Ante el busto que nos recuerda la imagen de su presencia vital, ubicado en el jardín posterior del Centro Estatal de Bellas Artes que él condujera con acierto por varios años, se realizó en los primeros días de esta semana un homenaje al eminente yucateco Leopoldo Peniche Vallado, hombre de letras y de pensamientos, de mente y pluma enfocados siempre a la defensa de valores sociales y prevalencia de ideas avanzadas y generosas. Investigador, periodista, dramaturgo, fue líder intelectual dentro de una generación de hombres de hombres de pensamiento libre, forjador de generaciones.
Año con año, este homenaje tiene lugar con motivo de su natalicio y en esta ocasión, con la presencia de sus hijos –los señores Hugo Peniche Barrera y Roldán Peniche Barrera–, así como numerosos integrantes de las áreas culturales del estado, autoridades, jóvenes escritores y funcionarios de la escuela que ostenta su nombre y se ubica en el mismo edificio, también estuvieron admiradores de su obra y seguidores de su pensamiento liberal.
Al tomar la palabra, el maestro José Juan Cervera Fernández relató una semblanza del homenajeado Peniche Vallado, de la cual extractamos un segmento el cual dice:
“A tal grado debió resultar decisivo el trabajo periodístico en la forja de las armas literarias de don Leopoldo que si nos situamos, valiéndonos de la imaginación histórica, en la época de su juventud en que se incorporó a él, notaremos sin dificultad el brillo de eminentes plumas que convivieron y enriquecieron, con su introducción, la preciada oportunidad que significó para él sumarse a las filas que sostuvieron el impulso inaugural del Diario del Sureste. Su propia generación de jóvenes intelectuales constituyó un aliciente de su actividad, al ratificar y retroalimentar los valores estéticos compartidos y la orientación social que suscribieron. No debe perderse de vista el sentido colectivo de la práctica literaria, inmersa en un clima que desborda el mero desempeño individual frente a la virginidad de la hoja por escribirse, engañosa imagen que desvía la atención de su esencia comunitaria, que finalmente se descarta en habilidades y técnicas de estricta responsabilidad personal en su uso, pero asimiladas de un sustrato artístico e intelectivo común que implica todo hecho de la cultura.”
El evento estuvo amenizado por el dueto de guitarras clásicas de los maestros Moisés Canto y Sonny Calderón Soto. Seguidamente, los alumnos del taller de adultos de teatro del CEBA, bajo la dirección del maestro Miguel García Minaburo, interpretaron fragmentos de la obra “La Alcaldesa”, de la autoría de don Leopoldo Peniche. Para finalizar se procedió a las guardias de honor ante el busto del literato yucateco.
Luis Alvarado Alonzo
