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La Homofobia, un Crimen de Odio

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La homosexualidad existe en más de 450 especies, la homofobia sólo en una”.

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Verdaderos crímenes de odio se han cometido como resultado de la homofobia, alimentada por una sociedad intolerante.
Verdaderos crímenes de odio se han cometido como resultado de la homofobia, alimentada por una sociedad intolerante.

La real academia española define el término homofobia como “la aversión hacia la homosexualidad o las personas homosexuales.”

Hechos lamentables de crímenes contra las personas homosexuales, como el recién ocurrido en un bar gay de Orlando, nos lleva a ocuparnos a los profesionales en difundir lo dañino de conductas intolerantes como la homofobia y la raíz de la aceptación oculta en la sociedad.

¿Qué puede llevar a un ser humano a arrebatar vidas inocentes por el simple hecho de ser diferentes a él?

Tragedias como la más reciente matanza en un bar gay de Orlando, Florida, pueden evitarse si la homofobia es atendida en justa medida como un problema social.
Tragedias como la más reciente matanza en un bar gay de Orlando, Florida, pueden evitarse si la homofobia es atendida en justa medida como un problema social.

La homofobia es una forma de discriminación, un problema social que está a la altura de la xenofobia. Por eso suceden los crímenes de odio. Se calcula que en el mundo cada dos días muere un homosexual asesinado. El asesino es por naturaleza una persona antisocial y paranoide debido al miedo inconsciente de volverse homosexual.

En el psicoanálisis utilizamos el término “proyección” a un mecanismo de defensa donde una persona, con tal de evitar sufrimiento psicológico, ve en los demás actitudes o comportamientos que se niega a ver en sí mismo. ¿Todos los homofóbicos son homosexuales reprimidos? Para responder esto tendríamos que evaluar a cada persona de manera particular, pero es casi seguro que una persona homofóbica con tendencias violentas es una persona con una homosexualidad en represión extrema.

Cuando la paranoia y la culpa por no aceptar su propia condición homosexual llega a tal grado que genera un odio hacia aquellos que viven en plenitud su sexualidad, se entra en un estado impulsivo, casi psicótico, que lleva a cometer crímenes tan atroces como los acontecidos recientemente.

Según datos estadísticos, en el mundo cada dos días muere un homosexual asesinado como resultado de la homofobia; pero, antes de llegar a este extremo, la homofobia se alimenta de actitudes de discriminación más sutiles pero constantes.
Según datos estadísticos, en el mundo cada dos días muere un homosexual asesinado como resultado de la homofobia; pero, antes de llegar a este extremo, la homofobia se alimenta de actitudes de discriminación más sutiles pero constantes.

La homofobia se alimenta, además de la probable represión homosexual, de conductas o actitudes de discriminación sutil llevadas a cabo por el medio social.

La doctora Adrienne Rich introduce un término llamado “heterosexualidad obligatoria” que explica que, al nacer un niño o una niña, los padres y el medio que les rodea les asignan expectativas al crecer, como que el niño adopte ciertos roles de género que van desde a elección obligada a determinados colores o juguetes, hasta establecer una familia tradicional conformada por la pareja del sexo contrario e hijos.

A través de lo que se ha dado a llamar “heterosexualidad obligatoria”, la sociedad asigna roles a cada individuo y reprime los actos que vayan en contra de estos parámetros.
A través de lo que se ha dado a llamar “heterosexualidad obligatoria”, la sociedad asigna roles a cada individuo y reprime los actos que vayan en contra de estos parámetros.

Esta falsa idea de la heterosexualidad obligatoria, impuesta originalmente por acuerdos políticos, culturales y religiosos, lleva a muchos individuos a reprimir

su sexualidad generando una ansiedad que, unida con una historia personal traumática, lo lleve a ejecutar hechos violentos.

La heterosexualidad obligatoria discrimina y castiga todo tipo de actividades consideradas como femeninas llevadas a cabo por un hombre y viceversa, lo que alimenta actitudes homofóbicas a un nivel mayor, llamando con nombres despectivos como “maricón”, o “machorra” a cualquier persona que se oponga a los roles de género establecidos culturalmente.

Un sentimiento de culpa es generado en la persona homosexual al ser rechazado simplemente por asumir una opción diferente para vivir su sexualidad.
Un sentimiento de culpa es generado en la persona homosexual al ser rechazado simplemente por asumir una opción diferente para vivir su sexualidad.

La homosexualidad es una opción diferente de lo establecido, y salirse de la norma siempre tiene costos muy grandes. Los padres, además, generan culpabilidad. Para muchos, tener un hijo homosexual es como tener un hijo enfermo, un hijo defectuoso. Para la familia es una desviación, y algunos padres pueden interpretarlo como una falla. Por eso se hace la vida difícil para un homosexual: vivir ocultando por miedo al rechazo su verdadera personalidad es algo en verdaderamente difícil y cruel. Aquellos que logran salir del closet suelen toparse con muchas dificultades, pero alcanzan una liberación plena, mientras que muchos jóvenes optan por quitarse la vida, producto de esta represión y rechazo de sus seres queridos.

En un entorno de discriminación, el hombre o la mujer gay que no se disfrace está expuesto a recibir a sufrir desempleo, acoso o violencia en las calles, siendo esta la causa por la que muchas personas prefieran esconder su verdadera sexualidad e incluso pasan años simulando llevar una vida heterosexual en pareja.

En los derechos humanos se encuentran los derechos a la sexualidad; claramente se expresa la libertad de ejercer la sexualidad con la orientación que sea, gay, homosexual, lésbico o transgénero teniendo como fundamento la no discriminación.
En los derechos humanos se encuentran los derechos a la sexualidad; claramente se expresa la libertad de ejercer la sexualidad con la orientación que sea, gay, homosexual, lésbico o transgénero teniendo como fundamento la no discriminación.

México se sitúa en el segundo lugar de crímenes por homofobia. La cantidad de crímenes de este tipo puede ser mayor, ya que en ocasiones los asesinatos en contra de lesbianas son clasificados como feminicidios, con lo que se escapan de la estadística.

En cuanto al tipo de agresión, se encontró que más de 80% de las víctimas fueron agredidas con arma blanca. Le siguieron los golpes, el bloqueo de la respiración –asfixia, estrangulamiento o ahogamiento–, disparo de arma de fuego, ataque con objetos contundentes, atropellamiento, tortura, calcinamiento, descuartizamiento y envenenamiento.

La intolerancia es característica de nosotros los seres humanos, tendemos a jerarquizar, y siempre tratamos de llevar una organización en todo lo que pasa por nuestra mente o lo que hacemos. Sin embargo, parte de esta organización da como resultado la creación de leyes y derechos para lograr la convivencia entre tantas formas diferentes de pensar. En los derechos humanos se encuentran los derechos a la sexualidad, claramente expresando la libertad de ejercer la sexualidad con la orientación que sea: gay, homosexual, lésbico o transgénero, teniendo como fundamento la no discriminación.

La homofobia atenta contra los derechos humanos de quien ha decidido ejercer de forma distinta su sexualidad; y cualquier actividad humana que genere odio debe ser rechazada.
La homofobia atenta contra los derechos humanos de quien ha decidido ejercer de forma distinta su sexualidad; y cualquier actividad humana que genere odio debe ser rechazada.

Cualquier pensamiento o discurso de odio que se genere en contra de alguien por su preferencia sexual está cometiendo una violación contra los derechos humanos, y la intolerancia natural del ser humano debe ser dirigida al rechazo de cualquiera de estas actividades discriminatorias.

Educar para la igualdad, reconociendo nuestras diferencias, es la asignatura pendiente que como sociedad tenemos.
Educar para la igualdad, reconociendo nuestras diferencias, es la asignatura pendiente que como sociedad tenemos.

La libertad es algo por lo que vale la pena enfrentar cualquier dificultad.

El problema es la homofobia y no la homosexualidad.

Psic. Jimena Barrera Báez

Psicóloga Clínica/ Arteterapeuta.

Facebook: Psicóloga Jimena Báez

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