Luto en el arte
El viernes 25 de junio de este 2021 falleció de un ataque al corazón, a los 55 años de edad, Antonio Helguera, uno de los caricaturistas más talentosos de nuestro país, muy agudo, certero y con buen humor, además un hombre muy lúcido y profundamente inteligente, un lector consumado que defendía sus convicciones con total propiedad.
Era un analista político extraordinario, capaz de hacer análisis muy precisos de la situación política de México, un hombre muy estructurado y sumamente culto. Así lo recuerda Rafael Barajas ‘El Fisgón’, quien asegura que Antonio Helguera pertenece a la tradición política mexicana de hacer caricatura, que es muy vieja, que tiene más de un siglo, con mucho arraigo en nuestro país.
“Era de los artistas políticos que tenía este vínculo con la sociedad, esta idea de lo que debe ser la militancia, su activismo, pues Toño formaba parte de esta tradición que surge en el siglo IXX y que se consolida con ‘El Hijo del Ahuizote’, sobre todo con Daniel Cabrera, que después se perpetua con caricaturistas como Jesús Martínez Carrión, después con los miembros del Taller de Gráfica Popular, después con Alberto Beltrán, después con después con Rius, con gente como Rogelio Naranjo y Elio Flores. Toño forma parte de esta tradición que sí llega a tener un peso real en la vida política de la nación y es una tradición que se funda en una cosa muy sencilla: la caricatura tiene la capacidad de transmitir ideas, la capacidad de transmitir conceptos y además la capacidad de transmitir emociones y eso la convierte en una herramienta didáctica muy importante,” afirma.
El Fisgón, quien fue por muchos años compañero de Helguera en La Jornada, comenta que si bien la prensa de nuestro país puede estar en crisis, enfrentar conflictos, hay géneros de la prensa que están cayendo en desuso, aunque la caricatura tiene mucho éxito y ha transitado muy bien en las redes sociales.
“Nuestra relación es muy vieja, lo conocí cuando todavía era un chamaco, cuando él todavía era estudiante de la Prepa y yo era un monero desempleado porque había una crisis en el Uno Más Uno y estábamos construyendo La Jornada. Entonces tuve una oportunidad de trabajo, me ofrecieron dar unos cursos de caricatura política en la Quinta Colorada de la Casa del Lago, después en una casa de cultura de Polanco y uno de los primeros alumnos que me llegaron fue Antonio Helguera, quien llegó al taller, aunque él originalmente quería estudiar Leyes. Fue de esos raros casos donde el talento se notaba a leguas, era un muchacho realmente brillante, era muy inteligente, era muy agudo, sabía dibujar, tenía mucho chiste y me atreví a decirle al final del taller que haría muy mal si decidía estudiar leyes, que él debería dedicarse a esto de la caricatura. Me costó trabajo, sentí que estaba irrumpiendo, que su familia me iba a linchar, fue un atrevimiento, pero es de las cosas de las que me enorgullezco en esta vida. También lo asesoré para andar la carrera, yo le sugerí que primero entrara a trabajar al Día, para que se fogueara, para que viera lo que era publicar un cartón diario, y después lo empujé para que se presentara en La Jornada y para que el periódico lo contratara. Fue una de las mejores decisiones del periódico.”
“A todos los que lo conocimos nos está costando mucho trabajo procesar su pérdida,” finaliza El Fisgón.
Otro grande de la caricatura en México, José Hernández, mejor conocido como monero Hernández, se despidió de su compadre Antonio Helguera a través de una publicación en su cuenta de Twitter con el siguiente mensaje: ‘Mi mejor amigo, mi hermano, mi cómplice. Y un extraordinario ser humano.‘
RICARDO PAT
