasseur de Bourbourg (1867), en su revisión de la «Relación…» de Fray Diego de Landa, ubicó entre los siglos VIll y IX la fundación de T’Hó, hecha por linajes principales:

La tradition accorde également aux princes de ceffe race thonneur d’avoir donné naissanceé durant cette période, … la ville de Ti-Ho, sur les ruines de laquelle les Espagnols difièrent depuis celle de Mérida, capitale actuelle du Yucatan.6

Páginas adelante de este mismo ensayo histórico, y luego de las referencias a los grandes edificios mencionados por los cronistas españoles, Brasseur también describe pasillos subterráneos, además de ofrecernos su opinión acerca de la fundación de T’Hó atribuida a los Xiu y de una mayor antigüedad de la ciudad que la señalada por las fuentes:

Ces divers édifices, entièrement būtis de pierre et de chaux, se communiqualent par des souterrains qui s’étendaient, dit-on, jusqu… Mani, environ… quinze lieues de Mérida. On m’a assuré qu’on avait découvert, il y a quelques années, rentrée de ces souterrains, en travaillant aplanir la place de Mérida; mais la superstition populaire, non moins que findifférence des autoritésé avait empéché qu’on y pénétrát, La forme des monuments de Ti-Hó et leur situation respective, si analogue … celle des miles d’izamal, dénotent videmment une ville fort ancienne: bien que la tradition en attribue la fundation aux Tutubdus, elle est probablement de longtemps antérieure… cette dynastie, qui n’aurait fait que fembellir at lui rendre une nouvelle vie,ainsi qu’… beaucoup d’autres 7

Como anticipamos en el capítulo anterior, en 1867 Lord Stephen Salisbury escribió en su Historia de los Mayas, traducida en 1955 por don Armando Bolio Ávila: «La divinidad más adorada en Thó fue Boo-Lun-Chan, priapus de los mayas, y el gran templo levantado como un santuario a este dios fue poco inferior al templo de Izamal, y llevaba el título de Yajam-Cumu, el más bello templo».

Alice Le Plongeon llegó a Yucatán el 6 de agosto de 1873 y valdría la pena una revisión de su producción:

When Alice had recovered sufficiently, they moved to more permanent accommodations in Mérida and began long months of research in the vicinity. Alice needed time to recover fully and they both had to get acclimated. They studied nearby ruins of pyramids, getting a clearer picture of the relationship of the various sites, determining their condition, and noting features such as hieroglyphic inscriptions and carved figures that might lead to further research (Desmond and Messenger, 1988) 8

De gran importancia es la publicación en 1882 de The Maya Chronicles en Filadelphia por D.G. Brinton. En los principales pasajes de estas crónicas indígenas se hace referencia a la antigua T’Hó y su valor histórico es considerable, como observamos en el capítulo II.1.

En 1885 Desiré Charnay publicó en Paris su obra Les Anciennes Villes du Nouveau Monde en donde presenta una interesante apreciación de los restos de T’Hó, y señala la paradoja de la escasa importancia que en Mérida se da a su ilustre antecesora:

Mérida fut fondée sur l’emplacement de l’ancienne Ti-Hoo ou T-hoo, l’une des plus grandes villes yucatèques, et cependant la tradition en fait… peine mention, selon le dire des Espagnols, elle aurait été abandonnée depuis longtemps, tandis que les faits nous démontreraient qu’elle étalt encore habitée. Une certaine végétation avait anvahi les pyramides, mais les édifices qui les surmontalent étaient antiers. Landas noyus f’affirme, et Francisco de Montejo put sy loger avec ses troupes et le contingent des Indiens de Mani.9

Más adelante, a partir de su lectura de la Historia de Yucatán de Eligio Ancona, Charnay siguió cuestionando si realmente la antigua T’Hó estaba despoblada a la llegada de los conquistadores españoles, y criticó abiertamente algunas exageraciones en las entusiastas descripciones de Brasseur de Bourbourg:

Les habitants de T-hoo avaient une foi extraordinaire en ce H-Chun-Can: il y avait donc de habitants? les temples et les palais de Mérida etaient donc encore debout. desserois par des profes vénérés et suivis par les Indiens après farrivée des Espagnols: il y avait donc des palais et des temples, mais d’une dimension qui ne répond en rien aux descriptions exagérées de fabbé Brasseur. C’est en archeologie surtoutqu’il faut se défier de l’imagination; le bon sens est le guide le plus sûr en ceffe matière, et l’amour du merveilleux sera toujours l’ennemi le plus dangereux de la raison humaine. 10

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1 “La ciudad fue construida sobre las ruinas de una ciudad india, que fue destruida por los españoles en su celo supersticioso, fieramente expresado en la destrucción de cada cosa que en México perteneciera a la gente que habían conquistado» (Trad. del autor).

2 “La tentación de visitar la más extensa de las ruinas modernas de esta provincia fue irresistible. El monasterio de San Francisco, casi en el centro de Mérida, se levantó sobre un cerro o basamento, que probablemente fue el antiguo centro de algún importante… los habitantes originales del lugar. los caciques y su pueblo fueron llevados a…, o perecieron victimas de fiera espada: y la iglesia, siguiendo pronto sus huellas, dividió el botín. ¿En dónde están todos ahora? ¡Vencidos y vencedores son parte del pasado! Y ahora yo estoy en medio del maltrecho memorial que indistintamente marca el triunfo de unos y la caída de otros…Enfrente del espacio interior hay iglesias de pueblo, en un estado tolerable de conservación, construidas con arcos y techos con pináculos, al viejo estilo español. A la izquierda se ven las ruinas de un inmenso salón, con sus techos pintados expuestos a la vista… No hay señales de vida, salvo por siniestros zopilotes que revolotean sobre tambaleantes pináculos y ennegrecidas y decadentes paredes, completando el cuadro de desolación”. (Trad. del autor).

3 “Mérida, ciudad de veinticuatro veinticinco mil familias ocupa con sus huertos una extensión bastante. considerable; las casas son bajas y sencillas; están compuestas de una planta baja, habitada generalmente por una sola familia; las calles, rectas, según la regia invariable que los españoles han adoptado en el Nuevo Mundo. En verano el viento levanta un polvo fino y penetrante; durante el invierno. las aguas, carentes de drenaje, se estancan y forman mares…” (Trad. del autor).

4 “Aquí lo que más llama la atención de los extranjeros es la cantidad de población indígena que uno observa en todos los lugares públicos y especialmente en los mercados. Uno encuentra en algunos de estos indios los principales rasgos de aquella raza, de frente inclinada y nariz corva, que construyeron los palacios de Uxmal, Palenque y Chichén-Itzá…Un solo paseo por los mercados de Mérida me ha dicho más sobre el origen de las ruinas que cubren la península, que las sabias disertaciones de las que mi espíritu estaba nutrido…» (Trad. del autor).

5 “Tenemos pocos estudios sobre el régimen político de los mayas. Los españoles encontraron la península dividida en muchos pequeños principados que tenían nombres diferentes, y que eran patrimonio de caciques independientes. Ningún aspecto político ataba a unos…a otros, aunque los jefes hubiesen intervenido frecuentemente en concentraciones y hubiesen combatido bajo la misma bandera contra el enemigo común; pero además… la construcción del país había tenido un cambio considerable: la unidad monárquica había desaparecido…las continuas guerras intestinas, de las que quedan todavía rastros, no sólo en la historia, también en el mismo suelo de la región” (Trad. del autor).

6 “La tradición concede el honor igualmente a los príncipes de esta raza de haber dado nacimiento durante este periodo, a la ciudad de «Ti-Hó”, sobre las ruinas de la cual los españoles edificaron después Mérida, actual capital de Yucatán” (Trad. del autor)

7 «Estos diferentes edificios, completamente hechos de piedra y de cal, se comunican a través de subterráneos que se extienden, dicen algunos, hasta Maní, a unas 15 leguas de Mérida. Me han asegurado que habían descubierto, hace algunos años, la entrada a estos subterráneos, trabajando para allanar la plaza de Mérida, pero la superstición popular, no menor a la indiferencia de las autoridades, ha impedido que alguien penetre ahí. La forma de los monumentos de «Ti-Hó» y su respectiva situación, muy semejante a aquellos de Izamal, denotan evidentemente una ciudad muy antigua, aunque la tradición atribuye su fundación a los Tutulxius la ciudad existía mucho tiempo antes de la llegada de esta dinastía, que habría logrado embellecerla y le devolvió una nueva vida, así como hizo en muchas otras ciudades.” (Trad. del autor)

8 «Cuando Alice estuvo lo bastante recuperada, se mudaron a un albergue más estable en Mérida y comenzaron los largos meses de investigación en los alrededores. Alice requería tiempo para recuperarse por completo y ambos necesitaban aclimatarse. Estudiaron las ruinas de pirámides cercanas y lograron un cuadro más claro de las relaciones entre sitios diversos, determinando sus condiciones y anotando rasgos como inscripciones jeroglíficas y figuras talladas que pudieran conducir a futuras investigaciones». (Desmond and Messenger, 1988) (Trad. del autor).

9 «Mérida fue fundada sobre el sitio de la antigua Ti-Hoo o T-hoo, una de las más grandes ciudades yucatecas, y sin embargo la tradición hace apenas mención de ello. Según el decir de los españoles, T’Hó habría sido abandonada desde hacía largo tiempo, mientras que los sucesos demuestran que estaba todavía habitada. Cierta vegetación había invadido las plataformas, pero los edificios situados arriba estaban enteros. Landa nos lo confirma, y Francisco De Montejo puede alojarse ahí con sus tropas y el contingente de los indios de Maní» (Trad. del autor).

10 «Los habitantes de T-hoo tenían una fe extraordinaria en ese H-Chun-Can: luego entonces había habitantes, ¿no? Los templos y palacios de Mérida estaban pues todavía en pie, abandonados por los protectores venerados frecuentado por los indios después de la llegada de los españoles luego entonces había palacios y templos, pero de una dimensión que no corresponde para nada con las descripciones exageradas del abad Brasseur. En arqueología se debe confiar sobretodo en la imaginación; el buen sentido es el guía más seguro en esta materia, y el encanto de maravillarse será siempre el enemigo más peligroso de la razón humana» (Trad. del autor)

Josep Ligorred Perramon

Continuará la próxima semana…

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