Inicio Portada ¿Qué hacer si adoptas un gato miedoso o muy tímido?

¿Qué hacer si adoptas un gato miedoso o muy tímido?

29
0

Visitas: 3

¿Qué hacer si adoptas un gato miedoso o muy tímido?

El temor es un comportamiento normal en la gran mayoría de los animales, y cuando adoptamos a un nuevo minino es de esperarse que esta conducta aparezca, pero debe ser afrontada a la brevedad.
El temor es un comportamiento normal en la gran mayoría de los animales, y cuando adoptamos a un nuevo minino es de esperarse que esta conducta aparezca, pero debe ser afrontada a la brevedad.

Cuando adoptamos un gato, esperamos que sea dulce extrovertido, cariñoso, y juguetón, lo cual no siempre es así. Casi siempre nos olvidamos de que estos animalitos proceden de medios adversos.

El temor es un comportamiento normal, innato y adaptativo en todos los animales. Sin embargo, si no se controla el temor, puede llegar a causar graves problemas de comportamiento y de salud. Así que si su gato está mostrando temor o timidez, debe afrontar el problema de manera proactiva. En general, el minino se comporta de forma nerviosa, tímida y asustadiza por los siguientes motivos:

Carácter o genética. Obviamente el carácter de cada gato influye enormemente en la forma que tiene de comportarse, y muchas veces dentro de ese carácter existe una carga genética. No hay que olvidar que el gato se ha tenido que enfrentar a situaciones terribles a lo largo de la historia, como persecuciones y masacres por parte del ser humano. Otra causa posible de esa “herencia” puede ser que su mamá sea una gata asilvestrada y el gatito aprendiera de ella.

Trauma o mal recuerdo. Si el gato ha sido maltratado, golpeado, etc., es lógico que actúe con miedo y que no confíe en las personas. Si esta situación traumática se da en los primeros meses de vida, es más probable que luego el gatito actúe con miedo. Cuando el trauma se da siendo un gato adulto, el comportamiento posterior suele ser más con reacciones “violentas” o reflejos de este tipo, antes que de miedo, pero también se puede dar el caso.

Es normal que un gatito rescatado actúe con miedo, sobre todo si proviene de un medio donde estuvo expuesto a maltratos o golpes.
Es normal que un gatito rescatado actúe con miedo, sobre todo si proviene de un medio donde estuvo expuesto a maltratos o golpes.

Cambio de entorno. El gato es un animal territorial y, normalmente, un cambio de entorno puede repercutir en su comportamiento. Una de las situaciones habituales en las que un gato se muestra temeroso es cuando llega a un nuevo hogar.

Aunque es posible que un gato temeroso haya sufrido abusos o malas experiencias, la mayoría de las veces sienten temor como resultado de una combinación de una predisposición genética y falta de experiencias positivas. Muchos gatos tienen miedo al principio en un nuevo ambiente y necesitan de tiempo para adaptarse.

La confianza es algo que el gato irá desarrollando poco a poco, debe acostumbrarse a un nuevo entorno, a nuevas personas y a nuevas rutinas.
La confianza es algo que el gato irá desarrollando poco a poco, debe acostumbrarse a un nuevo entorno, a nuevas personas y a nuevas rutinas.

A los gatos temerosos por lo general les va mejor en los hogares relativamente tranquilos. No son mascotas adecuadas para niños pequeños, ya que los niños los pueden asustar fácilmente con ruidos fuertes o movimientos bruscos.

Muchos gatos temerosos desarrollan confianza poco a poco, a medida que se van acostumbrando a sus nuevos entornos y a una rutina diaria. Tenga presente que, para un gato ya temeroso, llegar a un nuevo entorno puede resultar en que retroceda en su progreso. La cantidad de tiempo que le toma a un gato para establecerse en un nuevo hogar varía de un caso a otro. Para algunos gatos puede tomar solo una semana, mientras que otros pueden tardar meses, dependiendo de las personalidades individuales.

Al principio confine al gato, preferiblemente en una habitación pequeña y tranquila, asegurándose de que tenga algunos escondites apropiados, pero que no pueda esconderse en lugares de difícil acceso (como, por ejemplo, dentro del armario o debajo de la cama).

Proporcione escondites que sean de fácil acceso y cómodos. Asegúrese de colocar la caja de arena a poca distancia del gato, pero lejos de su alimento y agua.

Mantenga al gato recluido hasta que él se sienta cómodo en la habitación y demuestre que quiere explorar los alrededores. Lo mejor es ignorar al gato y permitir que él explore por su propia cuenta.

Confinar al gato de inicio puede ayudar, esto es, tenerlo en una habitación tranquila donde tenga lugares para esconderse, pero que no sean de difícil acceso para su humano.
Confinar al gato de inicio puede ayudar, esto es, tenerlo en una habitación tranquila donde tenga lugares para esconderse, pero que no sean de difícil acceso para su humano.

Hable en voz baja y trate de hacer movimientos lentos o ligeros alrededor del gato. Evite fijarle la mirada o acercarse a él directamente, ya que él puede percibir esto como una amenaza. Le será útil bajarse al nivel del gato cuando interactúe con él, en vez de que se eleve sobre él como una torre.

Déjelo explorar el resto de la casa poco a poco, pero tenga presente que demasiado territorio a la vez puede ser abrumador. Si en algún momento durante este proceso él revierte a su comportamiento temeroso, confínelo a su habitación (su “lugar seguro») por unos días e intente de nuevo, pero permitiéndole acceso sólo a una habitación a la vez.

Use la comida para ayudar a establecer una relación con su gato. En vez de dejar la comida fuera todo el día, siga un horario de alimentación. De esta manera, su gato asociará su presencia (o la de sus invitados) con algo positivo.

Nunca intente arrastrar o jalar al gato para sacarlo de su escondite, ni lo intente hacer dejarse cargar a la fuerza. Esto sólo aumentará su temor e incluso puede dar lugar a mordeduras o rasguños. Permítale el tiempo necesario para que se sienta a gusto y él irá a usted.

Fomente el juego con juguetes interactivos (por ejemplo, algún tipo de caña para gatos), pero asegúrese de que el juguete no sea grande o algo que le cause miedo al gato. Algunos gatos son muy motivados por los juegos, y sesiones de juego regulares pueden ayudarles a desarrollar más confianza y seguridad.

La paciencia es un elemento vital para tratar a un gato temeroso; no hay que olvidar que al final ellos son los que marcan ciertas pautas y no se debe forzar el proceso de adaptación.
La paciencia es un elemento vital para tratar a un gato temeroso; no hay que olvidar que al final ellos son los que marcan ciertas pautas y no se debe forzar el proceso de adaptación.

Los gatos se muestran más amigables a voces más agudas y suaves que a voces fuertes. Por mucho que le digas que se tranquilice, si el tono no es el adecuado puede jugar en tu contra.

Si tiene otras mascotas, no los introduzca hasta que el gato haya desarrollado un lazo con usted y se sienta razonablemente a gusto en el hogar.

Muchos gatos temerosos desarrollan lazos con sus amos y llegan a ser excelentes mascotas de compañía, pero siguen siendo siempre tímidos con personas desconocidas y hasta se esconden cuando llegan visitas a la casa.

El gato es quien marca las pautas, y no debemos forzar que el gato se muestre menos temeroso, o conseguiremos lo contrario.

La paciencia y la comprensión son esenciales para salir adelante con su gato temeroso; pero vale la pena. ¡Su gato le dará amor incondicional y ronroneos a cambio toda su vida!

Dra. Carmen Báez Ruiz

Email: drabaez1@hotmail.es

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.