Editorial
La indiscutible calidad que se percibe en los textos de la generación actual de escritores, jóvenes en su gran mayoría, se incrementa día a día con la aparición de valiosos libros de reciente edición.
Así pues, en este nuevo siglo, con sus poco más de una veintena de años recorridos, se han editado y ya están en circulación algunos miles de ejemplares valiosos y con variadas temáticas. Todos ellos son de gran interés, especialmente para el sector político nacional, inmerso desde los albores del nuevo milenio en una tempestad de denuncias sobre conductas políticas oscuras de personajes actuantes en los diversos partidos.
Para quienes damos seguimiento a los vaivenes históricos en los liderazgos políticos, sus personajes y acciones –unas buenas y otras no tanto–, nos parece que es notable ese hecho que en lo íntimo hemos calificado como un despertar de conciencias, aun cuando muchos otros analistas divergen de esta posición y la asumen como un temporal atrincheramiento político tanto para sobrevivir prendidos a las nóminas oficiales como para ir acomodándose y ganar sitio en los partidos emergentes, o caer en manos de mercenarios económicos de la política nacional.
La realidad en este 2022 es que un gran signo de interrogación cubre por completo el mapa territorial de nuestro México en el cual conviven y sobreviven, además de muchos millones de sufrientes mexicanos, la pobreza, la ignorancia, la inseguridad y carencias nuevas o heredadas.
Nuestro país ha sido despojado de una gran parte de su territorio por su vecino del norte, encadenado a su economía de mercado, siempre urgido de mano de obra creciente, explotable de mínimo costo. Esto no constituye ninguna una esperanza cierta de bienestar y progreso a corto plazo para nuestros conciudadanos.
En Yucatán, se han presentado por estos días ediciones de libros de muy buenos temas y autores, excelentes diríamos nosotros, haciendo justicia a la calidad editorial que nos es reconocida en los medios culturales de nuestro continente.
El tema de nuestra tierra, nuestras raíces y personajes vinculados a las luchas históricas por la libertad, la justicia social y la apología de nuestros antepasados mayas y mestizos ha sido en estos inicios de siglo de una calidad abrumadora y una variedad que satisface el gusto de los lectores de los textos aludidos, todos ellos producto de una gran generación de creadores literarios.
Todo lo anteriormente expresado es motivo de legítimo orgullo para las personas vinculadas al desarrollo cultural de nuestra entidad
Yucatán, la única península del planeta orientada hacia el norte, se hace notable una vez más por la calidad de los hombres y mujeres que constituyeron nuestras raíces; a varios siglos de distancia, continúa siendo la cuna del Mayab Eterno, Maya-ob, tierra no para muchos, pero sí para ser hábitat donde se continuarán afirmando las firmes raíces de la orgullosa semilla cultural que recibimos de los ancestros.