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Payambé

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Teatro Yucateco

Luis Rosado Vega

  

Payambé

Poema en tres actos con música de Fausto Pinelo Río

Estrenada en el Teatro Arbeu de la Ciudad de México el 3 de octubre de 1929

 

 

ACTO PRIMERO

 

Personajes:             NAVANCHÉ, Rey de Tulum.

ACANÍL (princesa), Hija del Rey.

APUYÁ, Sumo Sacerdote de Tulum.

LEMBÁ, Nacón de Tulum.

ZUYÁ, Madre de Acaníl.

KAMBOLAI, Espía del Rey de Chichén.

GUERREROS, sacerdotes, vestales, gente del pueblo.

 

La escena frente al templo principal de Tulum. A la derecha del templo un altar de sacrificios. A la izquierda el trono del REY. En escena el REY y algunos dignatarios y gente del pueblo.

 

ESCENA I

 

EL REY NAVANCHÉ, de pie junto a su trono arenga al pueblo.

 

NAVANCHÉ: Tulum, a las armas,

guerreros valientes,

fuerza es que sintamos

los odios de siempre

ya es fuerza, ya es fuerza

vengar tulunenses,

las viejas ofensas

y agravios aleves

del Rey Itzacán.

CORO: Tulum, a las armas,

es fuerza vengar

las viejas ofensas

del Rey Itzacán.

NAVANCHÉ: Él fue quien osara

talar vuestras mieses,

violar vuestras hijas.

robar vuestros bienes,

destruir vuestros templos,

burlar vuestras leyes,

vuestros mancebos

y vuestras mujeres

llevar a Chichén.

CORO: Ya es hora, a las armas,

no temas, ¡Oh!, Rey,

los dioses lo quieren,

nosotros también.

NAVANCHÉ: Haremos a los dioses

las rituales ofrendas.

para impetrar su auxilio,

y que protejan nuestras armas… venga

Apulyáh, nuestro Sumo Sacerdote,

el que sabe leer en las estrellas,

id a buscarlo al punto, mensajeros,

es su mente sutil, sabia su lengua.

CORO: Que los dioses dirijan nuestras armas,

haremos las ofrendas,

Apulyáh nos dirá los vaticinios,

y Achuykak nos proteja.

TODOS: Kakupacat, Kakupacat, ampáranos

tu igniscente rodela,

protege nuestras armas

Achuykak, Achuykak, Dios de la guerra!…

 

ESCENA II

 

Aparece APULYÁH, el SUMO SACERDOTE, vestido con sus ricos ornamentos.

 

APULYÁH: (Saludando con solemnidad.)

Rey de Tulum, los dioses te aconsejan

ya bien sé lo que quieres, Navanché,

quieres lavar en sangre las ofensas

que te infiere Chichén.

NAVANCHÉ: ¡En sangre he de lavarlas,

en sangre debe ser!

TODOS: Itzacán, Itzacán, quiera el destino

humillarte esta vez.

APULYÁH: Consulté las estrellas y ellas dicen

que ya la guerra inevitable es.

mas ¡ay!, otra desgracia más terrible

nos amenaza, ¡oh! Rey.

TODOS: ¿Otra desgracia, otra desgracia, dices?…

APULYÁH: ¡Sí y la ignoras tú mismo, Navanché!

TODOS: ¡Otra desgracia!… otra desgracia… ¡oh, dioses!…

NAVANCHÉ: ¿Cuál es, cuál es, cuál es?…

TODOS: ¿Cuál es, cuál es, cuál es?…

NAVANCHÉ: Salid, todos, guerreros y vasallos

e id a alzar a Tulum contra Chichén…

TODOS: (Saliendo.)

¡Otra desgracia!… otra desgracia, ¡oh dioses!…

¿cuál es, cuál es… cuál es?…

 

ESCENA III

 

NAVANCHÉ: (Visiblemente.)

Dime, qué otra desgracia

te ha agitado. ¿Nos amaga Apulyáh?…

APULYÁH: Señor, señor, tu hija Acaníl, la vestal,

quiere romper los votos.

NAVANCHÉ: ¡Oh!, ¿qué dices?… ¡jamás!…

APULYÁH: Ama secretamente

al hijo de Itzacán.

NAVANCHÉ: Es horrible, es terrible,

¿a Payambé?…

APULYÁH: Si tal…

NAVANCHÉ: Sacerdote, ¿eso es cierto?…

APULYÁH: Es verdad… ¡es verdad!…

NAVANCHÉ: ¡No fue bastante el odio

del soberbio Itzacán,

hoy también su hijo trae

a mi pueblo y hogar

deshonra y sacrilegio,

¡oh!, dioses, ¡basta ya!…

APULYÁH: ¡Si el sacrilegio infame

se llega a consumar

para siempre jamás!…

NAVANCHÉ: (Dirigiéndose a un mensajero.)

Mensajero id al punto

donde Acaníl está,

y traedla a mi presencia,

¡oh, Apulyáh!… ¡oh, Apulyáh!…

 

Sale el mensajero.

 

APULYÁH: Un sacrificio humano

al cielo aplacará.

NAVANCHÉ: ¿Un sacrificio, dices?…

bien está… bien está….

APULYÁH Y NAVANCHÉ: (A un tiempo.)

¡Protéjenos, ¡oh!, dioses,

¡Achuykak… Achuykak,

el corazón de un hombre

palpitará en tu altar!…

 

ESCENA IV

 

Entra ACANÍL, manifestando sorpresa.

 

ACANÍL: Mi padre y señor, ¿dime qué quieres?…

NAVANCHÉ: ¡Qué has hecho de tus votos y tu Dios?…

ya sé, ¡ya sé que dentro el pecho alientas

un maldecido amor!…

ACANÍL: Oh, padre, padre mío

me llenas de dolor!

NAVANCHÉ: Amás a Payambé…

ACANÍL: Padre, no sigas

ello no es cierto, nó….

NAVANCHÉ: Amas al enemigo de tu patria

al que tu tierra holló, y además… además….

ACANÍL: ¡Oh, padre mio!…

NAVANCHÉ: ¿Qué has hecho de tus votos y tu dios?…

ACANÍL: Padre, no es cierto,

APULYÁH: Es cierto nada oculto

para mis ojos hay… lo he visto yo….

NAVANCHÉ Y APULYÁH: Sacrílega, sacrílega, sacrílega…

maldición, maldición!…

ACANÍL: ¡Oh, padre y señor mío,

perdón, perdón… perdón!…

APULYÁH: Oh, princesa Acaníl, en vano pides

a tu padre perdón….

Princesa de Tulum, hace dos noches

de los augures escuché la voz,

ahí llega a consumarse el sacrilegio,

caerá Tulum…

ACANÍL: ¡Perdón, perdón, perdón!…

NAVANCHÉ Y APULYÁH: Sacrílega… sacrílega… sacrílega,

maldición… maldición…

 

ESCENA V

 

Se oye a lo lejos confuso vocerío. Es el pueblo que se prepara a la guerra. Entran algunas mujeres, anhelantes, entre ellas ZULÁ, la madre de ACANÍL.

 

MUJERES: Rey Navanché, Rey Navanché ¿qué ocurre?…

nuestros hijos y esposos dejan ya

las sementeras y embrazando el arco

se aprestan a luchar.

NAVANCHÉ: Mujeres de Tulum, es que ya es hora

de caer sobre Itzacán.

ACANÍL: Lanzándose desesperada en brazos de la madre.

¡Oh, madre, madre mía,

piedad, piedad, piedad!…

ZULÁ: (A ACANÍL) ¿Por qué, por qué llorando

desesperada estás?…

(A NAVANCHÉ:)

Navanché, di ¿qué es esto?…

(A APULYÁH:)

di qué es esto Apulyáh….

NAVANCHÉ: Nuestra hija está maldita,

rompió los votos y es perjura ya,

la princesa es sacrílego.

Acaníl ama al hijo de Itzacán!…

NAVANCHÉ, APULYÁH, ZULÁ: ¡El sacrilegio, el sacrilegio!, ¡oh, dioses!…

Acaníl ama al hijo de Itzacán!….

TODOS: ¡El sacrilegio, el sacrilegio!, ¡oh, dioses!…

Acaníl ama al hijo de Itzacán!….

ZULÁ: Acaníl, Acaníl, di eso es cierto…

ACANÍL: Si madre, es la verdad….

TODOS: Sacrílega, sacrílega, sacrílega…

Acaníl, Acaníl, maldita estás!

NAVANCHÉ: Llevadle, ya Zulá, que si no al punto

¡la haré despedazar!

 

Vánse las dos mujeres, abrazada la hija a la madre.

 

ESCENA VI

 

Aumenta el clamor y aparecen guerreros y gente del pueblo, enardecidos todos y anunciando que están dispuestos a ir contra Chichén.

 

UN GRUPO: Rey Navanché, hemos venido

obedientes a tu voz,

todo tu pueblo se ha erguido

al escuchar el sonido

del tunkul y el caracol…

Rey Navanché ya tus gentes

están listas para luchar,

tus bélicos contingentes

mil piraguas impacientes

esperan ya sobre el mar…

APULYÁH: Antes Rey son necesarias

las ofrendas del ritual,

pueblo eleva tus plegarias,

y que ardan las luminarias

y en el brasero el copal…

NAVANCHÉ Y APULYÁH: Pueblo eleva tus plegarias

haz la ofrenda del ritual,

y que ardan las luminarias

y en el brasero el copal…

 

Los SACERDOTES, en los braseros que estarán a mano echan el copal, y tomándolos los alzan y en esa actitud suben las gradas del templo haciendo esta imprecación.

 

SACERDOTES: ¡Oh, dioses, sed propicios

a Tulum,

que vayan sus ejércitos

por caminos de luz,

vayan rectas sus flechas

cuando salgan del hub,

y sobre el enemigo

caigan como un alud:

¡Oh, dioses, sed propicios

a Tulum.

 

ESCENA VII

 

El Nacón o capitán principal de Tulum, LEMBÁ, se presenta con más gente, dirigiéndose al REY.

 

LEMBÁ: Navanché, todo el pueblo

levantándose a tu voz,

uno sólo es su odio, y una sola

su indignación!

Prontos están sus arcos

y sus navajas de fino pedernal.

y pronto sus venablos, y sus flechas

aguzadas están…

NAVANCHÉ: Nacón, son halagüeñas

tus nuevas, mas presiento algo fatal

(Irguiéndose y en actitud solemne.)

Escuchad tulumenses,

¡escúchame Lembá!…

¡Acaníl es sacrílega!….

APULYÁH: (Desde lo alto del templo) ¡Es verdad… es verdad!…

NAVANCHÉ: Ama en secreto al hijo

de Itzacán,

al enemigo de su tierra, y viola

los votos además….

TODOS: (Que han escuchado consternados.) ¡Sacrílega, sacrílega… sacrílega!… NAVANCHÉ Y APULYÁH: Las iras de los dioses

sobre Tulum caerán,

si el sacrilegio llega a consumarse.

es fuerza ir a luchar

y acabar con el reino

de Itzacán.

los augures lo dicen,

los dioses sólo así se aplacarán!…

LEMBÁ EL NACON: La guerra Navanché cruenta ha de ser,

y juro por mi sangre

¡sucumbir o vencer!

TODOS: Todos juramos, todos,

¡sucumbir o vencer!…

 

ESCENA VIII

 

Los SACERDOTES en lo alto continúan ofreciendo el copal sagrado. Llegan las VESTALES, quienes desde afuera vienen cantando los coros, de modo que cantándolos se presentan. Traerán antorchas por de pronto apagadas.

 

VESTALES: Zuhuykak luminosa,

invicta y virginal,

guardadora del fuego,

recibe nuestra ofrenda.

APULYÁH: ¡El sacrificio ritual!…

VESTALES: Recibe nuestra ofrenda,

Zuhuykak… Zuhuykak!….

¡Oh, Zuhuykak! ¡Oh Zuhuykak!

Pura y sin mancha, gentil doncella,

sagrada virgen, virgen sin par,

de nuestra tierra divina flor,

recibe el don de nuestro amor

¡Oh Zuhuykak! ¡Oh Zuhuykak!

 

Las VESTALES bailan las danzas sagradas, después suben las gradas del templo hasta la terraza, donde los SACERDOTES alzarán los pebeteros, en tanto ellas prenden las antorchas. Ya con las antorchas encendidas bajan de nuevo, y al llegar abajo, deben apagarse las luces de manera que la escena quede iluminada solamente por la luz de las antorchas; las VESTALES continúan bailando la danza de las antorchas. Música apropiada… Luego lentamente se irán encendiendo las luces del teatro, y en ese momento, el Sacerdote APULYÁH, desde lo alto del templo recuerda otra vez a NAVANCHÉ el sacrificio… Dejan de bailar las VESTALES ocupando el segundo término.

 

CORO GENERAL: Dioses sednos propicios

contra el Rey Itzacán…

APULYÁH: Rey de Tulum recuerda

que hay que sacrificar!…

TODOS: ¡El sacrificio!… ¡el sacrificio, ordena

Navanché quien la víctima será!….

NAVANCHÉ: Traed al punto al espía

de Itzacán.

que vigilaba nuestras fortalezas,

y que hicimos cautivo… a Kambolai…

TODOS: Conducid al espía,

a Kambolai…a Kambolai….

Dioses sednos propicios,

contra el Rey Itzacán…

 

Salen emisarios en busca del prisionero.

Entrando sigue el pueblo impetrando el auxilio de los dioses.

 

NAVANCHÉ Y APULYÁH: Dioses sednos propicios,

¡Achuykak, Achuykak!…

da el triunfo a nuestros guerreros

contra el tirano de Chichén Itzá

TODOS: Protégenos, protégenos, protégenos,

Achuykak… ¡Achuykak!…

 

ESCENA IX

 

KAMBOLAI, el prisionero es traído en una jaula de madera, sacado de ella y arrojado al suelo con violencia. Implora gracia.

 

KAMBOLAI: ¡Oh, Rey perdona al mísero,

piedad, piedad… piedad…

NAVANCHÉ: No hay perdón, sacerdote

la víctima te espera, cumple ya…

TODOS: He ahí a la víctima, ya es hora…

KAMBOLAI: Piedad, piedad… piedad….

APULYÁH: No haya piedad, los dioses

irritados están…

para aplacarse quieren

tu sangre Kambolai…

 

Cuatro conductores suben hasta la piedra del sacrificio a la víctima, quien mientras la suben sigue implorando gracia.

 

KAMBOLAI: Señor perdona al mísero,

piedad… piedad… piedad…

 

Momento trágico. El SACERDOTE se acerca a la víctima sujeta ya en la piedra, le arranca violentamente el corazón abriéndole el pecho con su cuchillo de pedernal, y alzándolo se vuelve al pueblo. Un grito de la víctima hará comprender el momento más trágico de la escena.

 

APULYÁH: Este sangriento corazón, ¡oh, dioses!

sangrando en holocausto vuestro está,

proteged nuestras armas

contra el Rey Itzacán.

TODOS: Protegednos, ¡oh, dioses, protegednos,

contra el Rey Itzacán….

 

Telón rápido

 

Compilación de Fernando Muñoz Castillo

Continuará la próxima semana…

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