Contrariamente a lo que se pensaba de la mujer, esta fase formó parte de una liberación femenina. Las protagonistas del cine de ficheras fueron artistas del teatro, cabaret, televisión y cine que construyeron la imagen de la sexualidad femenina, rompiendo con la de mujer delicada y frágil de una década anterior. Teóricamente, las ficheras formaron parte de un movimiento de liberación femenina, no en cuanto a los derechos, sino en el goce de la sexualidad.
A finales del sexenio de Luis Echeverría, quien por cierto instauró importantes políticas culturales a favor de la cinematografía e impulsó la industria fílmica, se produjo la primera película inspirada en el cine de rumberas, las obras de cabaret, el vedetismo y el doble sentido: Bellas de noche, de Miguel Delgado.
En 1975, Bellas de noche abarrotó de público cuatro salas cinematográficas de la Ciudad de México durante 26 semanas. Fue una producción de Cinematográfica Calderón, dirigida por Miguel M. Delgado. La censura gubernamental impidió que la cinta se titulara Las ficheras, como la obra de teatro, por lo que, a manera de «homenaje» a Luis Buñuel, el guionista Víctor Manuel Castro tomó el título de la cinta Bella de día (1967), le cambió número y horario, y así quedó: Bellas de noche.
Se considera generalmente a esta la cinta como la que inició la producción masiva de películas de comedia erótica catalogadas bajo el rubro de «Cine de ficheras» en la historia del Cine mexicano de los años setentas y ochentas. La crítica fue alarmante, pero ¿qué es un crítico de cine?… UN DON NADIE que cree saber de cine. Una crítica presenta siempre una opinión personal, no hace falta escribir «yo considero que», «según mi opinión», etcétera.
Si bien las películas de ficheras representan para la mayoría de los críticos y estudiosos del séptimo arte la peor época del cine mexicano, sociológicamente constituye una interesante fuente de análisis, sobre todo en lo relativo a la moral y a la sexualidad del mexicano.
En las palabras del productor mexicano Guillermo Calderón (productor de un gran número de esta serie de películas) encontramos una especie de definición de la trama de este cine: «Llevar (a la pantalla) figuras de primera línea y los mejores comediantes de México. ¡Ah, y chicas bellas!, porque al público grueso le gusta ver carne»
El cine mexicano a las ficheras las enfoca de otro modo. Si bien constatamos que el oficio de fichera es asociado con el llamado «oficio más antiguo», la prostitución, sin embargo, como hemos visto en sus manifestaciones, el cine mexicano ha manejado cierta ambigüedad, sin relacionar ambas actividades.
Las encontramos en los cabarets desde producciones más tempranas como Salón México (1948). Cabe destacar que anteriormente el oficio de la fichera era considerado como la máxima denigración de la mujer, la imagen de su total fracaso en la sociedad. A la profesión estaban ligados el sufrimiento y la tragedia.
Con la ascensión de las ficheras en los años 70 como las nuevas reinas de la noche, esta condición cambió: la imagen con la que estas chicas fueron mostradas en el cine sufrió algunas modificaciones, aunque los valores ligados a su condición de mujeres sigan siendo los mismos.
Finalmente, podríamos señalar que, por una parte, nos muestran de una manera deliberada y jamás antes vista el desnudo (total femenino y parcial masculino), la libertad del acto sexual (la promiscuidad), la picardía y el uso del lenguaje altisonante (tanto por hombres y mujeres); por otra, no se desarraigan del todo de la tradición del cine mexicano, su ideología y sus fantasmas.
Somos un pueblo creativo, imaginativo, ritual, sensible y fiestero. Propios y extraños concuerdan en ello, y el mismísimo Octavio Paz exalta estas cualidades en sus ensayos.
LUIS MIGUEL IZQUIERDO RUBIO
lastima revisando el texto el titulo de la crónica, pienso que el titulo mejor fuese «las ficheras formaron parte de un movimiento de liberación femenina» es más atractivo en fin es bueno en el fondo.