Heaven And Hell, una obra excepcional

By on abril 24, 2015

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En 1979 Black Sabbath se caía a pedazos, víctima de sus propios abusos. Los excesos en el consumo de cocaína y alcohol habían propiciado una caída en la calidad compositiva e interpretativa en su seno, trayendo como fatal consecuencia el despido de Ozzy Osbourne, su figura central.

Los ‘Príncipes de la Oscuridad’ se habían granjeado una sólida reputación gracias a las impecables obras grabadas en sus primeros seis discos de estudio: ‘Black Sabbath’, ‘Paranoid’ (ambos de 1970), ‘Masters of Reality’ (1971), ‘Vol. 4’ (1972), ‘Sabbath Bloody Sabbath’ (1973) y ‘Sabotage’ (1975), además de sus demoledoras actuaciones en concierto que los habían llevado a recorrer diversas partes del planeta.

Sin embargo, el filón tuvo un significativo bajón a partir de 1976, cuando las drogas comenzaron a ganar terreno en su entorno. Geezer Butler afirmaba que, durante las grabaciones de su séptimo álbum ‘Technical Ecstasy’, su consumo de cocaína era realmente sobrecogedor, a la par de que tanto Ozzy como Bill Ward eran arrastrados al abismo del alcohol. Incapaces de salir de aquel círculo, lanzaron en 1978 su octavo disco de estudio el cual fue bautizado con el irónico título de ‘Never Say Die’ el cual, a pesar de ser ligeramente mejor que el anterior, estaba muy distante de las virtudes de sus primeras obras.

Tras retornar de la gira en apoyo de dicho álbum, los cuatro miembros se encerraron en un estudio de Los Angeles, California, y durante once meses trataron de registrar un nuevo disco, pero todo fue en vano: Ozzy estaba realmente jodido, totalmente borracho la mayoría del tiempo y fue imposible avanzar. Esto llevó a los demás a tomar una dolorosa e impensable decisión.

Geezer Butler, Tony Iommi, Ronnie James Dio y Bill Ward (evidentemente afectado por sus excesos).

Geezer Butler, Tony Iommi, Ronnie James Dio y Bill Ward (evidentemente afectado por sus excesos).

A pesar de que Ward estaba igualmente quemado en su alcoholismo, fue el encargado de informar a Ozzy que estaba fuera, lo que los hundió a ambos en una profunda depresión de la que tardarían en recuperarse.

Para mediados de 1979, Tony Iommi siguió el consejo de Sharon Arden (quien años después se convertiría en la manager y esposa de Ozzy), reclutando a Ronnie James Dio, el talentoso vocalista que recién había abandonado a ‘Rainbow’, insatisfecho por la nueva dirección musical elegida por el líder Ritchie Blackmore.

Ronnie James Dio y Tony Iommi se reunieron en el célebre bar ‘The Rainbow’, en el Sunset Strip de Los Ángeles, donde discutieron la idea de formar una nueva banda y no una continuación de Black Sabbath. Ambos se encontraban en situaciones similares: Dio estaba buscando un nuevo proyecto y Iommi necesitaba un vocalista. Estuvieron en contacto por teléfono, hasta que Dio llegó a la casa de Iommi en Los Ángeles para una necesaria sesión jam, de donde surgió el primer esbozo de la canción «Children of the Sea«.

Iommi y Dio compusieron otros temas y sintieron que era el momento oportuno para ingresar al estudio, pero la situación de la banda en ese preciso momento era de auténtico caos. El alcohol había hecho fuerte mella en el baterista Bill Ward quien, aludiendo problemas personales, decidió abandonar el proyecto. Además Geezer Butler, el bajista de la banda, se había divorciado y sumido en un estado depresivo que lo hizo abandonar Black Sabbath.

Tony Iommi y Ronnie James Dio fueron los principales artífices del contenido de este majestuoso álbum.

Tony Iommi y Ronnie James Dio fueron los principales artífices del contenido de este majestuoso álbum.

Tony Iommi y Ronnie James Dio continuaron trabajando en los demos con el propio Ronnie tocando el bajo y cantando, pero decidieron llamar a otro bajista para culminar las canciones. Frank Zappa ofreció a Patrick O´Hearn, quien tocaba con él, pero fue Geoff Nicholls el que se hizo cargo del bajo en las sesiones que iniciaron en los Criteria Recording Studios de Miami, Florida, en octubre de 1979. El ex bajista de Elf y Rainbow, Craig Gruber, también participó brevemente grabando las partes del bajo para los demos iniciales de los temas.

Afortunadamente, Geezer Butler pidió regresar justo a tiempo para incorporarse a la culminación de los ocho temas que incluiría el que sería su noveno álbum de estudio, el primero sin Ozzy Osbourne al frente, y con Dio a cargo de la primera voz.

Los músicos decidieron que Geoff Nicholls se hiciera cargo de los teclados y convencieron a Bill Ward de que regresara a grabar con ellos. Dio recomendó al productor Martin Birch, lo que Iommi aceptó, a pesar de haber sido precisamente él quien produjera los últimos álbumes de ‘Black Sabbath’, desde el ‘Master of Reality’ de 1971. Tony Iommi quería más libertad para trabajar las nuevas ideas para riffs y solos que le bullían en la cabeza, motivado por el resultado de las nuevas canciones. Él sabía que la crítica especializada, los ejecutivos de su compañía Vertigo y, sobre todo, los fans estaban esperando con ansia escuchar aquel nuevo disco, y cada vez se convencía más durante la grabación que estaban creando ‘algo muy especial’.

En enero de 1980, la banda viajó a los estudios Ferber de Paris, para culminar la grabación de las canciones, las que en su faceta final contaron con la composición y arreglos de Tony Iommi, Ronnie James Dio, Geezer Butler y Bill Ward, aunque este último prácticamente no participó más que en la grabación de los temas, pues continuaba sumido en su problema con el alcohol, manteniendo un comportamiento errático. Todas las letras fueron escritas por Ronnie James Dio.

El Arte de la cubierta fue realizado por el artista Lynn Curlee, mientras que la ilustración de la contraportada fue dibujada por Harry Carmean.

El Arte de la cubierta fue realizado por el artista Lynn Curlee, mientras que la ilustración de la contraportada fue dibujada por Harry Carmean.

Tras meses de arduo esfuerzo, culminaron las siguientes canciones: ‘Neon Knights’, ‘Children of the Sea’, ‘Lady Evil’, ‘Heaven And Hell’, ‘Die Young’, ‘Walk Away’ y ‘Lonely is the Word’.

Las expectativas fueron totalmente superadas: el disco resultó ser una obra capaz de proporcionar credibilidad al Heavy por los siglos de los siglos, un álbum puro de heavy metal que respondía a todas las constantes del género que ellos mismos habían creado.

Neon Knights’, con duración de 3:53, abre el disco a velocidad galopante, un riff heavy arropado en una sólida base rítmica que abre espacio a la majestuosa voz de Ronnie James Dio, nos sitúa en un ambiente melódico, épico y movido que anuncia hasta qué punto nos hallamos ante una obra maestra. El solo de guitarra de Iommi es relampagueante y perfecto, un sonido demoledor que dejaba muy en claro que se encontraba en su mejor momento. ‘Oh no, aquí viene otra vez. No puedo recordar cuando estuvimos tan cerca del amor antes, las cosas buenas nunca duran. No hay nada en el pasado, que siempre parece venir de nuevo una y otra vez, y otra vez’.

Children of the Sea’ (5:34) es un tema majestuoso cuya melodía y letras fueron obra de Dio, con Tony Iommi desarrollando la estructura musical. Fue de las primeras canciones compuestas en el primer Jam Session en la casa de Iommi en California. ‘En la mañana con niebla, en el límite de tiempo, hemos perdido el sol naciente, una señal del fin… ¡Cuidado! El cielo se está cayendo! ¡Cuidado! El mundo está dando vueltas y vueltas y vueltas! ¡Cuidado! El sol se está poniendo negro, negro. ¡Cuidado! Nunca, nunca, nunca regresará, ¡cuidado!

‘Heaven And Hell’ regresó a Black Sabbath a los primeros planos del éxito en el Reino Unido y gran parte de Europa.

‘Heaven And Hell’ regresó a Black Sabbath a los primeros planos del éxito en el Reino Unido y gran parte de Europa.

Lady Evil’ (4:26) destaca por la base rítmica (donde luce el bajo de Butler), el solo de Iommi y, por supuesto, por las letras oscuras de Dio. ‘Hay un lugar al sur del Valle de las Brujas, donde se dice que el viento no soplará y sólo se habla en susurros de su nombre, hay una señora que dicen que alimenta a la oscuridad…

Heaven And Hell’ (6:59) es una canción que parece manar del mítico ‘Stargazer‘ de ‘Rainbow’. Trata acerca de la capacidad de cada ser humano de elegir entre hacer el bien y hacer el mal; en esencia, que cada persona tiene «el cielo y el infierno» dentro de sí mismos. ‘Cuanto más te acerques al significado, más pronto sabrás que estás soñando… El mundo está lleno de reyes y reinas que te ciegan y roban tus sueños, es el Cielo y el Infierno’.

Wishing Well’ (4:07) presenta todas las virtudes de los participantes: un bajo preciso y profundo, una guitarra que atrapa al oyente de manera instantánea y la majestuoso voz de Dio describiendo letras poéticas y reflexivas. ‘Mira el agua, dime qué es lo que ves, reflejos del amor que me das. El amor no es dinero, no es algo que se compra, así que deja que me llene con las lágrimas que lloras, ¿por qué?… El tiempo es un viaje que nunca termina, el amor es una sonrisa que nunca termina, dame una señal para construir un sueño’.

Die Young’ (4.45), es otra gema metálica, rápida, contundente. ‘Detrás de la sonrisa hay peligro y una promesa por conocer; nunca envejecerás. La fantasía de la vida es estar atrapado y todavía pensar que eres libre, eres libre, somos libres. Así que vive el presente, el mañana nunca llega. Muere joven, muere joven, ¿No ves la escritura en la pared?’.

Walk Away’ (4:25) nos transportan por mil y un ambientes propios de Dio, de Black Sabbath, de una extraña combinación de ambos que nos puede hacer tocar el cielo una y otra vez.

Black Sabbath con Ronnie James Dio al frente recuperó la grandeza perdida en años previos.

Black Sabbath con Ronnie James Dio al frente recuperó la grandeza perdida en años previos.

Lonely is the Word’ (5:51) nos deja esa sensación de peso que tanta falta haría a tantos discos. Una rola proclive a dejarnos alucinados por su misticismo, cristaliza, cuaja y petrifica el disco entero en tu cabeza.

El arte de la cubierta del álbum fue tomado de la pintura ‘Ángeles Fumando’ del artista Lynn Curlee, realizada en 1979, que a su vez se inspiró en una fotografía de 1928 con mujeres vestidas como ángeles fumando detrás del escenario durante un descanso en un desfile de una universidad local, la cual fue exhibida en el O´Neill Galery Dunaway de Santa Mónica. La ilustración de la contraportada fue dibujada por el artista Harry Carmean.

El álbum fue todo un éxito, convirtiéndose en su trabajo más celebrado al alcanzar las posiciones No. 9 en las listas del Reino Unido, y el número 28 en la lista de Billboard en los Estados Unidos, desde ‘Sabotage’ de 1975. También se convirtió en el tercer disco de Sabbath con mayores ventas detrás de ‘Paranoid’ y ‘Master of Reality’, respectivamente.

En noviembre de 1980, se convirtió en su tercer álbum de estudio en el Reino Unido en obtener la certificación de plata de la Industria Fonográfica Británica por 60 mil unidades vendidas. Posteriormente, obtuvo la certificación de oro (por cien mil unidades vendidas), en abril de 1982.

A 35 años de distancia, sus ocho canciones se mantienen impecables, majestuosas.

Si aún no han escuchado esta maravilla, pongan solución inmediata a tal error. Les garantizo que quedarán subyugados bajo su sobrecogedor encanto.

RICARDO PAT

 

Links del video

BLACK SABBATH – ‘HEAVEN AND HELL’

BLACK SABBATH – ‘CHILDREN OF THE SEA’

BLACK SABBATH – ‘LONELY IS THE WORD’

BLACK SABBATH – ‘DIE YOUNG’

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