Altruismo

By on mayo 14, 2015

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¿Por qué apoyar a las asociaciones protectoras de animales?

El altruismo se centra en una motivación para ayudar a los demás, hacer el bien sin pensar en recompensa. El concepto tiene una larga historia en el pensamiento filosófico y ético, y más recientemente se ha convertido en un tema para psicólogos, sociólogos, biólogos evolutivos, y etólogos.

Los seres humanos no son exclusivamente altruistas, pero pueden serlo hacia las personas que no conocen o nunca conocerán. Por ejemplo, algunas personas donan a organizaciones benéficas internacionales y ofrecen voluntariamente su tiempo para ayudar a los menos afortunados de la sociedad. Sin embargo, esto podría estar motivado en última instancia por un interés propio moral, es decir, ayudo porque me hace sentir bien, lo cual reflejaría en definitiva que todo acto humano, incluso los que son en apariencia altruistas, están motivados por deseos particulares del individuo.

Puede ser, entonces, que una persona contribuya a un acto de caridad para ganarse el respeto dentro de su propia comunidad, o para sentirse mejor consigo mismo, con su conciencia, etc.

Altruista es un adjetivo que define a una persona que practica el altruismo, es decir, que es dedicada a los demás. El altruismo también se ve como sinónimo de filantropía y solidaridad. El término altruista proviene del francés antiguo altrui, que significa “de los otros”.

El término altruismo fue adoptado por el filósofo francés Auguste Comte en 1851 para designar una actitud solidaria opuesta al egoísmo. Es como el amor al prójimo abordado por el cristianismo, aunque no se basa en lo sobrenatural. El filósofo alemán Ludwig Feuerbach también defendió este concepto, a pesar de no utilizar la palabra altruismo literalmente.

Una actitud altruista consiste en un comportamiento que aumenta las probabilidades de supervivencia de otros, a costa de una reducción de las propias, un comportamiento de ayuda a los compañeros que están en peligro, un sacrificio personal por el beneficio de otros. Es la preocupación o atención desinteresada por el otro, o los otros. El altruismo no es una característica única del ser humano, también se puede encontrar en los animales, especialmente en los más evolucionados. El altruismo, en etología y en biología evolutiva, se ha observado en las aves (cuervos, por ejemplo) y en los mamíferos. Un ejemplo de un animal altruista es el delfín, que ayuda a un compañero herido para mantenerse a flote, y lo alimenta y lo protege de los ataques de los depredadores, como los tiburones.

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El antónimo de altruista es egoísta. Una persona que no es altruista es egocéntrica, es decir, siempre piensa en primer lugar en sus propios intereses y nunca en los de los otros.

El altruismo aparece en el ser humano al cumplir los 18 meses, al igual que en el chimpancé; lo que sugiere que los seres humanos tienen una tendencia natural a ayudar a los demás. Pese a esto, cabe destacar que algunos filósofos como John Stuart Mill defendían que el ser humano no es naturalmente altruista, sino que necesita ser educado para llegar a serlo.

¿Por qué debemos apoyar al altruismo de quienes se dedican a proteger a los animales?

Casi nadie se ha hecho cargo de tratar de resolver, desde la raíz, el problema de caninos en situación de calle. La solución más fácil para “terminar” con este escenario, según las administraciones gubernamentales, es la llamada “eutanasia” o en palabras más claras, la matanza atroz de perros callejeros. Este acto no resuelve en lo más mínimo la mencionada problemática, pues es una acción totalmente superficial e incoherente que no va con los discursos de “paz” y “bienestar social” que los políticos acostumbran emitir; no es posible quejarse y estar en contra de las situaciones violentas que se viven en el entorno, cuando estas mismas se propician al dar pésimos ejemplos a la comunidad, favoreciendo este tipo de acciones.

Como consecuencia de la indiferencia de la sociedad en general, y como respuesta para erradicar la problemática de perros en situación de calle de manera noble y ética, han surgido organizaciones no gubernamentales que se ocupan de intentar solucionar esta situación; son las llamadas protectoras caninas, que en algunos casos también fungen como albergues o refugios. Éstas son entidades sin ánimo de lucro, cuyo fin principal es ayudar en todo lo posible al mundo de los animales; suelen centrarse en los animales de compañía, específicamente en los perros, sin embargo, ello no quiere decir que dejen de lado al resto de animales que viven en el planeta.

No obstante, a pesar de la existencia de estas organizaciones, la mayoría de ellas carece de recursos económicos y humanos que les permita realizar una amplia labor. Normalmente, estas sociedades sobreviven por las contribuciones de los individuos comprometidos con la causa, pero no reciben ningún apoyo sólido que les permita sostenerse y desempeñar sus actividades a gran escala. El común denominador de estos organismos es que están formados por voluntarios que desean ayudar, pero la voluntad no es suficiente cuando, para erradicar la problemática, también se necesita contar con recursos suficientes.

Cada protectora suele tener sus propios lineamientos de actuación. Casi todas cumplen con los siguientes principios ideológicos: respeto a la dignidad animal (el cual es su valor fundamental); están en contra de toda acción referente a maltrato animal, sea cual sea el motivo de éste; solo apoyan el sacrificio de caninos cuando se trata de una enfermedad terminal; no suelen hacerse cargo de perros con dueño, salvo en casos excepcionales (no por egoísmo, sino porque no existen recursos suficientes para hacerlo y porque tampoco se debe fomentar la irresponsabilidad en la tenencia de mascotas).

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En cuanto a las funciones principales que en general desempeñan las protectoras caninas, se encuentran:

  • Servicio nodriza: los caninos cachorros o de muy corta edad, son acogidos temporalmente por alguien que esté en posibilidades de apoyar a la protectora, con la finalidad de ser alimentados y cuidados mientras se les consigue un hogar definitivo; así se evita que mueran, o que padezcan enfermedades graves
  • Servicio de colocación: consiste en buscar hogares que quieran recibir temporal o definitivamente a perros de todas las edades, para adoptarlos y hacerse cargo de ellos, evitando así que sigan abandonados o vagando en las calles
  • Esterilización y vacunación: las protectoras, en ocasiones, se valen de médicos veterinarios voluntarios que quieran prestar servicios de esterilización (operaciones para el control de la natalidad canina) y vacunación (respuestas inmunitarias frente a enfermedades determinadas), ya sea de manera gratuita o a bajo costo, con el objetivo de coadyuvar a erradicar la población desmesurada de perros
  • Campañas de educación e información: en la medida de sus posibilidades, las protectoras intentan informar y educar a la sociedad respecto a la problemática de caninos en situación de calle; esto lo hacen por medio de eventos, conferencias, visitas a instituciones o a través de medios de comunicación, si es que cuentan con la colaboración de ellos

En el caso de las protectoras que también desempeñan la función de albergues, comúnmente se rigen por los mismos principios mencionados y desempeñan casi las mismas funciones enlistadas. La diferencia radica en que los albergues cuentan con un espacio físico para poder hacerse cargo temporalmente de los caninos rescatados, mientras se les logra colocar en un hogar definitivo. Los albergues tienen como objetivo principal conseguir que las mascotas que han acogido en sus instalaciones sean adoptadas lo más pronto posible, para así abrirle espacio a otro perro que tenga necesidad de ser amparado.

Las protectoras caninas o, en su caso, los albergues intentan llenar el vacío institucional y social que existe respecto a la erradicación de la problemática de perros en situación de calle. Son asociaciones civiles, altruistas y sin ánimo de lucro.

Debido a todo esto los invitamos a donar, a acudir a los eventos organizados para juntar fondos, a ser parte del cambio, a dejar salir el altruismo innato que llevamos dentro.

Dra. Carmen Báez

Presidenta de El Muro Mérida A.C.

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